Mi amigo el pingüino es una película inspirada en una conmovedora historia real, sobre la amistad entre un pescador brasileño y un pingüino de Magallanes al que rescató de un derrame de petróleo. A través de esta inesperada relación, la película explora temas como el amor, la compasión y el poder de la naturaleza para conectar vidas. El director David Schurmann combina su amor por el océano con un enfoque más característico de una fábula, buscando transmitir una historia universal que llegue a personas de todas las edades y nacionalidades. La producción destaca por el uso de pingüinos reales en lugar de recurrir al CGI, creando un vínculo auténtico entre los animales y los actores.
El elenco internacional está encabezado por Jean Reno y Adriana Barraza, junto a talentos argentinos como Nicolás Francella y Alexia Moyano. Reno describe la historia como un cuento de hadas moderno, mientras que Barraza explora en su papel a una mujer que lucha por recuperar su vida y matrimonio. La película fue filmada en las costas de Brasil y en la Patagonia Argentina, y cuenta con la impresionante fotografía de Anthony Dod Mantle, ganador del Oscar por Slumdog Millionaire.
La película se estrenó en colaboración con la Global Penguin Society, que monitorea la migración de los pingüinos de Magallanes. Esta iniciativa busca concientizar sobre la conservación de la especie, y algunas secuencias fueron filmadas en Chubut, hogar de la mayor población mundial de estos pingüinos. De la mano de BF Argentina, quienes distribuyen la cinta de forma local, pudimos entrevistar a Nicolás Francella y Alexia Moyano, quienes nos contaron su experiencia en esta particular producción.
Te invitamos a ver nuestra entrevista en video, o a leer debajo una transcripción.
—La primera pregunta es medio obligada, tiene que ver un poco con el enorme póster que tienen atrás los dos. Me imagino la emoción y también, como, la ansiedad, ¿no? De encontrarse trabajando en un proyecto que tiene una leyenda del cine como lo es Jean Reno. ¿Qué onda con eso? ¿Cómo se sintieron? ¿Cómo fue cuando se enteraron?
Alexia Moyano: —A mí me pidieron que mande material para hacer el casting y cuando me dijeron que era Jean Reno y Adriana Barraza, que ya estaban confirmados… No lo podía creer. Pero fue real. Sí, sí, fue maravilloso. ¿Vos, Nico, qué te pasó cuando te contaron?
Nicolás Francella: —Y a mí, cuando... Primero me contaron sobre la historia, no la conocía. Y después cuando me dijeron, “Bueno, fijate, seguramente tengas que pasar por un casting, está Adriana, está Jean...”, no estaba entendiendo nada. Así que después, bueno, sí, por medio de un casting y todo, se fue armando. Y también la historia en sí, ¿no? La historia en sí es fantástica, es… Es muy potente. Me fascina la historia, no la conocía. Entonces después también fue otra… Otra data más, ¿no? Para la totalidad del proyecto en sí.
—Hay algo con la historia que si uno la cuenta en una cena con amigos, en un bar… Lo digo en el mejor de los sentidos. Es un nivel emocional y tan cursi que uno diría, “Es una historia completamente inventada que le contás a tu hijita cuando la estás acostando a dormir”. Y termina siendo una historia súper real, en la peli se siente incluso muy sentimental y genuino. ¿Cómo es eso de tener una historia tan sentimental en papel y decir, “Bueno, qué tengo que hacer para llevarlo al plano de lo real”?
Alexia Moyano: —Y, nosotros hicimos lo que teníamos que hacer. O sea, eso, yo creo que… Eso para el director, ¿no? El director tenía este proyecto hace años y él quería contar esta historia. Eso que decís es… Es muy real, que a mucha gente le cuesta creer que es una historia verídica. Le cuesta, y eso le da mucha fuerza a la película, ¿no? Saber que esto no es una historia que… Que estás yendo a ver al cine, sino que efectivamente es una historia basada en hechos reales.
—Bueno, en parte más ya digamos a lo que tiene que ver con su labor de poder interpretar un papel y llevarlo a la vida para ayudar a contar esta historia. Hay dos cosas que siempre me… Que me llamaron mucho la atención mientras veía la película. La primera y principal, que es la más obvia, es ese cambio de chip o manera de interpretar algo en un idioma que no que no es el propio. ¿Cómo...? ¿Cómo se lleva a cabo? Uno tiene que pensar en el otro idioma, transpolar sentimientos. ¿Es como su versión… americanizada?
