REVIEW | Dragon Ball: Sparking! Zero - El regreso más esperado

Luego de 17 años, la serie Budokai Tenkaichi vuelve con un nuevo juego que busca coronarse como el mejor título de Dragon Ball

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Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.
Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.

Aunque quizás algunos duden de ello, reseñar videojuegos no es tarea fácil, especialmente cuando se trata de una franquicia tan ligada a la historia personal de uno mismo. Dragon Ball, la legendaria obra de Akira Toriyama, es algo que marcó mi vida y la de muchos otros, no solamente por su presencia en el anime sino también en el gaming. Budokai Tenkaichi, la popular serie de juegos de PlayStation 2, me brindó tantas horas de entretenimiento y tantos bellos recuerdos que es difícil desligarse de ello.

Ahora, esta serie regresó con una nueva entrega después de 17 años y con un cambio de nombre en Occidente, bajo el título Dragon Ball: Sparking! Zero. Esencialmente, este juego es una continuación de la filosofía de diseño que Spike Chunsoft implementó en aquel entonces. Por lo tanto, este título llega con la difícil tarea de complacer a los fans que hace casi dos décadas esperaban pacientes algo nuevo de la franquicia, y al mismo tiempo modernizarla lo suficiente para atraer a un nuevo público.

Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.
Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.

Las buenas noticias, y lo primero que es importante destacar, es que efectivamente Dragon Ball: Sparking! Zero se siente parte de aquella querida serie de juegos. A diferencia de propuestas como Dragon Ball FighterZ, este juego se podría encasillar en lo que se denomina como “arena fighter”, donde dos personajes pelean en un amplio escenario 3D. Las batallas pueden librarse tanto de manera individual como en equipos de hasta cinco personajes cada uno, y dependiendo de los luchadores elegidos podremos transformarnos en medio de la pelea o incluso hasta fusionarnos con personajes de nuestro propio equipo.

Nada de esto es una novedad para el fan de Dragon Ball, y de hecho es lo que todo aquel que alguna vez haya jugado Budokai Tenkaichi esperaba de este título. Lo que le juega muy a favor a Dragon Ball: Sparking! Zero es que gracias a sus más de 180 personajes, es muy fácil que todos los fans de la obra de Toriyama encuentren algo para disfrutar en las peleas en sí. Debido al alto número de luchadores, la gran mayoría se siente similar a la hora de controlarlos, pero esto es el estilo del juego, y las diferencias están en los súper ataques de cada uno, sus transformaciones y, por sobre todas las cosas, sus animaciones.

Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.
Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.

Es en esta increíble atención al detalle de cada personaje donde el juego brilla más. Incluso con ese ridículo número, todos los luchadores se sienten altamente cuidados. En lo que respecta a fidelidad visual, quizás el juego no tenga las ventajas de Dragon Ball FighterZ, pero Dragon Ball: Sparking! Zero hace completa justicia a todos y cada uno de los personajes presentes. Tal vez sea un poco decepcionante la falta de representación de la serie original de Dragon Ball, puesto que el foco estuvo puesto en Dragon Ball Z y todo lo que vino después, pero es innegable que cada ataque, cada movimiento, y cada gesto tiene detrás la intención de recrear a estos personajes de la mejor manera posible para este juego.

Esos detalles destacables, sin embargo, no se limitan solamente a las peleas. Desde el momento que entramos al menú principal, se nota que el juego de Spike Chunsoft busca imbuir de personalidad incluso las tareas más mundanas. Cada menú está contextualizado como Goku yendo a visitar a algunos de sus tantos amigos, y las transiciones en cada uno de ellos pueden ser motivo de envidia para otros juegos basados en anime. Incluso mi modo favorito, la enciclopedia del juego, tiene su propia vuelta de tuerca en donde la información de cada personaje no es provista simplemente por un texto, sino que se encuentra enmarcado como una videollamada entre Milk, Bulma y Videl, quienes comentan sobre las historias de cada uno de los personajes en una función titulada “Charla de chicas”.

Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.
Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.

