Deadlock, el nuevo título multijugador de Valve que se encuentra en una beta semiabierta es uno de los juegos que más llamó la atención en el último tiempo. Aún sin tener una fecha de lanzamiento establecida, el título ya cuenta con un gran caudal de jugadores simultáneos y tanto creadores de contenido como jugadores profesionales ya se volcaron hacia él.
Desde ya, que Valve sea el nombre detrás de Deadlock explica parte de su éxito, ya que estamos hablando de una compañía que tiene gigantes exponentes multijugador como Counter-Strike y Dota. Por este motivo, cualquier juego que posea el sello Valve seguramente tenga la mirada inicial de miles de jugadores. Sin embargo, Deadlock se posiciona como algo más, como un juego único que puede modificar el tablero de los juegos competitivos.
A grandes rasgos, Deadlock es un hero shooter y, como tal, tiene una fuerte relación con el género MOBA. Sobre este punto me interesa señalar que todo hero shooter tiene, en mayor o menor medida una relación con los MOBA. La idea de que cada personaje tiene sus propias habilidades, fortalezas y debilidades no es lo único que los unen sino también distintos conceptos como el trabajo en equipo, la química entre la composición de los personajes y, sobre todo, algunas ideas del combate.
Por ejemplo, un aspecto fundamental de ambos géneros es la correcta decisión de sobre a quién hay que proteger y en quién concentrar todo el daño. No es lo mismo utilizar todos nuestros recursos para atacar a un personaje tanque pensado para resistir que buscar eliminar a los soportes y personajes de daño del equipo rival. Por más de que parezca algo menor, estos detalles son los que terminan marcando la diferencia y siendo un punto de encuentro entre los hero shooter y los MOBA.
Toda esta breve introducción es para plantear que el gran diferencial que tiene Deadlock con respecto a otros exponentes en la industria de los videojuegos es que no solo no oculta su relación con los MOBA sino que lo adopta y lo hace propio dando como un resultado un juego que utiliza muchísimos conceptos más de MOBA que de shooter. Por más de que disparar sea parte fundamental de la experiencia, hay otros elementos que reinan en el juego y que lo vuelven una propuesta diferente.
En esta entrega, tenemos que juntar almas eliminando creeps (o minions si venís de League of Legends), presionar líneas, tirar torres, eliminar a enemigos neutrales y hasta comprar ítems en una tienda que modifican el poderío de nuestros personajes. Por todos estos motivos, disparar bien no garantiza el triunfo sino que hay que tener en cuenta muchos más elementos.
Hasta el momento, tengo más de 30 horas en el título y lo que más me impresiona es que es un juego que funciona. Deadlock es un título complejo con muchas mecánicas disponibles y una curva de aprendizaje que puede ser abrumadora. Sin embargo, una vez que das el primer paso todo comienza a tener sentido y lo caótico de su experiencia pasa a ser lógico. Partida a partida, se obtiene una extraña sensación de que cada vez se entiende el juego un poco más y de querer volver a jugar para entender o mejorar alguna otra cuestión.
Desde el momento que Valve anunció oficialmente el juego y dejó atrás su beta oculta, se comenzó a señalar a Deadlock como el hero shooter que finalmente puede derrocar el lugar de Overwatch como el juego más exitoso del género. En los últimos años en la industria de los videojuegos salieron un sinfín de títulos con este objetivo donde la mayoría no logró establecerse y mucho menos superar al juego de Blizzard por más de que venga de capa caída.
El último caso emblemático es el lanzamiento de Concord y su rápido fracaso que lo llevó a cerrar sus servidores. A mi parecer, no veo a Deadlock como un título que compita con la atención de los jugadores de Overwatch u otro título del estilo sino más bien un juego pensado para un público que tenga experiencia en los MOBA y con esto, formar una nueva comunidad.
Incluso, podríamos mencionar a Smite como competidor siendo un juego más cercano a esta experiencia, debido a que se trata de un MOBA en tercera persona sin tantos elementos de shooter. De lo que no hay dudas es de que Deadlock va a pisar fuerte en la industria y Valve tiene una interesante oportunidad de crear una experiencia diferente que aún sin ser lanzada ya parece tener una gran proyección.
A todos aquellos que lo ven con buenos ojos pero todavía no decidieron si van a jugarlo o no, los aliento a hacerlo, ya que más allá de la curva de aprendizaje que el juego pueda tener, es una propuesta de la que vale la pena interiorizarse. Esto teniendo en cuenta que no se trata de un shooter frenético con héroes sino que utiliza otra estructura con partidas largas donde es más importante conocer los tiempos del juego, las líneas y escalado de los personajes que saber disparar.