REVIEW | La música de John Williams - Un legado que trasciende generaciones

A lo largo de la historia del cine, los actores y actrices suelen quedar grabados en la memoria colectiva, ya que sus rostros son los que vemos en pantalla y sus gestos los que nos conectan con la trama. Quizás algunos directores y directoras también logran trascender las cámaras, convirtiéndose en nombres conocidos en la cultura popular. Sin embargo, hacer cine es un trabajo en equipo que va mucho más allá de las actuaciones: cada producción depende de un vasto grupo de personas, y si falla un departamento, la película entera puede verse afectada. Detrás de cada largometraje hay sonidistas, iluminadores, técnicos de cámaras, editores y muchas otras figuras esenciales que contribuyen a contar una historia. Entre todos estos, la música ocupa un lugar fundamental, y pocas figuras han marcado tanto el séptimo arte como el legendario compositor John Williams.

El documental La música de John Williams (Music by John Williams), dirigido por Laurent Bouzereau (Héroes eternos: Indiana Jones y Harrison Ford), nos sumerge en el universo creativo de este compositor, cuyo trabajo es imposible de olvidar una vez que se escucha. Como bien lo expresa el filme, existen pocos músicos en el mundo del cine cuya obra se reconoce al instante; Williams es uno de ellos. Desde la primera escena, el documental destaca la trascendencia y la capacidad única del artista para fusionar música e imagen, logrando una sincronía perfecta que envuelve a la audiencia en cada película a la que da vida.

Si bien este proyecto se propone como un homenaje al compositor, a nivel narrativo presenta su trayectoria de forma cronológica, explorando desde sus comienzos hasta sus logros recientes de una manera que, a veces, se siente demasiado simplista y lineal. La estructura expositiva del documental recorre sus éxitos y colaboraciones más destacadas, pero sin profundizar realmente en las dificultades o dilemas creativos que Williams pudo haber enfrentado en su carrera. Aun así, logra ser una obra emotiva y resonante, que resalta la genialidad de un visionario cuyas composiciones han dejado una marca profunda en los fanáticos de las películas y la música.

Su relación con Steven Spielberg es uno de los puntos fuertes de esta historia, pues ambos han logrado consolidar una de las asociaciones más exitosas y reconocibles en la historia del cine. Uno de los aspectos más interesantes y bien tratados en el documental es el trabajo conjunto entre Williams y Spielberg. Aquí, Bouzereau acierta al mostrar cómo ambos cineastas encontraron en el otro una fuente de inspiración, especialmente cuando Spielberg escuchó por primera vez la partitura de The Reivers y decidió que debía trabajar con él en The Sugarland Express.

Si bien esta alianza es una de las más célebres en la industria, el documental logra humanizar su conexión, revelando detalles íntimos de su relación y mutua admiración. A través de entrevistas y anécdotas personales, este proyecto muestra la fascinación que ambos sienten el uno por el otro: el músico menciona que uno de los momentos más importantes de su vida fue conocer a Spielberg, mientras que el director confiesa que, tras una agotadora producción, su instante más esperado es sentarse y escuchar la música que Williams ha compuesto.

Estos testimonios, acompañados de material de archivo inédito, presentan una relación que trasciende lo profesional, donde la amistad y la confianza han alimentado su trabajo conjunto a lo largo de los años. Bouzereau se apoya en el paralelismo para reforzar esta historia de camaradería, mostrando imágenes de ambos en diferentes etapas de sus carreras y vidas.

La pasión de John Williams por su trabajo está profundamente arraigada en su infancia, especialmente en la figura de su padre, también músico. Esta influencia temprana no solo le inculcó una disciplina rigurosa, sino que también forjó en él una ética de trabajo implacable que lo lleva a componer casi a diario. Esta dedicación, que roza la adicción por momentos, es un testimonio de su compromiso y una expresión de su amor por el arte. El documental hace un excelente trabajo al resaltar tanto su constante búsqueda de la perfección en el estudio como esos raros momentos de esparcimiento, como sus partidas de golf con su hija, Jenny. Aunque escasos, estos instantes proporcionan una ventana a su vida personal, recordando al espectador que detrás del genio musical hay un hombre que también busca tranquilidad y felicidad en las pequeñas cosas junto a su familia.

Su versatilidad es un rasgo notable que el documental explora con profundidad, evidenciando cómo su música ha moldeado momentos icónicos en una diversidad de géneros cinematográficos. Su habilidad para capturar la atmósfera y esencia de cada historia se demuestra en sagas tan dispares como Star Wars, donde con solo escuchar las primeras notas de la Marcha Imperial o el tema inicial, el público es transportado instantáneamente a una galaxia lejana, enfrentando la épica lucha entre el bien y el mal. En Harry Potter, por su parte, Williams sintetizó la magia y el asombro del universo de Hogwarts con el inolvidable Hedwig’s Theme, una melodía que encapsula la esencia de lo desconocido y la emoción de la aventura que define la franquicia.

Esta misma habilidad para adaptarse y enriquecer cada proyecto se extiende a Mi pobre angelito (Home Alone), donde el compositor añade un toque cálido y nostálgico a la travesura y emoción de un niño perdido en Navidad. En esta historia familiar, su música aporta una ternura que transforma cada escena en una mezcla de humor y conmovedora inocencia.

Como mencionamos anteriormente, la colaboración con Spielberg ha dado lugar a bandas sonoras icónicas que acompañan escenas memorables, desde E.T. hasta Jurassic Park. El documental pone especial énfasis en la creación de Tiburón (Jaws - 1975), donde Williams utilizó solo dos notas para encapsular la tensión y la amenaza latente de la trama, convirtiéndose en un referente del suspenso en el cine al lograr hacer presente algo que visualmente no está en la pantalla. Para quienes amamos estas películas, esta obra se convierte en una invitación a explorar el detrás de escenas de largometrajes que hemos visto mil veces, revelando cómo estas melodías elevan cada momento y transforman la experiencia cinematográfica.

El documental nos invita a reflexionar sobre el legado del artista, mostrando el impacto intergeneracional de su música en espacios icónicos como el Hollywood Bowl, donde personas de todas las edades se reúnen para escuchar sus composiciones en vivo. En este lugar, se siente la trascendencia de su trabajo: un arte que, aunque complejo y profundo, sigue siendo accesible para todos. Music by John Williams es más que una biografía; es un homenaje a la capacidad de la música para unir generaciones y evocar emociones que resuenan en cada uno de nosotros. Con una carrera que abarca más de seis décadas y un número asombroso de nominaciones al Oscar, John Williams se ha consagrado como una leyenda cuyas melodías continuarán inspirando a millones, tanto en las pantallas como en sus vidas.

Music by John Williams estará disponible en Disney+ a partir del 1 de noviembre.

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Un legado que trasciende generacionesEl documental de Disney explora, de manera lineal, la vida y la obra de uno de los compositores más importantes de la historia del cine. Nos transporta a su infancia, sus orígenes y su pasión por el cine, así como a un repaso de sus obras más emblemáticas.

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