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Guia de Personajes #3: ¿Quién es Kratos, el mata dioses de PlayStation?
Vivimos en una época donde God of War representa dos grandes momentos en la historia de los videojuegos y es uno de los principales referentes detrás del ecosistema de PlayStation. Tengas la edad que tengas, si te gustan los fichines, es posible que hayas escuchado hablar de Kratos. Por eso, esta segunda edición de Guía de Personajes va a tratar de él.
Hay personajes cuya importancia en nuestras vidas es tan grande que es difícil de explicar el por qué llegaron a ese lugar. Hay otros cuyo rol en la cultura popular recién está comenzando. En esta sección, vamos a desglosarlo juntos. Cada personaje tiene su historia, en la vida real y en la ficción. En Guía de Personajes, analizamos la historia de cada uno de ellos para entender mejor de dónde vienen y a dónde van los personajes que más queremos de videojuegos, cine, series, cómics, libros y mucho más.
Quizás hoy sea incluso más masivo que antes con las aclamadas entregas de God of War (2018) y God of War Ragnarok (2022), pero la historia de Kratos inicia en Grecia, en una trilogía de videojuegos que comenzó en 2005 con el primer God of War. En ese momento, Sony estaba en un momento de gran auge con su PlayStation 2 dominando completamente el mercado y empezaba a ofrecer las experiencias que caracterizarían a la marca en los próximos años: historias profundas, hiperrealistas.
La mitología griega es formadora de nuestra cultura popular y muchos de sus arquetipos, como el famoso Camino del Héroe o los esquemas que utiliza para plantear la lucha del “bien contra el mal” de manera épica, son herencias que nunca fallan cuando se trata de hacer un blockbuster. God of War, por su parte, nos entregó un videojuego violento que se caracterizó por querer sacar lo peor de nosotros. Como jugadores, acompañamos lo que le pasa a Kratos, un personaje engañado por los dioses para asesinar a su propia familia y que vaga bajo el nombre de el “Fantasma de Esparta” buscando venganza contra aquellos a quienes no se les puede reclamar nada.
Kratos busca venganza y nosotros queremos justicia. Podemos no compartir sus formas muy particulares y modos que no son políticamente correctos, pero God of War como obra nos obliga a reflexionar, ¿quién nos protege de quienes deben protegernos? Alan Moore ya se hizo esa misma pregunta con Watchmen en el 1986, pero nunca habíamos tenido que interaccionar nosotros mismos esa justicia social de la mano de un asesino que no teme dejar inocentes atrás para completar su venganza. Ya vamos a volver a esto en unos párrafos.
El éxito de God of War solo es la antesala de God of War II (2007); para muchos el mejor videojuego de la franquicia y uno de los exponentes más grandes de su generación. Un hack n’ slash forjado a base de un gran desarrollo post primer título y una historia que no para de ir in crescendo incluso en el final, donde nos dejan con las ganas de mucho más. La era griega de Kratos finaliza con God of War III (2010), un digno cierre para una de las mejores franquicias de su década y con God of War: Ascension (2013), un paso confuso dentro de la saga en el que intentaron encontrar nuevas puertas para abrir de una forma que no terminó funcionando del todo.
Después de unos años donde se creía que God of War era cosa del pasado aparece God of War (2018), un soft-reboot de la franquicia donde Kratos empieza a protagonizar una historia dentro de la mitología nórdica con Atreus, su primogénito. No me alcanzaría una nota entera para explicar por qué éste es uno de los mejores títulos de su generación, pero por hoy me basta con decir que su apelación al plano secuencia no sólo es sumamente disruptivo en la historia de los videojuegos sino también muy anticipatorio del uso de hardware para eliminar las pantallas de transición, una característica muy fuerte de la generación que vino después a ese juego (PlayStation 5 y Xbox Series, recién en 2020). Su última entrega, God of War Ragnarok (2022), sirvió para cerrar esta nueva era con un título que no sólo es sumamente exitoso sino también muy bien recibido. Actualmente, solo queda la expectativa por ver cómo reinventará nuevamente esta franquicia. Como en esta nota no apelamos a la futurología, vamos a indagar un poco más no en quién, si no, qué es Kratos.
Kratos es la viva representación de todos los sentimientos que el humano intenta reprimir. Es una explosión de odio y destrucción que solo quiere arrasar todo a su paso hasta cumplir su objetivo. Son sensaciones que no podemos permitirnos vivir en la realidad, pero sí dentro de un videojuego. En ese sentido, God of War encuentra un ápice de similitud con lo que plantea The Purge (2013) y el sentimiento de desahogo que puede generar liberarnos de nuestra propia represión. Eso sí, ambas obras son muy claras al respecto: el precio a pagar es muy alto.
La segunda parte de la franquicia, por otra parte, intenta introducirnos en esas consecuencias: ¿cómo ser padre después de ser asesino? Después de cierto límite, ¿existe el perdón, la redención? Lo que más me gusta de God of War es que, en cierto punto, es una obra que se cuestiona a sí misma todo el tiempo intentando dejar al jugador la idea de no estar del todo de acuerdo con lo que tenemos que hacer. Incluso, es normal jugar God of War y dejarnos llevar por el frenetismo y la acción para, recién después de horas, reflexionar sobre lo que hicimos durante nuestra experiencia. Equivocarse es humano y Kratos es el más humano de todos.
Si bien Kratos ha aparecido en otros medios, la realidad es que sus participaciones no son significativas. Ha tenido algunos juegos en PlayStation Portable, en celulares y apareció como personaje jugable en varios títulos de pelea incluyendo Mortal Kombat (2011). Hoy en día, y con Sony intentando expandir sus IPs a todos lados, sabemos que Kratos empezará a aparecer más seguido y tenemos la confirmación de una serie con actores reales que realizará Amazon Prime Video, aunque no tenemos fecha de lanzamiento ni personas involucradas aún.
No me gusta utilizar la palabra “mascota” para este tipo de obras, pero es indudable que hoy por hoy es una de las insignias más grandes de PlayStation en su cartera y el futuro es tan atractivo como desconcertante. God of War es una obra que, siendo sumamente mainstream, logra posicionar un montón de debates que nos debemos como seres humanos en la cabeza de cientos de personas que sin esta franquicia no se encontrarían en esa situación. Ya hubo un agotamiento y lograron reinventar su propia rueda con God of War (2018), ¿podrán hacerlo de vuelta? Solo queda esperar y ver.
Pero entonces, volvamos a las bases… ¿Quién es Kratos? Ante todo, un humano. Todas las aristas que toca la obra de God of War transcurren mediante los sentimientos que habitualmente percibimos como negativos: la ira, el remordimiento, la tristeza. Es una oda a la parte más reprimida del ser humano y una enseñanza directa de que nuestras cicatrices no tienen que ser un castigo para quienes nos rodean.
Kratos es un personaje gris dentro de una obra que tiene más de una lectura. Creo que ese es el valor más grande que le podemos encontrar al personaje. Te puede gustar más o menos, podés sentirte más o menos cerca de la franquicia, pero como toda gran obra dejó su huella en la historia de la cultura pop y siempre se agradece poder abrir un rato la mente y dejarnos llevar por la redención de Kratos (o la nuestra, tras el control).
Primera aparición: God of War (Videojuego, 2005)
Última aparición: God of War Ragnarok - Valhalla (DLC de Videojuego, 2024)
Obra cumbre: God of War II (Videojuego, 2007)