Evaluar un juego de peleas es difícil, puesto que el atractivo de este género en sí son las peleas y rara vez el marco que las rodea. Mortal Kombat supo ser uno de los pioneros en combatir esta idea, agregando varios modos de juego en la era de PlayStation 2 y enfocándose en tener un Modo Historia de calidad desde los años de PlayStation 3. Aún más difícil, sin embargo, es evaluar una expansión de un juego de peleas, donde también Mortal Kombat fue de los primeros en innovar con Mortal Kombat 11: Aftermath.
NetherRealm Studios consideró apropiado lanzar una expansión narrativa para su juego más reciente, titulada Mortal Kombat 1: Khaos Reigns, pero lamentablemente este segundo intento de continuar la historia de sus juegos mediante un DLC demuestra que quizás esta modalidad no sea la mejor idea.
Khaos Reigns tiene lugar luego de la historia principal de Mortal Kombat 1, juego que estableció firmemente el concepto de los multiversos en la franquicia. Esta decisión fue una de las más polémicas a los ojos de los fans, pero en lo personal me pareció una idea interesante para revisitar conceptos y personajes poco explorados en el pasado. Mortal Kombat, como franquicia, tiene una mitología muy extensa y profunda, por lo que reflotar algunas de las ideas de la era de PlayStation 2, que fue cuando la serie comenzó a darle importancia a su propio universo, me parece digno de celebrar.
El problema principal de Khaos Reigns como expansión narrativa es que se siente completamente genérica. Con una duración de apenas dos horas, este DLC intenta introducir a una versión alternativa del personaje Havik como villano, extirpando por completo todo el contexto que hacía interesante al personaje para convertirlo en una caricatura que solamente quiere ver caos y anarquía. Al no introducir tampoco demasiados personajes nuevos, los socios malignos de Havik son simplemente versiones de personajes conocidos provenientes de otros multiversos, por lo que el DLC entero carece de un antagonista que valga la pena odiar. Cuando todos los enemigos son personajes como Liu Kang, Kenshi o Scorpion con una skin alternativa, el peso narrativo del conflicto se desinfla por completo.
La corta duración de Khaos Reigns, además, parece forzar a la expansión a caer en lugares comunes de historias de acción taquilleras. El DLC casi no hace uso de ninguno de los aspectos interesantes de la mitología de Mortal Kombat, salvo cuando los introduce para terminar desembocando en poderes genéricos que nada tienen que ver con lo que representaban allá en la época de PlayStation 2. Lo peor es que algunos personajes, como Johnny Cage, parecen haber retrocedido en su desarrollo narrativo con respecto al juego principal, a tal punto que en un intento de ser graciosos hasta se termina haciendo una referencia explícita a la famosa Red Wedding de Game of Thrones.
Por suerte, Khaos Reigns introduce nuevos personajes que logran sentirse como una buena dosis de aire fresco para lo que, de lo contrario, sería un DLC difícil de salvar: Noob Saibot, Cyrax y Sektor. Si bien estos luchadores no son exactamente nuevos en el sentido más estricto de la palabra, sí lo son para la narrativa de este juego en particular, y al igual que sucedió con Mortal Kombat 1 durante su lanzamiento original, la mayor ventaja con la que cuenta Khaos Reigns es la interesante reimaginación de estos personajes.
Cyrax y Sektor, por ejemplo, siempre fueron los “ninja robots”, pero nunca hubo mucha exploración de sus personajes más allá del reboot de Mortal Kombat del 2011. Ahora, además de ser personajes femeninos, son menos robots y más ninjas con armaduras cibernéticas. Tanto en lo jugable como en lo narrativo, ambos personajes se encuentran en sus versiones más interesantes, desde movimientos que recuerdan a los clásicos hasta historias familiares que cuadran a la perfección con la narrativa establecida en Mortal Kombat 1.
La estrella del DLC, sin embargo, es Noob Saibot. Este ninja de las sombras siempre fue uno de los personajes más populares de la franquicia a lo largo de los años, y NetherRealm Studios logra hacer una reinvención del personaje que, salvo algunos pequeños detalles narrativos, se siente como un progreso natural dentro de la historia de este juego en sí. El broche de oro, además, es que la jugabilidad de Noob Saibot en Mortal Kombat 1 presenta un excelente balance entre nuevas ideas y movimientos icónicos.
De todas formas, Mortal Kombat 1: Khaos Reigns inevitablemente deja un mal sabor en la boca. Los tres nuevos personajes incluídos en el DLC son una gran adición, tanto en lo jugable como en lo narrativo, pero para una expansión que busca continuar la historia del juego, hace un mal trabajo en contar una historia interesante que podría catalogarse como la narrativa más débil de Mortal Kombat en su totalidad. Peor aún es que, durante casi la mitad de este DLC, nos vemos forzados a jugar con personajes que ya se encontraban en el lanzamiento original del juego.
Es cierto que Khaos Reigns incluye consigo el nuevo Kombat Pack 2, que además de Cyrax, Sektor y Noob Saibot, añadirá tres personajes más en el futuro. Sin embargo, estos personajes provienen de películas que nada tienen que ver con Mortal Kombat, y considerando que este Kombat Pack 2 no se vende por separado, la idea de pagar un precio similar al juego original por una expansión narrativa que no entiende lo que hace interesante a Mortal Kombat es difícil de justificar.
Al final del día, el juego sigue siendo Mortal Kombat y eso por defecto lo convierte en un producto de calidad, pero esta vez casi todas las buenas ideas se desaprovechan por completo. Mortal Kombat 1: Khaos Reigns, lamentablemente, no logra ser más que un Season Pass con buenos personajes, que incluye una historia con poco de interesante para justificar su precio.