Todo esto aporta a esa buena sensación de nostalgia que provee el juego, y se potencia aún más por las decisiones de progresión que tomó Dragon Ball: Sparking! Zero. Sorprendentemente, muchos de los personajes jugables se encuentran bloqueados desde un principio, pero a diferencia de juegos modernos donde quizás desbloquearlos puede agilizarse utilizando dinero real, este título recompensa al jugador simplemente por jugar. Cada luchador puede desbloquearse en los diferentes modos de juego o utilizando Zeni, la moneda ficticia del universo de Dragon Ball, y todo lo que hacemos en el juego nos otorga Zeni. Si, por alguna razón, queremos desbloquear un personaje antes de cumplir las condiciones específicas, simplemente podemos comprarlo y una vez que realicemos lo necesario para desbloquearlo, el juego simplemente nos reembolsará la cantidad de Zeni gastado para usarlo en otras cosas.

La elección de modos de juego es bastante acorde para lo que uno esperaría de un nuevo Budokai Tenkaichi, aunque con algunos detalles a tener en cuenta. Este es el primer juego de la franquicia en contar con modos online para todas las plataformas, y la oferta es lo esperado. Ya sea con partidas igualadas o casuales, podremos enfrentarnos con jugadores de todo el mundo sin demasiado problema. Lo más destacable es el modo Torneo, que además de poder jugar offline contra la CPU, podemos jugar de manera online. El juego presenta varios torneos diferentes cada uno con sus propias reglas, como el Torneo Mundial de Artes Marciales donde perdemos si salimos de la arena o el Torneo de Poder donde no podemos volar, pero también tenemos la posibilidad de crear nuestros propios torneos con los parámetros que elijamos.

Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.
Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.

Sin embargo, es acá donde empiezan a verse la grietas en lo que, de lo contrario, sería un juego impecable. Quizás lo más notorio del paquete es que Dragon Ball: Sparking! Zero estuvo a punto de lanzarse sin la posibilidad de poder jugar contra otra persona de manera offline. Finalmente el juego pudo incluir la opción, pero únicamente en un escenario: la Habitación del Tiempo. Es difícil razonar el por qué de esta decisión, pero la consecuencia es que el hecho de sentarse a jugar con otra persona al lado no termina siendo el festival de emoción que solía ser en el pasado.

Las decisiones extrañas pueden verse también en los otros modos de juego. El modo Episodio, que hace las veces de modo historia del juego, es quizás una de las experiencias más raras que pueda verse en un título moderno de Dragon Ball. En lugar de contar la historia de la serie de manera lineal, el juego nos propone elegir uno de varios protagonistas y revivir la narrativa a través de sus batallas más importantes. Además de los personajes obvios, como Goku y Vegeta, tendremos también algunas elecciones más interesantes como Freezer o Goku Black.

Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.
Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.

Lo que parece una buena idea en papel, en ejecución termina siendo un modo que no logra hacerle justicia a sus personajes más importantes. Piccolo, por ejemplo, es un personaje clave para la historia de Dragon Ball a pesar de no haberse enfrentado cara a cara a todos los villanos, pero el juego decide darnos la posibilidad de jugar su historia sin adaptar algunas de sus peleas más icónicas. Quizás el que más sufre de esto es el propio Vegeta, que podría decirse es el personaje más importante de Dragon Ball después de Goku. A pesar de eso, el juego elige terminar su modo Episodio con la Saga de Majin Buu y no adapta ninguna de sus peleas claves de Dragon Ball Super, a pesar de tener los escenarios y personajes necesarios para ello.

También es importante destacar que esa atención al detalle que está tan presente en las batallas en sí parece haber sido dejada de lado en el modo Episodio. Las cinemáticas de este modo apenas califican como tales, y parecen más una presentación de diapositivas por consistir casi exclusivamente de imágenes estáticas con mínima animación de transición. Esto no quiere decir que no existan las cinemáticas mejor producidas, pero la elección de qué momentos animar es completamente extraña.

Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.
Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.

Goku transformándose en Super Saiyajin por primera vez, por ejemplo, simplemente usa la misma animación que en batalla para luego seguir la escena con imágenes estáticas, pero otros momentos como Freezer siendo golpeado por la Genkidama está completamente animado. Uno podría argumentar que hay momentos que ya vimos mil veces adaptados a videojuegos, pero cuando un juego se ve tan bien como Dragon Ball: Sparking! Zero, es decepcionante que los momentos más icónicos del anime no reciban el cariño que merecen.

