¿Se puede cuantificar la importancia de los gráficos en los videojuegos?

Es un debate abierto desde hace mucho tiempo, con bandos diferenciados: aquellos que afirman que mientras mejores son los gráficos, mejor es el juego, y aquellos que dicen que lo que realmente importa es la historia, las mecánicas y el gameplay. Un poco de esto, un poco de aquello

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Red Dead Redemption 2 |
Red Dead Redemption 2 | Desarrollador: Rockstar Games | Distribuidor: Rockstar Games

Estamos frente a un tópico complejo de abarcar y mi intención, vale aclararlo desde un principio, no es arrojar luz sobre cuál sería “la verdad”, ni mucho menos responder esta pregunta tan emblemática entre jugadores y entusiastas del gaming. Por el contrario, me propongo a analizar un poco la pregunta, desde mi lugar y con lo que pueda aportar, porque soy de los que cree fehacientemente que “sobre gustos no hay nada escrito” y que la importancia, al final de cuentas, se la da cada uno porque las experiencias son, sin dudas, propias de cada consumidor.

La evolución de los gráficos en los videojuegos fue uno de los factores más visibles y discutidos en la industria del gaming. Diferentes conceptos técnicos, con la llegada de nuevos motores, han permitido afrontar nuevos desafíos, no solo creando nuevas mecánicas, sino mejorando las que ya existían. Sin embargo, la primera impresión siempre la da (en la gran mayoría de los casos) el impacto visual, algo que con el correr de los años se instaló cada vez más como parte del ataque sectorizado a los distintos desarrollos incluso en sus etapas previas.

Desde los sencillos píxeles del Pong en 1972 (como mencionamos en esta otra nota) hasta los detallados mundos frondosos de títulos más modernos como The Last of Us Part II, Red Dead Redemption 2 o el increíble Elden Ring, los gráficos han avanzado significativamente, prometiendo experiencias más inmersivas y estéticamente atractivas. Pero, ¿son realmente los gráficos esenciales para disfrutar de un videojuego? Hice mención a la inmersión que propone una experiencia no en vano, ya que creo que ahí se encuentra el eje de toda esta cuestión si vamos a utilizar como vara el tema de los gráficos como parte incondicional del disfrute de un videojuego. Pero vayamos de a poco.

Gris | Desarrolladores: Nómada Studio
Gris | Desarrolladores: Nómada Studio | Distribuidor: Devolver Digital

En términos de -justamente- inmersión, los gráficos detallados y realistas pueden potenciar la sensación de estar “dentro” del juego. Volviendo al Red Dead Redemption 2, los desarrolladores y artistas del juego utilizan paisajes vastos y detallados para sumergir a los jugadores en el Viejo Oeste como principal premisa, creando una experiencia sensorial que va más allá de la simple jugabilidad y nos permiten no solo ver, sino también interactuar o vernos limitados por todo lo que nos rodea.

El personaje (en este caso Arthur Morgan) tiene la necesidad de estar atento al mundo que lo rodea como parte de la experiencia, lo que nos obliga a nosotros, como jugadores, a empatizar con esa particularidad. La calidad gráfica, en este caso, puede influir en cómo percibimos y nos conectamos emocionalmente con el entorno y los personajes del juego, aumentando la sensación de presencia y participación en el mundo virtual. Para que el desarrollo del personaje y de su historia sea lo más real posible, nuestra inmersión con las cosas que le suceden tiene que ser lo más profunda posible.

