Flintlock: The Siege of Dawn saldrá el 18 de julio, y se trata de un juego de acción en tercera persona que toma varios elementos de los soulslike pero que, lamentablemente, no logra generar una identidad clara. El título fue desarrollado por el estudio independiente de Nueva Zelanda, A44 Games, y saldrá en PC, PlayStation 5 y Xbox Series.
La narrativa nos lleva a las tierras de Kian donde la entrada al Gran Abismo que separa el mundo de los vivos con el de los inertes y los dioses fue destruído. Por este motivo, los sobrevivientes y el ejército de la Coalición se encuentran en una guerra constante por defender sus tierras.
Nosotros nos pondremos en la piel de Nor, miembro del ejército, y tenemos el objetivo de restaurar la paz para lo cual necesitamos derrotar a los distintos dioses. No estamos solos ya que durante nuestra aventura nos acompaña Enki, un misterioso ser con forma de zorrito, que puede hablar con nosotros y también realizar magias que nos ayudan en nuestra travesía.
Al mejor estilo God of War con Mimir y Atreus, Enki será fundamental tanto para las batallas como para mantener un ritmo interesante en el juego y alguien con quien hablar de los acontecimiento que van sucediendo. Obviamente, a medida que avancemos en la historia, conocemos más de Enki y de los misterios detrás del Gran Abismo.
Si bien la historia no es nada de otro mundo, está bien desarrollada y me mantuvo entretenido durante todas las horas de juego. Tanto Nor como Enki me parecieron personajes interesantes, no así, los personajes secundarios que iremos conociendo a lo largo del juego que no sentí que aportaran nada realmente importante a la historia.
Como todo juego que se describa como un soulslike, el combate tiene que ser su punto fundamental más importante. La propuesta de Flintlock: The Siege of Dawn busca combinar combate cuerpo a cuerpo, con magias y armas a distancias. Las tres formas de combate son fundamentales ya que cada una cumple un rol diferente.
Gracias a la magia de Enki, podemos atacar a enemigos con ataques a distancia y generarles distintas marcas que potencian nuestros ataques, llenan su barra de aturdimiento y hasta le generan distintos estados alterados. Además, Enki cuenta con diferentes definitivas que podemos utilizar y se tratan de habilidades muy poderosas.
En cuanto al combate con arma a distancia, Nor tiene tanto una pistola como rifles y lanzagranadas. Lo más importante es la pistola ya que durante el combate será fundamental. Los enemigos tienen dos tipos de ataque: los normales que no tienen ninguna indicación y podemos bloquear con nuestra hacha y ataques especiales que son son señalizados con una luz roja y solo pueden ser detenidos utilizando la pistola.
De esta forma, la mecánica principal del juego consiste en bloquear con el hacha o disparar con la pistola según el ataque del enemigo. Una vez que nos familiarizamos con esto, Flintlock: The Siege of Dawn se torna bastante simple ya que los enemigos no tienen muchas secuencias de ataque y tampoco hay una gran variedad de enemigos.
Cabe destacar que las municiones de nuestra pistola se recargan golpeando con el hacha a los enemigos. Por otro lado, derrotar enemigos nos da puntos de experiencia que utilizamos para aprender mejoras en nuestro árbol de habilidades. Si morimos, perdemos esos puntos de experiencia y tenemos que ir a recogerlos si no queremos perderlos definitivamente.
Por más de que esta idea de combate me parece interesante y, por momentos funciona, queda a medio camino y no logra ser satisfactoria. Esto se debe a la poca variedad de enemigos y sus escasos ataques. Las peleas más entretenidas son contra los dioses pero una vez que aprendemos la lógica del juego, se tornan bastantes sencillas.
Por otro lado, Flintlock: The Siege of Dawn carece de animaciones en los combates y, a veces, el juego da la sensación de que nuestros golpes no hacen daño porque no afectan en lo más mínimo al movimiento del enemigo. Todos sabemos cuando jugamos algún Dark Souls que si golpeamos a un zombie que está a punto de realizar un ataque, éste queda conmocionado por nuestro golpe y no lo realiza. En este caso, esto no pasa y vuelve la experiencia un poco tediosa.
Las veces que perdí no sentí que hayan sido por errores míos sino más bien porque el combate no logra ser preciso en ningún momento. Se siente muy tosco y no llega a ser disfrutable completamente. De todas maneras, una vez que aceptamos las reglas del juego y lo jugamos centrándonos únicamente en el parry y el disparo de la pistola, deja de ser frustrante para volverse fácil.
Algo que me gustó del juego es su estética, y más precisamente, su diseño de niveles y mundo. No es inmenso pero tampoco llega a ser 100% lineal por lo que podemos encontrar desvíos, jefes escondidos, armas y equipamientos secretos y varias cosas más por lo que el juego premia bastante la exploración y está bien logrado.
Más allá de las falencias mencionadas en el combate, no puedo negar que terminar Flintlock: The Siege of Dawn fue una experiencia entretenida por lo que por más de que no sea un juego que vaya a recomendar fervientemente, tampoco lo puedo catalogar como un mal videojuego. El título estará de lanzamiento en la suscripción de Xbox Game Pass y allí me parece la mejor opción para probarlo.