Lo que claramente sí recibió más atención fueron los denominados Episodios Sparking, que cumplen los roles de escenarios what if, un clásico de Budokai Tenkaichi. Cada uno de los personajes del modo episodio cuenta con al menos uno de ellos, y nos muestran versiones de cómo podría haberse dado la historia si los eventos hubiesen sucedido de forma diferente. Algunos de ellos son bastante extensos y creativos, y son realmente de lo más entretenido que el modo Episodio tiene para ofrecer, incluso aunque las condiciones para desbloquearlos puedan ser bastante difíciles.

Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.
Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.

De todas formas, el modo estrella de este juego es sin dudas el modo Batalla Personalizada, donde la creatividad de cada jugador es la protagonista. En este modo podremos crear nuestros propios episodios narrativos, con una herramienta que posee una increíble cantidad de opciones, con la posibilidad de elegir cualquiera de los personajes jugables y los escenarios, pero además ofreciendo un paso más allá, permitiéndonos generar diálogos, cinemáticas simples, y hasta programar diferentes eventos para que sucedan en medio de la batalla con diferentes condiciones, como porcentajes de salud, transformaciones y muchísimo más.

La profundidad de este modo es realmente difícil de describir, y esto puede verse gracias a la biblioteca online donde todos los jugadores pueden subir sus episodios terminados. Uno puede encontrar cientos de episodios ingeniosos: escenarios narrativos, como un episodio donde Babidi decide revivir a Majin Buu en el Universo 6 y queda en manos de Kale y Caulifla defender la tierra; enfrentamientos más típicos como los personajes más populares cruzando puños, siendo quizás Gogeta Super Saiyajin 4 contra Gogeta Super Saiyajin Blue uno de los más populares; desafíos increíblemente difíciles, como tener que derrotar a todos los villanos principales como un Saibaman únicamente utilizando la autodestrucción, perdiendo al momento que recibimos un golpe; peleas prácticamente de chiste, como Mr. Satán derrotando a todos los Saiyajin sin esfuerzo; y hasta recreaciones de las varias películas de Dragon Ball Z. Todo esto hecho por jugadores para jugadores.

Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.
Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.

Lamentablemente, es en este modo también donde se sufre más la falta de cuidado por parte del estudio en lo que respecta al contenido fuera de las peleas. El creador de episodios es increíblemente profundo, con más de 5000 líneas de diálogo, muchas de las cuales nos permiten cambiar los sustantivos de las frases para así tener miles de combinaciones más. Sin embargo, el juego no posee un buscador, sino que solamente un filtro muy básico. Para colmo, ni los diálogos ni los sustantivos están ordenados por orden alfabético, por lo que crear una escena narrativa es una tarea tan ardua que puede llevar horas.

Lo cierto es que cada uno de los elementos del juego presenta algún detalle que, en mayor o menor medida, lo hace sentir un tanto más tosco de lo que debería ser. Por más que en las peleas en sí el juego de Spike Chunsoft simplemente brille, esta acumulación de inconvenientes termina haciendo que la experiencia tenga manchas que uno no esperaba encontrar. Algunas de ellas quizás puedan solucionarse con futuras actualizaciones, como por ejemplo el hecho de que al utilizar el esquema de control clásico en una batalla online contra alguien que utiliza los controles modernos, el juego por alguna razón confunde tus propios controles.

Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.
Dragon Ball: Sparking! Zero, de Bandai Namco.

Durante los principios de Dragon Ball Z, muchos personajes se refieren a Gohan como un luchador con un gran potencial oculto, que si pudiese canalizarlo de la manera correcta, sería incluso más poderoso que Goku. Dragon Ball: Sparking! Zero es como Gohan: un gran juego que ofrece mucho y que hace muchas cosas bien, pero que si hubiese tenido quizás más tiempo de desarrollo o una mejor perspectiva, podría catalogarse fácilmente como el mejor título de Dragon Ball. De todas formas, lo que tenemos es más que un digno sucesor de Budokai Tenkaichi, y eso de por sí ya son palabras mayores para cualquier fan de la serie.

8
Un digno sucesorDespués de 17 años, Dragon Ball: Sparking! Zero revive una de las series de juegos más queridos de Dragon Ball. A pesar de ser una carta de amor a la franquicia, algunos detalles no le permiten desatar su potencial por completo, pero de todas formas logra ser un gran juego.
Revisado en PlayStation 5
Plataformas:
PlayStation 5Xbox Series SXbox Series XPC
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