Nicolás Francella: —Es complejo… Es complejo, es extraño, te vas amigando. Te vas, como, reencontrando, por lo menos yo, con el inglés que tuve la suerte de estudiar toda mi vida. En otro momento conecté de vuelta con una profesora nativa en los últimos años y te vas amigando de vuelta. Pero es complejo, es otra música… Otra forma de terminar la frase… Pensás en tu idioma, hablás en otro… Y es complejo. Pero bueno, teníamos un buen feedback desde la producción americana, como que estaban contentos con el idioma. Por lo menos yo, buscaba un poco de aprobación. ¡Obvio! Viste, como, “Che, ¿se está escuchando bien?” No había una obligación de sonar nativos tampoco.
Alexia Moyano: —No, eso estuvo genial, de la peli, de David y de los productores que lo apoyaron, que cada uno podía tener su acento. A mí particularmente cuando actúo en inglés me gusta porque descubro otras cosas de mí misma. Como... Creo que sondeo por otro lado. Entonces me divierte, siempre. No sé por qué decir la misma frase en distintos idiomas me lleva a dos lugares distintos. Perdón, decir la misma frase en distintos idiomas me lleva a dos lugares distintos. Como, lo que me habilita ese idioma es distinto a lo que me habilita el otro. No sé. Me divierte mucho, me gusta, me desafía. Y con el tema, algo que valoré muchísimo esto de David y de los productores era no exigirnos un acento específico. Realmente éramos dos personas. O sea, Jean Reno, que nació en un lugar, y que lo criaron en otro. Adriana Barraza, mexicana. Muchísimos brasileños. Nico, Rochi y yo, que tenemos los tres acentos distintos. Y todo eso era respetado, o sea, era respetada la diversidad. Y eso a mí me pareció muy… Me asombró. Me asombró y me asombró en un muy buen sentido.
—Es super interesante porque se siente natural, ¿no? Porque no están intentando buscar un inglés con una “pronunciation” perfecta. Y ayuda también mucho a sus personajes, que, sus personajes… Son graciosos a la hora de analizar porque, sin lugar a dudas, villanos no son. No son personas malas, no tienen intenciones malas. De hecho, son personas del palo de la ciencia que están intentando llevar a cabo una investigación y de repente se encuentran, o por lo menos los espectadores nos encontramos… Queriéndolos a ustedes lejos de los personajes principales. A nivel interpretativo, ¿cómo es la búsqueda de retratar una especie de antagonista, pero sin serlo realmente?
Alexia Moyano: —Es que, no sé si nosotros somos antagonistas de… Yo diría que nosotros dos somos un poco antagonistas.
—Bueno, sí. En su relación, sin lugar a dudas.
Nicolás Francella: —Sí, yo como que estoy un poco más escéptico a todo lo que está sucediendo con… Con esta viralización del pingüino. Y ella está mucho más… Conectada, junto al personaje de Rocío. Yo creo que es un poco eso, ¿no? Ambos profesionales, ella liderando una batuta de biólogos, bajando línea y yo… Tratando de… De conectar y no conectar con tu bajada de línea. Creo que es un poco… Eso sí, hay como una especie de… Tensión… Mini-tensión entre nosotros.
Alexia Moyano: —Por dos distintas formas de ver la ciencia, ¿no?
—Y… A la hora de interpretar esos personajes, ¿ustedes lo...? ¿Lo tienen en mente a la hora de interpretar? ¿O son más del estilo de pensar, “No, yo tengo que ser muy, muy fiel a lo que yo creo que mi personaje cree y siente en este momento”? En el sentido de, ¿se preocupan mucho en, “Ok, yo intento dar esta imagen porque esto es lo que quiere el director”? ¿O creen que esa imagen nace por intentar interpretar fielmente al personaje o a esta persona que ustedes creen que es?
Alexia Moyano: —Yo creo que es una, no sé vos, Nico, pero yo creo que es una conjunción que uno hace… En conjunto con el director, ¿no? Vos te imaginaste una cosa, él te dice otra… De golpe leíste esto otro, de golpe viste esto otro, de golpe entraste en contacto con el verdadero pingüino… De golpe estamos nosotros efectivamente en la escena dialogando. Bueno, y ahí va surgiendo la verdad, ¿no?
Nicolás Francella: —No, no, coincido, y después… En base al guión y en base a lo que hay, y eso mismo trabajarlo con el director. Pero creo que David tenía también muy, como te digo, así como tenía estudiado de querer trabajar 100% con pingüinos reales y venía estudiando un poco su mundo hace 6 años. Creo que también tenía muy claro lo que quería… Contar y filmar con la película y… Con nosotros.
—¿Ya conocían algo del trabajo de David previamente a la película?
