REVIEW | House of the Dragon - Temporada 2 - Episodio 3: El poder del relato y las razones de la guerra

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A diferencia de la primera temporada de House of the Dragon (2022-), que tuvo 10 episodios donde había que presentar a todos los personajes nuevos de esta historia -con saltos temporales incluidos- la nueva temporada tiene solo 8 episodios. Una vez establecidos los jugadores del Team Negro versus el Team Verde, solo resta ver cómo mueve cada uno sus fichas, y cómo las decisiones que tomen influirán en el futuro de la historia, esa que conocimos bajo el nombre de Game of Thrones (2011-2018).

Lo cual significa que este episodio es el que sienta las bases para la mitad de temporada, donde sabemos que siempre hay un punto de inflexión. En este caso, el título del episodio se reveló desde el lanzamiento de la segunda temporada, dando la pauta de que vamos a presenciar uno de los momentos históricos de Westeros más esperados por todos los fanáticos. Pero primero, este episodio nos lleva hacia lugares inesperados (y de formas bastante sorpresivas) para ilustrar la magnitud del conflicto en todos los rincones del reino.

En las codiciadas Tierras de los Ríos, un punto estratégico que ambas facciones se disputan, las casas vecinas de Bracken y Blackwood se enfrentan por sus lealtades. En realidad, lo que los enfrenta es una vieja enemistad de la cual ya no se sabe el origen, pero la incipiente guerra entre bandos les da la excusa perfecta para enfrentarse entre sí. Como espectadores, somos testigos apenas de la primera provocación, y una rápida elipsis muestra los sangrientos y devastadores resultados de la batalla, en lo que a partir de ese momento se conocerá como el “Molino Ardiente” (que da nombre al episodio).

Mientras el rey Aegon II insiste con una guerra de fuego y sangre a lomo de dragón, Criston Cole se ofrece a salir a buscar aliados con la guardia real, a caballo y con pocos hombres a su disposición. La llegada de un nuevo miembro de la corte coincide con su campaña, bajo la mirada reprobatoria de la reina madre, Alicent Hightower. Mientras tanto, el rey se va de copas con sus nuevos compañeros de la guardia real y el rumor de un bastardo de los Targaryen se empieza a expandir por las tabernas de la ciudad.

En Rocadragón, Rhaenys le recuerda a Rhaenyra la inconsecuencia de las razones para una guerra, que dependen de a quién se le pregunte. Lo importante es prevenirla, y la reina está dispuesta a tomar medidas estratégicas e incluso a exponerse personalmente para tratar de zanjar el malentendido con Alicent que dio lugar al falso reclamo de Aegon. Por un lado, envía lejos a sus descendientes para no sufrir más pérdidas y por el otro, urde un plan para acercarse a Desembarco del Rey sin ser vista.

Por su parte, Daemon toma Harrenhal sin resistencia alguna, encontrando un fuerte destruido por sus antepasados y las inclemencias del tiempo. Lo recibe una pequeña corte a cargo del señor de las tierras, que se encuentra postrado y sin poder tomar decisiones. Daemon se proclama “su alteza real” y planea usar el fuerte como base para formar un ejército leal a su causa y atacar al enemigo. Aunque el enemigo que tanto busca en otro lado podría estar mucho más cerca de lo que en realidad cree.

7

Los motivos incorrectosUn episodio de transición que prepara el terreno para la mitad de temporada, mientras recuerda constantemente la falta de razones para una guerra y la mezquindad de los gobernantes dispuestos a derramar sangre por orgullo.

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