La nueva serie original de HBO ‘Duna: La Profecía’ construye una enorme mitología en retrospectiva del universo creado por Frank Herbert en 1965, recientemente adaptado a la pantalla grande por Denis Villeneuve, con Timothée Chalamet y Zendaya como protagonistas de las primeras dos películas. Mientras esperamos la tercera, esta serie narra el origen de las Bene Gesserit como las conocemos y el período de posguerra luego de la revolución contra las máquinas pensantes, en un momento muy inestable del Imperio.
Los primeros episodios nos adentran en las dinámicas de poder e intrigas palaciegas de esta época, ambientada 10.000 años antes de los sucesos de la saga principal. El tono de la historia y el impresionante nivel de producción postulan a esta serie como una digna sucesora de Game of Thrones en la pantalla de la plataforma. Su mezcla de fantasía con tecnología y política, sus complejos personajes y sus tensiones constantes por el poder recuerdan al fenómeno de HBO basado en los libros de George R.R. Martin.
En este contexto, Valya Harkonnen (Emily Watson) es una de las principales protagonistas de la historia. La Madre Superiora de las Bene Gesserit, una poderosa y ambiciosa mujer que llegamos a conocer mejor en el tercer episodio, con un flashback dedicado enteramente a su pasado en familia. Principalmente su relación con su difunto hermano y con su hermana menor Tula, quien es su segunda al mando en la Orden. Titulado “La Hermandad sobre todo”, el episodio tiene como protagonista a Jessica Barden (The End of the F***ing World) en el rol de la joven Valya.
Invitados por HBO a una rueda de prensa con la actriz, tuvimos la oportunidad de preguntarle por su rol y el desarrollo de este personaje tan contradictorio como fascinante.
Ana Manson: —Hola, Jessica. Encantada de conocerte. En primer lugar, felicitaciones. Has hecho un gran trabajo. Quería saber si tuviste la oportunidad de conocer a Emily Watson y hablar con ella sobre tu personaje y cómo lo interpretan las dos en las diferentes etapas de su vida.
Jessica Barden: —Llegamos a hablar muy casualmente, muy socialmente, y mucho antes de filmar en nuestro propio tiempo. Fue un placer conocer a Emily Watson, hablar con ella de su vida siendo su fan. Pero como siempre es la naturaleza de la televisión, fue tan rápido. Y no comparto esto a modo de mostrar que esto es lo que tienes que hacer como actor, nadie en la televisión lo hace. Es que tienes que moverte muy rápido, tienes que tomar decisiones muy rápido en el acto. Tienes que esforzarte mucho para hacer el trabajo por ti mismo, fuera de la filmación. Y eso es lo que Emily y yo hicimos. Pero sólo la vi una vez, tal vez por unos 45 minutos antes de filmar. Obviamente, yo realmente no necesitaba hacerlo porque hay tantas entrevistas diferentes sobre las películas en las que puedes verla. Pero esa es la agenda de hacer televisión. Tienes que ser muy bueno en tu trabajo, tienes que ir y seguir adelante con ello. Estábamos constantemente en comunicación para asegurarnos de que si había algo que necesitabas preguntar la otra persona podría ayudarte. Era una mezcla de ella siendo una persona muy agradable, muy abierta, y simplemente tener que saltar al fuego, que es lo que tienes que hacer en un programa de televisión.
Otros medios: —Valya navega en esta serie entre la ambición y la lealtad. ¿Cómo maneja tu personaje este viaje emocional?
Jessica Barden: —Creo que ves cómo empieza su viaje. Quiere vengar a su familia. Ella quiere unirse a su hermano, quiere usar la posición de su hermano y ser capaz de ir y luchar. Ella quiere quedarse con él y usar eso como un resorte para subir en el Imperio. Quiere ir a la escuela y ser una Truthsayer y, obviamente, ese plan cambia porque él es asesinado. Entonces ella se pregunta “¿cómo puedo vengar a mi familia?”. Pero lo que acaba encontrando en la Hermandad es que la Madre Superiora, Raquella, ve algo en ella que nadie ha visto nunca y se toma el tiempo de conocerla y de querer cuidarla, y preguntarle qué quiere hacer con su vida. Ve potencial en ella, lo cual es sorprendente. Nunca antes había recibido atención así. Así que termina siendo esta cosa de, “bueno, ¿qué hago por mi familia? ¿Hago esto por mí?¿O lo hago por la Hermandad?”. Y creo que esa es la batalla de Valya y con Tula también. Ella es en su naturaleza una persona egoísta, porque ella quiere el poder de la misma manera que un montón de gente lo quiere en Duna. Y su pregunta es siempre, ¿lo hace por sí misma? ¿O lo hace por su familia y Tula?¿O lo hace por el universo y la Hermandad? Y eso es lo que viene con ser un líder. Ella está constantemente entre esas diferentes decisiones.