Journey | Desarrolladores: Thatgamecompany, Tricky
Journey | Desarrolladores: Thatgamecompany, Tricky Pixels, SIE Santa Monica Studio | Distribuidor: Sony Computer Entertainment, Annapurna Interactive

La percepción estética también juega un papel crucial. Los videojuegos son una forma de arte, y como tal, los elementos visuales son fundamentales para su apreciación. La mente humana es altamente sensible a los colores, los cuales pueden evocar diversas emociones y estados de ánimo; por ejemplo, colores vibrantes como el rojo y el amarillo pueden generar sensaciones de energía y felicidad, mientras que tonos oscuros y apagados pueden inducir calma, tristeza o tensión. Títulos como Journey y Gris destacan no solo por su jugabilidad obviamente, sino por su estilo artístico único. Acá, si somos meticuloso, debería nacer otra pregunta: ¿A qué llamamos “buenos gráficos”? ¿A aquellos que son realistas? Porque siguiendo con los dos ejemplos que mencioné recién, ambos tienen gráficos hermosos y diseños bellísimos. Acá, al menos para mí, esa premisa que parece tan marcada comienza a perder un poco de fuerza.

Retomando estos dos ejemplos, en ellos el uso del color, las formas y el diseño visual contribuyen a una experiencia emocional y estética que puede ser tan poderosa como la narrativa o la mecánica del juego. Estos ejemplos -como vengo explicando- muestran que los gráficos no solo sirven para la inmersión, sino que también pueden ser una fuente de belleza y expresión artística que evoca lo que tiene que evocar. Puntualmente en estos dos títulos, no hablamos de gráficos realistas o de una calidad técnica que consuma hasta el último recurso de los motores gráficos, sino que desde su “simpleza” (léase “simpleza” haciendo énfasis en las comillas), utilizando diferentes estilos de diseño, logran cumplir el mismo cometido pero con una búsqueda completamente diferente.

Little Nightmares | Desarrollador: Tarsier
Little Nightmares | Desarrollador: Tarsier Studios | Distribuidores: Bandai Namco Entertainment, Playdigious, BANDAI NAMCO Entertainment America Inc.

Y me gustaría quedarme un párrafo más filosofando sobre los colores. No me gusta llamarme artista, pero durante gran parte de mi vida me vi inmerso en el mundo de la ilustración y el diseño. Comencé de joven con la tinta china, la potencia del blanco y el negro, la sombra y la luz plena, inspirado por grandes artistas como Quique Alcatena, Horacio Altuna, Alberto Breccia, Horacio Lalia, el gigante Francisco Solano López, e incluso Bernie Wrightson. Incursioné en el color mucho más tarde, y fue una tarea ardua, que me llevo años de estudio e incluso hoy en día sigo aprendiendo porque no es en vano la paleta de colores que vamos a utilizar, ya que depende mucho de lo que busquemos transmitir. Por eso mismo creo que el uso de los colores en los videojuegos no es solo una cuestión de estética, sino que tiene profundas implicaciones psicológicas que muchas veces pasan desapercibidas.

Como dije antes, los colores pueden influir en el estado de ánimo y las emociones del jugador. Juegos como Inside, Limbo o incluso Little Nightmares, con sus paletas de colores apagados y oscuros, crean una atmósfera de tensión y misterio única. En contraste, cualquiera de los cientos de títulos que comienzan con el prefijo “Super Mario” utilizan a consciencia colores vibrantes para evocar alegría y energía, que es lo que Nintendo siempre buscó contagiar con la gran mayoría de los títulos del fontanero más querido del mundo. No tengo ninguna duda al afirmar que la elección de colores puede mejorar la narrativa y la experiencia emocional del jugador, independientemente de la calidad de los gráficos.

Inside | Desarrollador: Playdead |
Inside | Desarrollador: Playdead | Distribuidor: Playdead

Pero como dije en un principio, gustos son gustos y la experiencia subjetiva del jugador es otro aspecto fundamental en todo este embrollo. No todos los jugadores aprecian los gráficos de la misma manera. “Para gustos, colores”, decía mi señora madre. Algunos prefieren la nostalgia de los gráficos que tienen una búsqueda más retro, como los de Celeste o Undertale, que utilizan un estilo pixelado deliberadamente porque el foco de ambos títulos y su propia búsqueda va por otro camino. Pero, dentro del estilo pixel art, también tenemos otras búsquedas mucho más complejas desde los diseños y las formas, como podemos encontrar en Thimbleweed Park, Unavowed, Whispers of a Machine, Technobabylon, el maravilloso Gemini Rue o incluso The Last Door con su implícito minimalismo.

