En mi visita a Gamescom 2024, una de las paradas obligatorias era la de encontrarme con el equipo de Grinding Gear Games para probar y conocer más acerca de Path of Exile 2. Las impresiones con las que me quedé fueron muy buenas, con un título que prometía mucho, pero que dejaba algunas incógnitas en el aire. Sin embargo, recientemente pudimos viajar a Los Ángeles para una presentación realizada por el estudio y tener el privilegio de pasar varias horas disfrutando del videojuego. Ahora, las sensaciones iniciales no sólo son mucho mejores, sino que me atrevo a decir que se le viene la noche a Diablo.
Este nuevo contacto con Path of Exile 2 sirvió para despejar unas cuantas dudas, dado que Grinding Gear Games ofreció un panorama claro de lo que podemos esperar en la versión Early Access que llegará el próximo 6 de diciembre. Estoy hablando de clases de personajes, progresión, duración de la campaña, y contenido end game. Eso sin contar el hecho de que el juego contará con 100 jefes y más de 600 criaturas a las que vamos a tener que hacer frente. En resumen, un título sumamente completo que -de acuerdo a las propias palabras del estudio- es la realización de un sueño: crear el mejor Action RPG.
El potencial de Path of Exile 2 es increíble. El juego ofrecerá 12 clases con las que jugar, entre las que encontramos algunas que regresan de la primera parte: Guerrero, Marauder, Arquero, Cazador, Bruja, Hechicero, Duelista, Mercenario, Sombra, Monje, Templario y Druida. A su vez, cada una cuenta con hasta 3 subclases de Ascendancy adicionales en las que especializarse. Partiendo de esta base, está claro que las posibilidades en términos de builds son realmente amplias. Pero lo mejor, es que independientemente de la clase elegida, vamos a poder hacer uso de las habilidades de otras. Por lo tanto, si queremos dar forma a un híbrido con armadura pesada y espada a dos manos, que a su vez conjure rayos y pueda invocar muertos vivos, el juego nos ofrece las herramientas para ello.
Respecto al árbol de pasivas, seguirá siendo igual de inmenso que en el primer Path of Exile. La gran diferencia es que ahora el punto de partida siempre es el centro del mismo, aunque el lugar varía en función de la clase con la que estamos jugando. En lo personal considero que este es un gran acierto, dado que todo es muy intuitivo. Ahora no hace falta leer una wiki o sentir que es necesario aprender un nuevo lenguaje para entender cómo funciona la progresión. El sentido de esto, es que desde Grinding Gear Games pretenden ofrecer una experiencia amigable para los nuevos jugadores, pero que se mantenga lo suficientemente profunda de cara a los más veteranos.
Durante la presentación, también se dieron a conocer algunos detalles acerca de la campaña y del contenido end game. La versión de acceso anticipado nos permitirá jugar 3 de los 6 capítulos de la historia. De acuerdo a las palabras del propio Jonathan Rogers (uno de los fundadores del estudio y director de la secuela), esto se traduce en unas 30 horas de juego. Pero, ¿y después de esto? En resumidas cuentas, hay mucho por hacer. Si bien el título recibirá actualizaciones con bastante frecuencia, tomará algo de tiempo hasta alcanzar la versión 1.0, por lo que mientras aguardamos, podemos pasar tiempo realizando diferentes actividades.
Path of Exile 2 contará con un contenido end game muy sólido y robusto. Al menos esa es la sensación con la que me quedé luego de ver parte de lo que el estudio se guarda bajo la manga. Por un lado, tenemos una modalidad estilo roguelike conocida como Pruebas del Caos que consiste en un pequeño mapa que consta de varios nodos. Cada uno de ellos es un calabozo que debemos superar para conseguir un tipo de objeto en concreto, entre los que destacan diferentes tipos de llave. Al llegar al final de la partida debemos enfrentar a un jefe para, posteriormente, acceder a una sala llena de cofres cuyos colores se corresponden con las diferentes llaves. La modalidad se antoja bastante divertida y desafiante, puesto que si caemos en combate -algo bastante factible durante los enfrentamientos con los jefes-, vamos a tener que comenzar de cero.
Por otro lado, están las Pruebas de Sekhema, donde tenemos que limpiar pequeñas arenas plagadas de monstruos en un tiempo determinado. La diferencia es que aquí, conforme avanzamos, podemos escoger entre diferentes penalizadores que pueden complicarnos mucho la vida, como por ejemplo una bola de sangre que explota o torretas que disparan flechas constantemente. Lo bueno es que a cambio vamos a recibir jugosas recompensas. Finalmente, se reveló que el Dispositivo de Mapas está de regreso. Esta mecánica, presente en el primer Path of Exile nos permite acceder a una ingente cantidad de niveles donde debemos cumplir con diferentes objetivos. También estará de regreso el sistema de Ligas, que añadirá nuevas mecánicas, aunque Rogers no profundizó demasiado en ese aspecto.
