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Juegos que cambiaron la historia #8 | Mass Effect
Todo niño y niña sueña alguna vez sobre cómo sería su vida en el espacio, qué hay en otros planetas y cómo se verían los extraterrestres si realmente existieran. Producciones como Star Wars y Star Trek entre muchas otras transformaron esos sueños en piezas audiovisuales que alimentaron aún más la idea del espacio como un lugar donde pueden reinar aventuras y secretos por descubrir.
Lo desconocido siempre es cautivante y el espacio es ese lugar que se encuentra cerca y, al mismo tiempo, lejos de nuestra comprensión por lo que las obras relacionadas a estas temáticas siempre fueron llamativas. Ya sea a través de películas, cine, series o novelas, la ópera espacial siempre tuvo una gran audiencia y también muchas se convirtieron en piezas que marcaron a generaciones.
Como no podía ser de otra forma, los videojuegos también fueron un lugar para explorar esta temática y cuenta con un montón de exponentes. Sería imposible nombrar a todos pero, en este caso, me voy a centrar en la franquicia que, para mí, mejor cumple con la fantasía de vivir aventuras espaciales y cuya relevancia en la industria fue gigante al ser pionera en muchos aspectos: Mass Effect.
Cabe destacar que la saga consistió en el lanzamiento de tres juegos: Mass Effect (2007), Mass Effect 2 (2010) y Mass Effect 3 (2012) siendo, a mi parecer, la segunda entrega la más destacada por el desarrollo de su narrativa y la evolución de la jugabilidad con respecto a la primera. De todas maneras, en esta nota hablaré de la franquicia en general ya que todas conforman la misma historia. Por otro lado, en 2017 salió Mass Effect: Andromeda pero se trató de un lanzamiento independiente por lo que no lo voy a considerar.
La trilogía de Mass Effect tiene todos los componentes que un aventurero espacial desea tener: una historia increíble, un repertorio de personajes carismáticos, exploración y un montón de planetas con sus seres que tienen su propia cultura, tradiciones y formas de vida. El universo que creó Mass Effect es inmenso y rápidamente se convirtió en uno de los títulos más queridos de la generación.
A grandes rasgos, el juego nos lleva a un futuro donde la galaxia está dividida entre un montón de civilizaciones. Nosotros nos ponemos en la piel de el o la comandante Shepard que, junto a nuestra tripulación y nuestra querida nave Normandía, nos adentramos a distintos problemas intergalácticos y nos enfrentamos a peligros que acechan a la galaxia en general.
La magia de Mass Effect radica en la combinación de elementos de shooter en tercera persona con RPG. Hay opciones de diálogo y nuestras acciones traen consecuencias para toda la historia. La esencia principal del juego es la sensación que brinda a los jugadores de estar realmente al mando de las problemáticas y situaciones qué ocurren dentro del juego. A esto, se le suma un elenco de personajes alucinantes con sus propias historias y con quienes podemos entablar distintos tipos de relaciones.
No tengo ninguna duda de que quienes hayan jugado a la franquicia aún guarden cariño o recuerden a Garrus, Miranda, Wrex, Jack, Mordin y Liara entre muchos otros. Algo fantástico de Mass Effect es que, entre misión y misión, podemos recorrer la Normandía para entablar conversaciones con la tripulación lo que desencadena en una evolución en la relación y también en conocer el trasfondo de cada uno de ellos que siempre es interesante.
El mundo de Mass Effect está vivo y en todo momento te hace sentir que estás dentro de una aventura espacial pero, esta vez, no de manera pasiva como puede ser con una película o serie sino siendo parte de manera activa tomando decisiones, explorando planetas y conociendo y formando relaciones con distintos seres y sus culturas.
Otro de los aspectos que desarrolló la saga y que después fue adoptando la industria de los videojuegos es el sistema de moralidad. Según las decisiones que tomamos con Shepard obtenemos puntos de rebeldía o de virtud que también afecta a la narrativa del juego y al modo en que se resuelven algunos conflictos. Por más de que el sistema hoy en día se pueda catalogar como limitado ya que no permitía muchos matices, en su momento fue una gran implementación e impulsó que muchos videojuegos lo adoptaran en el futuro.
El universo de Mass Effect es inmenso y, aún al día de hoy, pocas sagas lograron crear una comunión tan latente como esta. Por más de que hace muchos años que no tenemos lanzamientos a la altura de esta franquicia, su comunidad sigue más vigente que nunca. Incluso, todos los 7 de noviembre se celebra el N7, una conmemoración al juego por su nomenclatura que hace referencia al código de la tripulación.
Este apego entre comunidad y obra lo logró no sólo por ser un gran videojuego con una gran historia sino por la gran cantidad de personajes, personalidades y culturas presentes. La saga se volvió una celebración de la diversidad e, incluso, los romances posibles dentro de cada juego forman también una parte muy importante de su experiencia. Mass Effect logra hacernos sentir que dentro del juego estamos hablando con personas y no con NPCs.
Por más de que muchos momentos nos lo pasemos en combate y es otro de los apartados en los cuales el juego brilla, lo que lo hizo trascender es la construcción de su mundo y su inmersión. El juego cuenta con momentos dramáticos y giros argumentales que nos sorprendieron a todos.
El combate está presente en toda la saga y es básicamente un shooter en tercera persona con cobertura con el agregado de que suma elementos de rol. Por ejemplo, que nuestros personajes tengan puntos fuertes, puntos débiles y distintas habilidades que nos pueden servir de distintas maneras según el tipo de enemigo. Las mecánicas de combate fueron de menor a mayor en la saga siendo la primera la más limitada y la tercera el punto más alto.
Sin embargo, en 2021, el primer Mass Effect tuvo su remasterización y optimización llamada Mass Effect: Legendary Edition que mejoró este apartado sustancialmente haciéndolo más que recomendable para jugar hoy en día. Por este motivo, si todavía no tuviste la oportunidad de adentrarte en el hermoso universo de Mass Effect todavía estás a tiempo ya que estamos hablando de una de las aventuras espaciales más icónicas de la industria.
En definitiva, Mass Effect es una de las mejores aventuras espaciales en los videojuegos y uno de esos títulos que logran tocar, de alguna manera, el corazón de todos los jugadores que hayan pasado por él. Yo, como muchos, aún soñamos con un nuevo lanzamiento de la saga que esté a la altura de las circunstancias y que nos vuelva a reencontrar con la Ciudadela, el Afterlife y con un montón de lugares icónicos de su universo.