El universo de Destino Final dice presente en Max: un repaso a las películas de la longeva saga de terror

La saga que presentó algunas de las muertes más violentas y creativas del cine regresará a las salas con una sexta entrega titulada Final Destination: Bloodlines

Guardar
La saga de Destino final se compone de cinco películas estrenadas entre 2000 y 2011
La saga de Destino final se compone de cinco películas estrenadas entre 2000 y 2011

A lo largo de poco más de una década, la saga de Destino Final supo dejar su huella dentro del cine de terror gracias a su propuesta única sobre la inevitabilidad de la muerte. Aunque algunas películas fueron mejor recibidas que otras, todas han contribuido a crear un legado en el cine, explorando de manera aterradora los destinos más catastróficos y presentando algunas de las secuencias de asesinatos más creativas de los últimos años.

Con una nueva película en camino que será lanzada para el vigésimo quinto aniversario de la saga, hoy en Malditos Nerds repasamos los diferentes largometrajes presentes en Max, lo que estos ofrecieron al género y por qué siguen siendo relevantes para algunos fans del terror.

Destino Final (Final Destination, 2000)

Devon Sawa en Destino final (2000) - Créditos: New Line Cinema
Devon Sawa en Destino final (2000) - Créditos: New Line Cinema

La película que dio inicio a la franquicia, Destino Final, dirigida por James Wong, se convirtió en un fenómeno instantáneo. Su historia sigue a un grupo de adolescentes que sobreviven milagrosamente a un accidente aéreo después de que uno de ellos, Alex Browning (interpretado por Devon Sawa), tiene una premonición y logra salvarlos. Sin embargo, la muerte no puede ser engañada, y uno por uno, los sobrevivientes comienzan a morir en macabras y elaboradas secuencias.

La primera entrega fue aclamada por su premisa original y su capacidad para generar tensión a través de escenas que jugaban con las expectativas del público. Aunque recibió críticas mixtas, el concepto de la película la hizo destacar y estableció las bases para lo que sería una saga de culto. Además de Sawa, la película contó con la actuación de Ali Larter, Kerr Smith y Tony Todd, este último interpretando al icónico personaje de William Bludworth, una figura enigmática que conoce los secretos de la muerte.

Destino Final 2 (Final Destination 2, 2003)

Destino final 2 (2003) - Créditos: New Line Cinema
Destino final 2 (2003) - Créditos: New Line Cinema

Tres años después de la primera entrega llegó una secuela con David R. Ellis de Serpientes en el avión (Snakes on a plane, 2006) en la dirección. Con Sawa dando un paso al costado, Destino Final 2 sigue a Kimberly Corman (A.J. Cook), una nueva protagonista que, repitiendo la fórmula, tiene una visión de un accidente de tráfico masivo en una autopista. Esta premonición, le permite salvarse a sí misma y a otros conductores, pero no son todas buenas noticias ya que los sobrevivientes pronto descubren que la muerte los sigue acechando.

Destino Final 2 es conocida por llevar a otro nivel la creatividad en las secuencias de muerte, algo que se convirtió en una marca registrada de la saga. La película fue bien recibida por los aficionados principalmente porque abraza mucho más el humor negro, el tono absurdo y su contenido gore.

Destino Final 3 (Final Destination 3, 2006)

Destino final 3 (2006) - Créditos: New Line Cinema
Destino final 3 (2006) - Créditos: New Line Cinema

En Destino Final 3, James Wong, director de la primera película, traslada la acción a un parque de atracciones, donde Wendy Christensen (Mary Elizabeth Winstead) tiene una premonición de un accidente mortal en una montaña rusa. La película sigue la fórmula establecida por sus predecesoras, con los sobrevivientes enfrentándose a muertes elaboradas que desafían la imaginación.

Aunque algunos críticos señalaron que la fórmula ya se estaba haciendo repetitiva y que esta película comenzaba a mostrar signos de desgaste, Destino Final 3 logró atraer a un público considerable, recaudando más de 117 millones de dólares en taquilla a nivel mundial, un éxito financiero que demostró que la franquicia aún tenía potencial.

La película también se destacó por su innovador uso de la tecnología en su lanzamiento en DVD, donde los espectadores podían elegir cómo se desarrollaban algunas escenas, lo que ofrecía una experiencia interactiva única.

Destino Final 4 (The Final Destination, 2009)

Destino final 4 (2009) - Créditos: New Line Cinema
Destino final 4 (2009) - Créditos: New Line Cinema

Como ya ocurrió con otros clásicos del género en el pasado, a la franquicia le llegó el momento de revitalizarse, de manera que las macabras muertes se llevaron a un nuevo nivel con el uso de la tecnología 3D. Esta película, también presente en el catálogo de Max, a su vez contó con el regreso del director David R. Ellis.

La historia sigue a Nick O’Bannon (Bobby Campo), quien tiene una visión de un accidente en una pista de carreras, lo que permite a él y a otros sobrevivientes escapar de la muerte... pero como es de imaginarse, no estarán a salvo por mucho tiempo. Esta entrega volvió a ser un éxito en recaudación, pero obtuvo críticas menos favorables en comparación con las entregas anteriores ya que, para muchos, el uso de las nuevas tecnologías no llegaba a compensar la falta de innovación en la narrativa.

Destino Final 5 (Final Destination 5, 2011)

Destino final 5 (2011) - Créditos: New Line Cinema
Destino final 5 (2011) - Créditos: New Line Cinema

Dirigida por Steven Quale, Destino Final 5 es la quinta y última entrega estrenada hasta la fecha. Esta última propuesta presente en el catálogo de Max logró revitalizar la franquicia al conectar directamente con la primera película en un giro final que sorprendió a la audiencia. La trama sigue a un grupo de empleados que sobreviven al colapso de un puente gracias a la premonición de Sam (Nicholas D’Agosto). A medida que la muerte los persigue, descubren nuevas formas de evitar su destino, aunque no todo es lo que parece.

La película fue elogiada por su creatividad y por darle un cierre satisfactorio a la saga, al mismo tiempo que dejaba la puerta abierta para posibles futuras entregas.

Guardar