Si bien por limitaciones de tiempo no me fue posible acceder a este contenido end game, queda claro que desde Grinding Gear Games planean añadir los suficientes incentivos como para mantenernos sumergidos en Path of Exile 2 por muchísimas horas. Y lo mejor de todo, es que estamos hablando de un juego gratuito. Es decir, si bien habrá microtransacciones, en una pequeña charla que varios medios mantuvimos con Jonathan Rogers, nos dejó en claro que no serán obligatorias para progresar, ni que tampoco se trata de un mecanismo pay-to-win, ya que el contenido es cosmético. De todos modos, cabe aclarar que el creativo no profundizó demasiado en este sentido, aunque enfatizó bastante en el hecho de que este aspecto se mantendrá muy en la línea del primer juego.
Pasando al apartado jugable, me quedé con algunos detalles sumamente interesantes. En primer lugar, el sistema de control ofrece varias opciones para definir nuestra experiencia de juego. Podemos jugar con el clásico sistema de movimiento/ataque de mouse y teclado, pero también hacer uso de las teclas ASDW para movernos, o incluso un joystick. Lo curioso es que cada configuración se adapta increíblemente bien independientemente de la clase de personaje que estemos usando. En mi caso, encontré que para el mercenario -que hace uso de una ballesta- lo mejor era el esquema de control ASDW, ya que me permitía moverme y disparar en simultáneo, casi como en un top-down shooter.
En segundo lugar, está la posibilidad de hacer una voltereta para esquivar ataques enemigos. Una mecánica sumamente familiar para todo aquel que haya pasado por la saga Dark Souls. Eso sí, si bien ofrece algunos frames de invulnerabilidad, no es posible esquivar ataques de efecto de área, aunque se pueden evitar ataques normales o proyectiles. Lo único que me hizo algo de ruido en este aspecto, es que el roll no sirve para escapar cuando quedamos rodeados o arrinconados por enemigos.
Algo que me gustó mucho, es que cada una de las armas se sienten diferentes. No es lo mismo atacar con un hacha, que un mandoble o un conjunto de dagas. Cada una de ellas presenta una velocidad de ataque, peso, y un feedback muy particular que las hace sentir distintas unas de otras. En cuanto a los escudos, lejos de ser un objeto cosmético que incrementa la capacidad de defensa, nos permite hacer uso de un bloqueo activo que permite absorber todo el daño proveniente de una dirección. Finalmente, también tenemos los clásicos ítems legendarios que añaden habilidades pasivas únicas. Mi favorito fueron unas botas que hacen explotar los cadáveres enemigos al pasarles por encima, dejando tras de sí una nube de veneno.
Otro aspecto sumamente interesante, y que en lo personal encontré muy divertido, son los combates contra los jefes. A diferencia de otros ARPG que he jugado últimamente, en Path of Exile 2 no alcanza con tener buen equipo para salir victoriosos. Cada jefe presenta un desafío único, con patrones de ataques diferentes, e incluso varias fases. En estos encuentros, las esquivas se convierten en una pieza clave, ya que permiten evitar daño y moverse con más velocidad. No obstante, también hace falta algo de habilidad con los controles, y de aprovechar a fondo las características de cada clase.
La fabricación de objetos era un sistema muy importante en Path of Exile y lo sigue siendo en esta segunda parte. Hay matices, por supuesto, dado que ahora se antoja un poco más simple y resta por ver que tan efectivo resulta a fin de conseguir buenos objetos. Básicamente contamos con orbes que permiten transformar a un objeto común en un mágico con diferentes propiedades. Ahora también contamos con oro que podemos usar para comprar y vender diferentes ítems a los muchos mercaderes que podemos encontrar en las aldeas o ciudades.
Por último, otro de los grandes añadidos en la secuela, es el sistema couch-coop. Este sistema presenta varias opciones, como por ejemplo permitir al invitado jugar con una cuenta de invitado o con su cuenta personal. Durante el evento pude probar dicha función y, no sólo está increíblemente bien, sino que potencia el factor ‘diversión’. A propósito de ello, también se hizo mención del Account Sync, algo más que bienvenido para todos aquellos usuarios de PC que también posean una consola, ya que no necesitarán tener cuentas separadas. Como dato adicional, el juego estará traducido al español, y si bien las cinemáticas contarán con actuaciones de voz en inglés, Rogers no descarta añadir un doblaje latino para la versión final.
Si bien las primeras impresiones respecto a Path of Exile 2 fueron muy buenas, los 45 minutos que pude probar el juego se quedaron cortos. Sin embargo, ahora que tuve la posibilidad de jugarlo debidamente por más de 7 horas, dichas sensaciones se potenciaron enormemente. Todo parece indicar que Grinding Gear Games se trae entre manos un juego que tiene el potencial para llevarse por delante a cualquier otra propuesta dentro del género. Incluso a Diablo IV, título al que he dedicado cientos de horas, pero que muy probablemente dejaré de lado. Por todo esto y más es que espero con muchas ansias al 6 de diciembre, momento en que el ARPG irrumpirá en nuestras vidas con un objetivo claro: apoderarse de nuestro tiempo libre con una propuesta jugable accesible, pero también profunda, que promete ofrecer muchísimas horas de contenido.