En un momento donde los reality show vuelven a tener el impacto que tuvieron en su época dorada, Telemundo Internacional anuncia el estreno exclusivo en Latinoamérica de la nueva tercera temporada de “Top Chef VIP”, el reality de competencia gastronómico más importante de la región que, entre sus participantes, tiene a José Luis “El Puma” Rodríguez, el aclamado cantante venezolano de renombre internacional con más de cuatro décadas en la música.
La conducción de Top Chef VIP viene de la mano de la aclamada actriz colombiana Carmen Villalobos, quien ha participado en telenovelas y series como Sin Senos No Hay Paraíso, El Final del Paraíso o Café con aroma de mujer, entre otras. En esta oportunidad, pudimos charlar con ella y preguntarle sobre la comida y la cocina, qué lugar ocupan en su vida, así como también sobre las diferencias entre ser actriz y conductora de un reality lleno de famosos.
Te invitamos a ver nuestra entrevista en video, o a leer una transcripción debajo.
—¿Qué te motivó a aceptar ser host de “Top Chef VIP”?
Carmen Villalobos: —Te puedo decir que siempre en mi carrera me ha gustado retarme, ¿sabes? Siempre me ha gustado hacer cosas diferentes, y cuando Top Chef VIP toca mi puerta, yo venía incluso de presentar premios Tu Música Urbano en Puerto Rico, que son unos premios increíbles en vivo, en directo, que bueno, son tres horitas nada más, ¿no? Pero ya como tal de hacer un reality show, ya por tantos meses era otra cosa.
De verdad que al día de hoy que estamos en la tercera temporada te puedo decir que ha sido de las mejores decisiones. Ha sido un show maravilloso desde la primera temporada hasta esta que es la tercera. Me lo he disfrutado, he conocido gente maravillosa, celebridades maravillosas, me han quedado amigos, he viajado por muchas partes, he comido. Así que nada, es muy bonito, yo estoy muy agradecida con este proyecto.
—¿Con qué desafíos te encontraste durante el programa?
Carmen Villalobos: —Yo creo que el desafío más grande es vivir el día a día. ¿No? Porque es un reality show. Yo, obviamente, en una novela, en una serie, yo grabo de atrás para adelante, de adelante para atrás, del medio para atrás, del medio para adelante. O sea, grabo desde cualquier punto de partida, del libreto. ¿No? Aquí no. Aquí tienes que fluir con el día a día. Si un cocinero se enfermó, si un participante se cortó, la grabación se tiene que detener, no se puede seguir. Si llovió, hay que parar. Si pasó algún contratiempo, hay que parar, porque se graba por orden cronológico. Aquí no puedes decir “ay, yo voy a grabar el capítulo que viene en cinco días para tenerlo listo”. No, esto es el día a día. Entonces, digamos que ese tiempo en la cocina, en el camerino, como ese tiempo es de las cositas como más complicadas de sobrellevar, pero nada del otro mundo.
—¿Cómo fue pasar de la actuación a un reality de cocina?
Carmen Villalobos: —Es muy loco uno conocer a las figuras que entran a ser parte de la temporada, ¿no? Y conocerlos, no sé, como actor, como actriz, como cantante, como... creador de contenido, como comediante, y ya verlo en la cocina y ver que la cocina puede sacar tu parte buena, pero al mismo tiempo tu parte no tan buena, y ver que al final también son seres humanos. Lo que pasa es que tú los tienes como en una concepción, este… No sé, podría decirse diferente, porque es lo mismo que me pasa a mí. A veces la gente cree conocerme por las novelas, pero es que en las novelas ven un personaje.
Es lo mismo. Aquí llegan 20 participantes, cada uno con su carrera, pero realmente es eso. Entonces, verlos como en la intimidad de la cocina, ver sus historias, conocerlas, ver cómo se desploman, se desgarran, recordando historias tristes o cosas alegres de su vida. Hay unos que se abren un montón y nos dejan entrar a su corazón, a su mente. Hay otros que son, ya sabes, ponen más barrera, ponen una pared. Entonces, como esa parte linda y no tan linda del ser humano que tenemos todos. Es muy bonito, muy bonito poderlo palpar aquí, y yo creo que es de las cosas que rescato en esta parte de la presentación y de mi carrera en este momento.
—¿La cocina es parte de tu día a día?
