Previo al 2020, uno podría decir que el género de los gacha era de nicho. Estos juegos gratuitos en los que uno junta monedas que también se pueden comprar con dinero real, para luego tener una chance de desbloquear ciertos personajes, no eran exactamente algo a lo que la mayoría de la gente le prestaba atención. Sin embargo, HoYoverse cambió el panorama con el lanzamiento de Genshin Impact, juego que casi no necesita introducción. Años después llegó Honkai: Star Rail, que si bien no conquistó el mundo al igual que el título anterior del estudio sí tiene cada vez más éxito y popularidad. Ahora, HoYoverse busca completar la trifecta con Zenless Zone Zero.
Después de pasar un poco más de una semana con la versión de lanzamiento del juego, muchas de mis dudas fueron despejadas, a la vez que surgieron otros interrogantes. Cualquier persona que haya jugado Genshin Impact o alguno de los otros títulos de HoYoverse va a sentirse en terreno familiar con Zenless Zone Zero, y como alguien que invirtió años en Genshin Impact, me resultó muy fácil amoldarme a lo que el juego propone en líneas generales, mientras que las diferencias en su gran mayoría sirvieron como puntos a favor.
En Zenless Zone Zero tomamos el rol de un agente denominado Proxy en New Eridu, una ciudad de un mundo post-apocalíptico. Unos extraños desastres naturales llamados Hollows destruyeron la mayor parte de la humanidad, no solamente gracias a los monstruos presentes en estos Hollows, sino también por las mutaciones que las personas normales sufren allí dentro. Sin embargo, New Eridu consiguió construir una sociedad capaz de extraer recursos de los Hollows, gracias a las personas que poseen mayor resistencia a esas mutaciones. Pero como en toda sociedad que prospera, también existe un lado oscuro, y muchos mercenarios y pandillas utilizan los Hollows para su propio beneficio.
Nuestro personaje, para mi sorpresa, no es alguien que se encuentre explícitamente del lado de la ley, sino que como Proxy puede guiar personas a través de la tecnología utilizando como proxy, valga la redundancia, un dispositivo llamado Bangboo. Así nuestro protagonista construyó una fama de Proxy legendario, y recibe trabajos de índoles variadas a través de la Inter-Knot, una red social ficticia del juego. Si bien nuestro protagonista nunca hace cosas exactamente ilegales, lo cierto es que su identidad como Proxy debe mantenerse como un secreto ante las autoridades, puesto que tampoco acatamos las regulaciones gubernamentales.
Quizás lo más curioso de nuestro protagonista en Zenless Zone Zero es que no es exactamente un solo personaje. El Proxy legendario de New Eridu son en realidad dos hermanos: Belle y Wise. Al principio del juego elegimos cuál de los dos será el personaje que controlemos fuera del combate, pero lo cierto es que uno de los mejores aspectos de este título es que ambos son personajes con identidades y personalidades propias, a diferencia de otros protagonistas de juegos de HoYoverse. Belle es la más jóven y es mucho más energética que Wise, pero el hermano mayor a su vez es mucho más analítico y planificador. Ambos están muy presentes en la narrativa, con tantas líneas de diálogo como el resto de los personajes, lo que resulta muy atractivo en comparación con la mayoría de los gacha que utilizan el ya agotado recurso de protagonista silencioso sin personalidad.
Ahora bien, si no controlamos a nuestro protagonista en combate, ¿cómo funciona entonces esta mecánica del juego? Zenless Zone Zero podría describirse como un RPG de acción, con mucho más foco en las habilidades del jugador que otros juegos. Nuestros personajes de combate, los cuales conseguiremos mediante el gacha como es de esperarse, son todos altamente ágiles, y el combate pone tanto énfasis en la evasión y el contraataque como en los ataques frontales en sí. Como cualquier juego de acción que se precie, podremos evadir golpes enemigos en el momento justo para ralentizar brevemente el juego y devolver el golpe, pero Zenless Zone Zero va mucho más allá de eso.
Nuestros equipos de combate cuentan con tres personajes, los cuales pueden tener un rol predefinido como atacante, aturdidor o soporte. El atractivo principal del combate de Zenless Zone Zero es rotar constantemente nuestro equipo de manera fluida. En lugar de simplemente evadir y contraatacar, podemos hacer que nuestro próximo personaje reemplace al actual con un parry, haciendo gran daño al enemigo e incrementando su barra de aturdimiento. Esta última es una mecánica clave del juego: los enemigos aturdidos no solamente reciben más daño, sino que también el hecho de aturdir un enemigo nos permite realizar ataques en cadena con cada uno de nuestros personajes, haciendo que la rotación entre ellos sea todavía más fluida.