Alexia Moyano: —Yo no, pero vi su película. Vi su película previa que es basada también en una historia real. Porque la familia de él tiene, bueno, “Voice of the Oceans”. Y… Y él tuvo, bueno, una hermana, que si ves la película en realidad, tampoco la voy a spoilear… Él le contó una pequeña historia de su familia en la película. Y cuando la vi realmente afirmé que quería ser parte del proyecto porque vi su humanidad ahí.
—¿Y después cómo fue trabajar con David efectivamente?
Nicolás Francella: —¡Bien! Sí. Repito “pingüino” porque realmente es… Protagonista, y yo creo que muchas veces antes de llegar al set tratábamos de tener… Casi, la mayoría de las cosas resueltas y para… Para despejar todas las dudas posibles porque… Sinceramente era el momento de… Del pingüino y había que estar haciendo foco ahí. Y que nosotros tratemos de llegar al set con… Casi todo resuelto, por lo menos.
Alexia Moyano: —A quien había que cuidar era a nuestro pingüino, pero David realmente tenía una manera de estar en set y fuera del set. Una personalidad, un carisma, una dirección, un conocimiento que te generaba confianza. Te generaba que tenía confianza en vos, confianza en los actores que había elegido, confianza en el equipo que había formado y en lo que estaba contando. Y entonces el set… Él estaba, estaba chocho. Estaba feliz. Un set que tenía todo para ser caótico, no lo era. Era armonioso.
—Claro, qué loco porque es verdad, llega un momento donde es, “Bueno, dependemos de que este pingüino...” entre comillas, esté de buenas para que podamos sacar las tomas que hay que hacer. Y eso ustedes, como actores y actriz, los deja en una posición de intentar hacer todo lo mejor posible para...
Nicolás Francella: —Para que nosotros no seamos la traba.
—Completamente, que sea solo el pingüino.
Nicolás Francella: —Total. No, y en el momento que… Si se trababa un poco la situación o la acción para el pingüino, era un poco... Muy en detalle, había rotación y capaz alguno estaba, no sé… Con menos sueño...
—No se sentía cómodo.
Nicolás Francella: —Totalmente, totalmente.
Alexia Moyano: —Sí, había varios pingüinos y entonces iban rotando.
—Es de esas cosas lindas me imagino que tiene su trabajo que es de repente, un día interpretan a una persona que está más recluida en un departamento, en una oficina, y de repente están jugando con pingüinos.
Alexia Moyano: —Exacto.
Nicolás Francella: —Total.
Alexia Moyano: —Genial.
—Suena muy divertido y la película es realmente muy hermosa, de nuevo, es una película que si yo... Alguien me contase la trama, digo, “Jajaja” y después la ves y terminás muy emocionado por el encuentro de un señor y un pingüino que hace un viaje monumental siempre, cree uno, para ver al señor. Les hago la última pregunta así ya los dejo ir tranquilos. Es medio termo la pregunta, no digo que no, pero no puedo evitar pensarlo si a mí me pasara en esa situación. ¿Hay algún sentimiento...? Pueden decirme completamente que no y lo entiendo, pero de estar representando a algo argentino al interpretar justamente a personajes, por lo que tengo entendido, argentinos que encima son ustedes dos que son argentinos. ¿Hay algo de decir como, “Bueno acá tengo una chance de dejar una marquita argentina, o de mi visión argentina en algún lado”?
Alexia Moyano: —Yo estaba muy orgullosa de ser una bióloga patagónica argentina. Y para mí eso… Eso se traslada. Sí.
Nicolás Francella: —No, yo creo que no, bah, yo creo que… No, yo creo que no. Pero sí fue como muy disfrutable la Patagonia en sí, ¿no? En Brasil tuvimos los interiores, pero la Patagonia, y estar ahí y sentirnos como...
Alexia Moyano: —Yo soy patagónica, Nico.
Nicolás Francella: —Vos sos patagónica además, ya sé.
Alexia Moyano: —Entonces, claro, ahí yo tenía...
Nicolás Francella: —Como locales estábamos ahí.
—Obvio, no, igual también entiendo eso de, “Bueno, yo interpreto un personaje y es realmente a mí lo que me interesa es habitar esta persona y llevarlo… Claro, más universal fue lo tuyo. Completamente, y es… Súper, súper valorable también. Sin mucho más, muchas gracias por esta charla. Me gustó un montón la película, en serio, esto ya es más un poco “off the record”. Cuando leí, de nuevo, cuando me dieron la sinopsis, dije, “¿Qué es esto?”... Y terminé muy involucrado y sintiéndome muy sensible por un maldito pingüino y un grupo de seres humanos. Y eso en parte también es por su excelente trabajo, así que súper felicitaciones.
Alexia Moyano: —Muchas gracias.
Nicolás Francella: —Mil gracias, mil gracias. Un gusto.