Carmen Villalobos: —La cocina no era parte de mi vida para nada. Soy muy comelona, me encanta la comida, amo, disfruto mucho comer, casi siempre tengo hambre, casi siempre estoy pensando en comida. Yo estoy desayunando y ya estoy pensando en qué me voy a cenar, o ya estoy pensando qué voy a desayunar al otro día. O sea, de verdad que es una cosa que me gusta, me gusta comer y lo disfruto. Pero no, no, la cocina no estaba ahí como en mi radar, y también para mí ha sido muy bonito ese descubrimiento hacia la cocina. Realmente sí ha despertado cosas muy bonitas en mí, como ese interés de saber más, de querer aprender a cocinar ciertos platos. Así que sí, ha sido también muy bonito para mí esa parte.
—¿Qué estilo de cocina o plato te gusta?
Carmen Villalobos: —Yo soy, digamos que básica a la hora de comer, como lo que sea. La verdad hay ciertas cosas que no como, pero porque me dan alergia, o algo así. Pero a la hora de comer yo disfruto desde lo más simple hasta lo más complejo. O sea, ahorita que, por ejemplo, hay comida molecular y salen estos platos de una cosa y de la otra y dices “wow”. Pero esa comida queda uno como con hambrecita. Pero no, yo creo que la comida tradicional siempre va a estar aquí en el corazón, lo mío, las arepitas de mi mamá. Ese es un reto que tengo por delante. Por ejemplo, aprender a hacer arepas, de las arepas que hace mi mamá. Que uno las ve sencillas, pero, ¡pam!, tienen su ciencia.
—¿Cómo fue trabajar con otras celebridades en el programa?
Carmen Villalobos: —Es increíble. Mira, aquí pues hemos tenido de todo durante estas tres temporadas. Y lo más bonito es que al momento de llegar a la cocina, como que todos están al mismo nivel. No hay... esos egos de que “yo soy más”, o “yo soy más conocido que tú”, o “tú hasta ahora estás empezando”, o “yo soy más porque soy actor y tú no”. No, realmente han sido tres temporadas donde los tres grupos han estado muy parejos en cuanto a eso. Y eso se agradece mucho.
Ha sido un grupo que, por supuesto, ha tenido conflictos, peleas. Ellos se quieren matar a la cara del chongo y toda la cosa. Pero, pues, es normal. O sea, son muchas horas. Disfrutando, compartiendo, lejos de sus familias, lejos de sus casas. Porque es que ellos, cuando están en la competencia, ellos no van a dormir a sus casas. Ellos están en un hotel y, pues, son muchos meses, ¿sabes? Son demasiados meses lejos de sus seres queridos. Entonces, es normal que de vez en cuando sucedan cosillas.
—¿Cuál es la diferencia entre ser host de reality y actriz de TV?
Carmen Villalobos: —Te voy a decir algo y lo pensaba mucho hace unos días. Cuando estás conduciendo, va a sonar raro, pero cuando estás conduciendo eres tú. O sea, eres tú con tu vida, con tus gustos, con tus cosas. Cuando estás actuando, no solamente tienes que cargar contigo, sino que tienes que cargar con otro ser humano. Entonces, es... Otro ser humano pensando, caminando, comiendo, sintiendo. O sea, es otro. Entonces, son dos seres humanos encima tuyo prácticamente todo el día por cinco o seis meses. Es muy cansador, es muy agotador.
Yo, digamos que después de las jornadas de Top Chef VIP, llevo a mi casa y me desconecto. Cuando estoy actuando no, yo llego a mi casa a seguir estudiando lo que viene al otro día, preparando mis escenas. En la presentación de Top Chef VIP no sucede eso. Yo llego todos los días, me entregan mi libreto de lo que va a suceder, tenemos una reunión de preproducción, y ahí voy haciendo mis anotaciones y todo. Pero actuando sí es como cargar con otro ser humano y eso es muy agotador.
—¿Qué te deja la experiencia en Top Chef VIP que la actuación no?
Carmen Villalobos: —Digamos que es muy parecido, es muy parecido porque también estoy encerrada en un estudio, también son muchas horas de grabación, también hay mucho tiempo de espera. Digamos que la dinámica es muy parecida, es muy parecida, es un ambiente al que ya estoy acostumbrada. Estoy acostumbrada a las luces, estoy acostumbrada a las cámaras, no es ajeno a mí, ¿no? Pero sí tiene como ese... Esa cosita un poquito más liviana que la actuación, pues porque no estás cargando como con otro personaje. Pero me he divertido mucho, le ha pasado increíble. He conseguido amistades hermosas que sé que me van a durar para toda la vida. He podido viajar, he podido comer mucho, probar muchas cosas, entonces... Realmente es un reality que amo con todo mi corazón.