PRIMERAS IMPRESIONES | The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom - Equipo que gana no se toca

La nueva experiencia de Zelda apela a la nostalgia mientras que sigue explotando los elementos cruciales que hicieron a la franquicia ser, una vez más, un hit mundial

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The Legend of Zelda: Echoes
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, de Nintendo.

En un año que, más que nada, representa transición para el ecosistema Nintendo y con mucha presencia de remasters y remakes, The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom es, sin dudas, el lanzamiento más importante de la marca en este 2024. También es un videojuego que lleva expectativa por otros factores: es la vuelta a los isométricos, el primer videojuego original fuera de The Legend of Zelda: Breath of the Wild y su secuela, y por supuesto, la primera vez que utilizamos a Zelda como protagonista.

Motivos sobran para querer jugar The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom y entender qué es lo que este título tiene para ofrecernos de nuevo en una saga que, cuando parece haberlo hecho todo, inventa algo nunca antes visto. Después de haber jugado aproximadamente seis horas de juego, estas son mis primeras impresiones del nuevo título de Nintendo y su icónica princesa de Hyrule.

The Legend of Zelda: Echoes
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, de Nintendo.

Estructuralmente, The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom es literalmente lo que esperábamos. Una evolución de los recursos utilizados en el remake de The Legend of Zelda: Link’s Awakening (2019) aplicando las mecánicas que hicieron tan grandes a The Legend of Zelda: Breath of the Wild (2017) y The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom (2023). Solo con las primeras seis horas, ya hay mucho de qué hablar al respecto. Antes que nada, repasemos lo básico.

En un tutorial que inicia ni bien ponemos el cartucho en la consola, empezamos a manejar a Link con los movimientos básicos de esta experiencia. Sin mucha explicación narrativa, llegamos a un enfrentamiento contra un monstruo (que recuerda al Ganon de los primeros videojuegos) quien tiene secuestrada a la princesa de Hyrule: Zelda.

Después de caer en lo que se conoce como “brecha”, Link logra usar sus últimas fuerzas antes de ser capturado para rescatar a Zelda; y ahí empieza la verdadera aventura. Es la primera vez que utilizamos a ella como protagonista y está llevado de una manera tan natural que pareciera que lo hacemos hace décadas. De hecho, en las horas que llevo jugadas nuestros personajes no saben aún el nombre de Link, lo que demuestra la decisión de darle su merecido lugar a la heroína.

The Legend of Zelda: Echoes
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, de Nintendo.

De ahí en adelante, el sistema y la jugabilidad son básicamente los mismos que hemos visto en títulos anteriores como el ya nombrado The Legend of Zelda: Link’s Awakening o el clásico The Legend of Zelda: A Link To The Past. Zelda encontrará brechas en todo Hyrule y tendrá que ir yendo una por una, dungeon mediante, a cerrarlas y evitar que los monstruos invadan nuestro mundo.

La visual por momentos es desde arriba (haciendo el 2.5D) y en otras situaciones es completamente 2D, dejando cierto cambio de aire a la cámara y dándonos más chance de aprovechar lo audiovisual que no sólo está mega pulido si no que tiene una dirección de arte muy linda de apreciar. La banda sonora, como siempre, es un lujo. Como detalle a tener en cuenta, al igual que la mayor parte de los últimos lanzamientos de Nintendo Switch, en ciertas partes del principio se cayeron bastante los frames. Creo que es el único comentario negativo en seis horas que realmente sorprenden en cada minuto.

La jugabilidad de base se divide en dos partes: la magia y el combate. Casi en todo momento tendremos que apelar a recursos del entorno que podemos copiar y utilizar como queramos, pero también tenemos un modo “espadachina” que cuenta con una barra de energía temporal y nos convierte básicamente en Link, con las habilidades clásicas del personaje y permitiendo el combate cuerpo a cuerpo.

The Legend of Zelda: Echoes
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, de Nintendo.

A todo esto se suma una excelente utilización de las mecánicas que hicieron a Zelda estar en el spotlight últimamente. Todo el tiempo parecería que estuviésemos jugando un The Legend of Zelda: Breath of the Wild 2.5D. El mapa es completamente libre, podemos resolver las misiones (que hay primarias y secundarias) como nos plazca. Incluso muchos iconos como el minimapa, el mapa, el puntero, las misiones, están calcadas del sistema de The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

Por otro lado, y representando las mecánicas principales del título, la forma de resolver cada puzle es prácticamente una réplica de cómo lo hacemos en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. Tenemos a Tri, un acompañante, que nos dio un bastón con el cual podemos replicar objetos del entorno y usarlos a nuestro favor. También podemos hacerlo con nuestros enemigos.

Esto permite que no solo podamos resolver las cosas como queramos, si no que podemos hacerlo de una manera creativa. No hay una única solución a los rompecabezas, y esa máxima parecería ser la regla de oro que utilizará The Legend of Zelda de ahora en adelante. El sistema de no poder pelear “mucho” y tener que invocar a enemigos que ya hemos vencido le da un aire de monstruos de bolsillo a la experiencia, que nunca habíamos visto en Zelda y que se disfruta al máximo.

The Legend of Zelda: Echoes
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, de Nintendo.

En cierto punto, parecería ser un homenaje a toda la historia de Zelda. Sí, tiene todo el apartado libre de Breath of the Wild y muchas mecánicas de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, pero vuelve a tener una estructura clásica de dungeons y la narrativa de los Zelda más primitivos que, habitualmente, siempre fueron evolucionando hacia las consolas portátiles de Nintendo. Incluso al infame Zelda II, con las partes 2D que reivindican fuertemente ese aspecto de la franquicia.

Lo bien trabajada que está la historia en estas primeras seis horas y lo dinámico de la jugabilidad en todo momento hace reflexionar sobre cómo puede ser que la misma empresa esté detrás de este juego y de, por ejemplo, Pokémon Brilliant Diamond. Echoes of Wisdom es, en su base, un homenaje de cómo continuar con los juegos RPG de acción de los ‘90 en la actualidad. Ojalá Dragon Quest, Final Fantasy, Pokémon y muchas franquicias más tengan títulos de este estilo porque vale mucho la pena.

The Legend of Zelda: Echoes
The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom, de Nintendo.

The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom es la confirmación de una etapa de éxito y revolución para lo que representa una de las franquicias más icónicas de los videojuegos. Es aplicar la misma fórmula a otro formato, sin esconderlo y con la intención de dejar en claro que el impacto de The Legend of Zelda: Breath of the Wild llegó para quedarse. No hay dudas de eso. Es demasiado pronto para hacer un análisis complejo y aún así siento que ya estoy jugando hace semanas.

Pocas franquicias tienen la consistencia y la calidad de The Legend of Zelda. Nosotros lo sabemos, sí, pero Nintendo también y se asegura de que cada entrega tenga su particularidad para destacar frente a otros títulos. Estimo que me faltan dos tercios de la aventura, pero The Legend of Zelda: Echoes of Wisdom arrancó con el pie derecho. Me vuelvo a Hyrule para traerles la reseña completa en unos días.

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