Estos juegos demuestran que la calidad gráfica no siempre se traduce en una mejor experiencia de juego. La narrativa, la jugabilidad y la conexión emocional pueden ser igual o más importantes para muchos jugadores que no conectan directamente con unos gráficos de última generación. Ni una cosa está bien, ni la otra está mal. El arte moviliza, y lo que sea que sirva para generar algún tipo de sentimiento o emoción, siempre va a estar bien, al menos para la visión que yo tengo sobre el concepto del entretenimiento.

Senua’s Saga: Hellblade II, de
Senua’s Saga: Hellblade II, de Ninja Theory.

La evolución de los gráficos en los videojuegos ha marcado hitos tecnológicos significativos. Desde los primeros juegos en 2D como Pac-Man hasta los disruptivos gráficos en 3D de Final Fantasy VII, cada uno de estos hitos ha abierto nuevas posibilidades para los desarrolladores. La llegada de las consolas de alta definición y tecnologías como el ray tracing han permitido niveles de realismo antes inimaginables, como se ve en Cyberpunk 2077 o Senua’s Saga: Hellblade II, y mejor dejar para otra nota títulos con hiperrealismo como Unrecord o Bodycam. Sin embargo, la obsesión por los gráficos puede a veces eclipsar otros aspectos cruciales del diseño del juego. Si de hitos y búsquedas hablamos, no puedo dejar de mencionar a John Romero y John Carmack, quienes buscaban perfeccionar el “movimiento lateral suave” en PC, inspirados por lo que habían visto en Super Mario Bros. 3 para la consola de 8 bits de Nintendo. El aprendizaje por esa búsqueda los llevó a unir esos esfuerzos con lo que habían logrado en Wolfenstein 3D, para crear, ni más ni menos, que el mítico e icónico Doom.

Desde una perspectiva más “filosófica”, si me lo permiten, la pregunta central se vuelve demasiado simplista y se aleja de lo que realmente supone esta afirmación. ¿Los gráficos son realmente esenciales para la calidad de un videojuego? Es una pregunta que suena a poco, se percibe con poco análisis y aun menos compromiso de proponer algo realmente productivo. La respuesta puede ser subjetiva y depender de las expectativas y preferencias del jugador, para ser completamente sincero. Si bien los gráficos pueden enriquecer la experiencia de juego (manteniendo como eje la inmersión audiovisual y sensitiva), no son el único factor determinante. Juegos con gráficos simples pero con historias profundas y mecánicas innovadoras pueden ofrecer experiencias igualmente gratificantes, como podría ser el caso de Celeste, Shovel Knight, Undertale, Stardew Valley o Hyper Light Drifter, por ejemplo. La belleza del arte de los videojuegos radica en su capacidad para combinar diversas formas de expresión creativa, y los gráficos son solo una parte de este conjunto.

Hyper Light Drifter | Desarrolladores:
Hyper Light Drifter | Desarrolladores: Heart Machine, Abylight Studios, Abylight Studios S.A. | Distribuidores: Heart Machine, Abylight Studios, iam8bit, Playism

Como pueden ver, no es una pregunta tan simple de resolver y cada uno puede tener su propia postura. Al final de cuentas, cada uno aprecia a los videojuegos como mejor le parece. Lo cierto, al menos para mí, es que los gráficos en los videojuegos tienen una importancia innegable desde perspectivas técnicas, pero no es lo único que se puede atar a lo psicológico e inconsciente, donde apelamos a la -tan mencionada- inmersión, la estética general abrazada por los colores, y cómo todo esto puede influir directamente en la experiencia emocional del jugador.

Repito, no creo que sea el único elemento que determina la calidad o el disfrute de un juego. La narrativa, la jugabilidad y la conexión emocional son igual de cruciales y como dejé en claro en todos estos párrafos, la calidad gráfica muchas veces no tiene nada que ver con esto. Al final, la verdadera esencia de los videojuegos radica en su capacidad para contar historias y crear experiencias que perduren más allá de la duración de su historia.

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