Agatha Harknness es una de esas villanas que despierta casi tanto interés como la protagonista de la historia, algo parecido a lo que ya pasó en Marvel con el personaje de Loki (Tom Hiddleston). Interpretada por la talentosa y eternamente relegada a roles secundarios Kathryn Hahn, esta vez la “vecina chismosa” en el universo metaficcional de WandaVision(2021) se convierte en la protagonista de su propia serie, con el primer spin-off de Marvel de su creciente universo televisivo: Agatha en todas partes (2024).
Conocida inicialmente como Agnes, esta “inofensiva” vecina de Wanda en su fantasía de Westview se presenta en un principio como una aliada, para -sobre el final de aquella serie- revelar sus verdaderas intenciones y poderes. Con un episodio dedicado a narrar brevemente sus orígenes y su interés en la magia de la Bruja Escarlata, lo poco que conocemos de Agatha es que se rebeló en contra de sus propio aquelarre, absorbiendo sus poderes, y que ahora pretende hacer lo mismo con los de Wanda, una vez que descubre cómo funcionan.
Por un lado, esto es todo lo que hay que saber para comenzar a ver la nueva serie de Marvel, teniendo en cuenta que su protagonista queda relegada “al papel que eligió” por Wanda, como castigo por sus fechorías. Esto es, viviendo una vida imaginaria en el pueblo de Westview y sin sus poderes de bruja. Pero como en el Universo Cinematográfico de Marvel siempre todo es un poquito más complicado, hay una historia más que nos dará el contexto necesario para arrancar esta serie y poder seguir su historia.
En Doctor Strange 2: Multiverse of Madness (2022), la Bruja Escarlata se convierte en la antagonista del héroe que le da título a la película, influenciada por las fuerzas malignas del Darkhold (un libro milenario de hechizos en el universo Marvel) e incapaz de superar el dolor de haber perdido a sus hijos. Aunque este fue un sacrificio que Wanda hizo voluntariamente al final de su serie, su camino de redención se ve opacado por la necesidad de convertirla en villana en esta nueva fase.
Arrepentida por segunda vez, vuelve a tener un final trágico y voluntario. Pero como nada es definitivo en el UCM (especialmente cuando hay magia involucrada), el desenlace de la película parece ser el disparador de esta nueva historia. Sin el poder de la Bruja Escarlata, su hechizo no resiste y Agatha comienza a encontrar pistas -y nuevos aliados- que pronto la llevan a romper el maleficio, recordar quién es y tratar de recuperar sus poderes a toda costa.
Agatha en todas partes (2024) comienza como un murder mystery, que repite todos los clichés del género y los usa a favor de la trama, colocando la muerte de una joven NN -que encaja en la descripción de Wanda- como el misterio a resolver. Nuestra protagonista es, en un principio, la típica detective de pueblo, renegada, conflictiva y con una vida personal trágica, pero totalmente dedicada y eficiente en su trabajo. En un divertido homenaje al personaje de Kate Winslet en la excelente miniserie policial Mare of Easttown (2021), el primer episodio se títula irónicamente “Agnes of Westview” y referencia también a otros grandes exponentes del género, como True Detective.
Pero esto no es WandaVision, y la lógica del formato televisivo se rompe rápidamente cuando Agatha se libera del hechizo y la fantasía abre paso a la realidad. Ella es en realidad una vecina más de Westview, delirando por el pueblo en su fantasía detectivesca, mientras todos los demás siguen su vida con relativa normalidad luego de ser esclavizados mental y físicamente por Wanda. Pasaron tres años (en la vida real también) y los habitantes del otrora tranquilo vecindario siguieron adelante con sus vidas, tratando de superar aquel traumático proceso.
A partir del segundo episodio (que estrenó junto con el primero en Disney+), Agatha reconstruye todo lo que estuvo pasando e intenta recuperar el tiempo perdido junto a sus nuevos aliados. Por un lado, el misterioso joven que afirma ser su más grande fan (Joe Locke, de Heartstopper) y le ayuda a despertar del hechizo. Además de alentarla a formar un nuevo aquelarre y recorrer “El Camino de las Brujas”, un mito del folklore marvelita con el potencial de cumplir el más grande deseo de cualquiera que llegue al final… si es que puede llegar.
Por otro lado, la bruja Río Vidal (Aubrey Plaza, quien ya trabajó junto a Kathryn Hahn en la aclamada sitcom Parks & Recreation). Una presencia misteriosa proveniente del pasado de Agatha -que ella apenas está empezando a recordar- con un claro resentimiento hacia ella, matizado por una pasión que se deja entrever en las escenas compartidas por las dos actrices que se sacan chispas. Sin embargo, su deseo de venganza es más fuerte y envía a un tribunal mágico para juzgar a Agatha por sus crímenes contra otras brujas.
Antes de cumplirse la hora señalada, Agatha y el joven salen en busca de su nuevo aquelarre para poder recorrer el infame Camino de las Brujas y recuperar sus poderes. En un episodio estructurado al mejor estilo road trip con heist movie, vamos conociendo a las nuevas protagonistas de la serie. Otras tres brujas despojadas de sus poderes, que se sumarán a la misión por diferentes motivos y ambiciones personales.
Ellas son: Lilia Calderou, una bruja siciliana de más de 450 años de vida con poderes de clarividencia, interpretada por la legendaria Patti LuPone. Jennifer Kale, una poderosa curandera devenida en traficante de productos naturales de dudosa procedencia, interpretada por Sasheer Zamata. Y la incrédula Alice Wu Gulliver, una bruja de sangre (o sea, por herencia) que reniega de los poderes de su difunta madre y de cualquier cosa que tenga que ver con brujería. Por último, Agatha recluta a su vecina Sharon (también conocida como “Mrs. Hart” en WandaVision), una ingenua mujer sin aparentes poderes mágicos, interpretada por la icónica Debra Jo-Rupp (de Friends y That 70′s Show).
Juntas invocarán el Camino de las Brujas, a través de un fantástico número musical compuesto por Kristin Anderson y Robert López, la pareja de compositores famosos por su trabajo en otras reconocidas producciones de Disney, como Coco (2018) y Frozen (2014), por la que ganaron el Oscar. La música será una constante a lo largo de esta serie, al igual que otros elementos que hacen a la mitología de las brujas y son utilizados en favor de la trama y explorados siempre con una pizca de humor y picardía.
El tono de la producción oscila entre la comedia y el misterio, con sus dosis de drama y fantasía, matizados por las constantes referencias a la cultura pop y el musical. El homenaje televisivo y el amor por el formato está presente, pero de una forma distinta a la que vimos en WandaVision. Agatha en todas partes deja atrás rápidamente a su predecesora para convertirse en su propia criatura, fiel al estilo descarado de su protagonista y a su lógica interna, que queda clara desde el principio. Una producción mucho más cuidada que cualquiera de las que Marvel nos viene ofreciendo en la pantalla chica en el último tiempo.