Después de cinco años, The Umbrella Academy finalmente ha llegado a su fin. La serie basada en los cómics del reconocido cantante Gerard Way estrenó su cuarta y última temporada en Netflix, mostrándonos el final de la historia de la familia Hargreeves y la Academia Umbrella.
Para celebrar el final de la serie tuvimos la oportunidad de conversar con Tom Hopper, quien interpreta a Luther Hargreeves, y Robert Sheehan, quien interpreta a Klaus Hargreeves. Los actores nos contaron como separan el trabajo de sus vidas, qué buscan hacer con su tiempo libre, y más.
Te invitamos a ver nuestra entrevista en video, o a leer una transcripción.
Robert Sheehan: —¡Hola! ¡Buenos días!
—¡Hola, chicos! ¡Buen día! ¿Cómo están?
Robert Sheehan: —Muy bien, muy bien. Café y té gratis, snacks cuando queramos… Eso siempre es agradable.
—Eso es realmente genial. Me encanta que estén tan cómodos. Así que, están relajados, podemos hacer como que estamos tomando un café juntos.
Tom Hopper: —Por favor, sí, debemos hacerlo.
Robert Sheehan: —¿Qué dice tu sweater? “Quemado”, ¿verdad?
—Oh, dice “libro del mal”, en realidad.
Robert Sheehan: —¿”Libros quemados”? Las cosas dieron un giro extraño…
—No, no libros quemados, no… Es una referencia de la cultura pop. Bueno, chicos, lo primero de todo, hola, felicidades. Soy Ana Manson de Argentina. Y Robert, una amiga mía te conoció hace un tiempo atrás. Ella fue a visitarte al teatro en Galway.
Robert Sheehan: —¿De veras? Me haré una prueba de paternidad, no hay problema. Me haré una prueba de paternidad si comprueba que no tengo que pagar por la manutención.
—Probablemente sea una buena idea. ¿Cómo gestionas tu trabajo entre el teatro y la serie?
Robert Sheehan: —Bueno, ya sabes, dejo espacio entre ellos. Descomprimir para volver mi cabeza a un punto neutral antes de entrar en, digamos, si se trata de una obra, una sala de ensayos, que puede ser muy intensa. Y he hecho dos obras en los últimos cuatro meses, entonces he estado en muchas salas de ensayo. Es como dar a luz lentamente en una sala de ensayo porque tienes, en el caso de la última obra, diez actores. Un diálogo, muy, muy específico, un ritmo muy específico. Así que todos tienen que aprender sus líneas y aprender las señales. Eso lleva semanas, ya sabes, de hacerlo mal. Así que puede ser como estar de parto, aunque no es que yo sepa mucho de eso. Le digo a una mujer que es como estar de parto.
Tom Hopper: —Es exactamente como eso.
Robert Sheehan: —Tú no entenderías esta agonía que he experimentado. Pero… Es cuestión de pensar en darte suficiente tiempo y espacio, cosa que no he hecho en los últimos seis meses. Pero bueno, ahí lo tienes, todos seguimos vivos.
—¿Y tú, Tom? ¿Deseas tomarte algo de tiempo y espacio después de haber sido Luther por tanto tiempo? Durante tantos años, en realidad.
Tom Hopper: —Sí, quiero decir, una gran parte para mí, de tomarse el tiempo después de cualquier rodaje, es volver y pasar tiempo con mi familia porque estoy lejos de ellos durante tanto tiempo mientras estoy filmando que tengo que reinvertir mucho tiempo. Pero también me gusta descomprimirme un poco entre cada trabajo y volver a ser Tom, un poco. Recordar cómo es ser simplemente Tom. Ser un padre y un esposo, y simplemente hacer el día a día, cosas como esas. Fue bastante interesante, el año pasado, después de que terminamos el rodaje, la huelga de actores sucedió cuando nosotros terminamos. Así que en cierto punto, casi me dijeron, “tienes que ir y no hacer nada, simplemente ser Tom y estar allí”. Así que fue realmente agradable para mí hacerlo, especialmente porque era el final de la cuarta temporada, la temporada final, para poder olvidarlo por un tiempo. Así que sí, disfruto haciéndolo. Una gran parte de mi tiempo libre y mi disfrute es pasar tiempo con mi familia, sí.
—Bueno, chicos, muchas gracias. Han hecho un trabajo increíble y sus personajes son los más alegres. Y veo que ustedes también. Felicitaciones.
Tom Hopper: —Lo intentamos.
—Sí, esa es una gran actitud para la vida.
Robert Sheehan: —Dile al Presidente Motosierra que voy a ir a buscarlo.
—Lo haré, lo haré. ¡Adiós, chicos!