Otros medios: —Desde un punto de vista más práctico, tu personaje a menudo requiere que lo interpretes en silencio o taciturno, con una o dos líneas concretas. Así que tengo curiosidad, porque sigue siendo actuación. ¿Cómo trabajaste esos matices?
Jessica Barden: —Simplemente escucho, que es en realidad algo en lo que tuve mucha suerte cuando tenía 16 años. Trabajé con Mark Rylance en el espectáculo Jerusalén. Ensayamos durante tres meses, pero no recuerdo nada de la obra. Es realmente triste y completamente irrespetuoso, porque realmente no recuerdo completamente hacer esta obra porque era una niña. Pero mi principal recuerdo de trabajar con Mark Rylance era que me decía que escuchara las cosas. Y nunca lo he olvidado, en cada trabajo que hago. Se me quedó grabado que no importa el tipo de espectáculo que estés haciendo, si estás en el escenario, o si estás delante de la cámara, o qué tipo de personaje estás interpretando. Siempre hay que escuchar lo que dice la otra persona. No me gusta sentir que actúo. Siento que no es lo mío. No juzgo a nadie por hacerlo, todo el mundo lo hace a su manera y es estupendo. Pero a mí no me gusta sentir que estoy trabajando muy duro para intentar actuar. Me gusta sentir que no estoy haciendo nada. Así que intento escuchar mucho en las escenas.
Ana Manson: —Valya es un personaje tan complejo, conflictivo y a veces muy oscuro. Hablando de eso de no actuar, sino sentir, ¿te resultó difícil salir de esos lugares una vez que terminaste de trabajar?
Jessica Barden: —No, nunca. No tengo situaciones así. Realmente disfruto de mi trabajo. Soy una especie de nerd con la actuación. Realmente me encanta el día a día. Me encanta aislar ese tiempo para esa escena si es muy emotiva o muy enfadada o si tienes que concentrarte mucho. Me encanta reservar ese tiempo y lo sagrado que es rodar en el set. Y luego, obviamente, tienes esa especie de realidad suspendida entre la acción y el corte. Como si no fuera realmente la vida real. Nadie puede entrar en la escena. Es genial. Y me encanta que al final del día simplemente nos vamos a casa. Nunca he sido una de esas personas a las que les gusta llevar cosas encima, pero he hecho esto durante mucho tiempo. Así que quiero decir, estoy segura de que he pasado por fases cuando era más joven en la que me sentí torturada por algún papel, pero ya no estoy en esa fase. No siento que me afecten las cosas. Realmente, me encanta hacer este trabajo. Así que incluso si estoy haciendo algo completamente perturbante, lo estoy disfrutando de alguna manera, en alguna parte de mi cerebro.
Otros medios: —Y cuando ves el resultado de este programa de televisión, ¿qué sentimientos te vienen a la mente sobre el trabajo que hiciste?
Jessica Barden: —Me encanta. Estoy muy orgullosa de nuestro trabajo. Cuando estás filmando y pasas horas filmando una pequeña cosa, no tienes ni idea de lo que va a terminar en la televisión. Así que para cuando lo ves, estás como “no recuerdo haber hecho nada de esto”. Realmente no me molesta verme a mí misma. Nunca he tenido problemas con ello. Es lo que es. Estoy obsesionada con el programa, siempre dije que quería ver la serie como fan de todos modos. No vi ninguna de las proyecciones para esto. Tuvimos mucha suerte y nos enviaron los cuatro primeros episodios pero no los vi porque quería verla como fan. Los veo todos los domingos cuando se estrenan en Estados Unidos. Y no podría sentirme más orgulloso de mí misma de verme en Duna. Es genial, estoy tan agradecida.