El combate en Zenless Zone Zero es quizás el más entretenido que haya experimentado en alguno de los títulos del estudio, e incluso más atractivo que otros gacha que buscan tener una jugabilidad más enfocada a la acción. A riesgo de sonar como un cliché, en el momento en que estoy en combate, el juego es como una danza coreografiada de manera experta. Ningún otro gacha logró hacerme sentir tan inmerso en el combate como lo hizo Zenless Zone Zero, y este juego tranquilamente podría compararse con los exponentes más grandes del género de acción. De hecho, este juego toca la misma vena que algunos juegos de pelea consiguen tocar para mi, a tal punto que HoYoverse incluye un modo entrenamiento para poder practicar nuestros movimientos.
Sin embargo, el combate no lo es todo. Quizás el punto más débil del juego es lo que viene antes del combate, y esto es lo que muchos han dado a llamar durante las pruebas anteriores del juego como el “modo TV”. Debido a que Zenless Zone Zero no es un juego de mundo abierto ni tampoco tiene mazmorras propiamente dichas, el juego ofrece en la mayoría de sus misiones una especie de tablero, que representa a nuestro Bangboo navegando por los Hollows con pantallas de TV. Cada pantalla representa un casillero, y algunos casilleros pueden tener eventos especiales, como curar a nuestros personajes, infringir una penalización en nuestras estadísticas, ofrecernos ítems a cambio de recursos y más. La idea en sí no es mala, pero cuando el combate es tan emocionante, termina sintiéndose como que este modo de “exploración” le resta esa intensidad tan bien lograda al juego.
La otra forma de exploración es la que ocurre fuera de las misiones en sí, y es mucho más llevadera que el infame modo TV. Nuestro protagonista elegido podrá recorrer las calles de diferentes distritos de New Eridu para interactuar con los habitantes de la ciudad. Allí podemos visitar tiendas para comprar armas para nuestros personajes, aceptar misiones secundarias, o incluso comer en restaurantes para recuperar energía o incrementar estadísticas durante un número limitado de misiones. Quizás una comparación apta es decir que New Eridu deja una sensación similar a cualquiera de las ciudades de un Monster Hunter, en donde los diferentes habitantes ofrecen sus servicios para hacer nuestra aventura más amena.
Más allá de todo lo que tiene que ver con la jugabilidad, el corazón de Zenless Zone Zero y lo que realmente termina de darle forma a todo el paquete es la estética. Desde su anuncio, HoYoverse describe al juego como “fantasía urbana”, pero lo cierto es que las palabras no alcanzan para hacerle justicia al apartado audiovisual de Zenless Zone Zero. Ya sea con el experto uso de colores o las animaciones que están por encima de cualquier otro juego del estudio, este título es un placer de ver en movimiento. Cuando el intenso combate se combina con esa increíble producción audiovisual, Zenless Zone Zero te hace entrar en trance, y es en esos momentos en los que siento que no tiene nada que envidiarle a juegos AAA de $70 dólares.
Pero lo que realmente le da vida al juego son los pequeños detalles; nuestros protagonistas, por ejemplo, manejan una tienda de alquiler de video y las misiones de historia de cada personaje, algo típico de los gacha, se acceden desde una repisa en la que cada misión está representada por una película, con su carátula propia dibujada en una gran variedad de estilos de ilustración. Detalles como ese inundan el mundo del juego, y hacen que New Eridu sea la muestra de que se puede hacer un mundo post-apocalíptico sin recurrir a una estética gris y sin vida.
Así y todo, Zenless Zone Zero es, a fin de cuentas, un gacha, y el verdadero potencial del juego inevitablemente debe verse con esa lente. Esta es la parte del título que más preguntas levanta, al menos con la versión del juego que pudimos probar. Tuvimos acceso a los dos modos de juego que buscan entretener luego de la historia principal, uno similar al modo Abyss de Genshin Impact y otro parecido a Simulated Universe de Honkai: Star Rail. El juego también cuenta con el clásico grindeo de los títulos de HoYoverse, con jefes normales y jefes semanales, artefactos que aumentan las estadísticas de nuestros personajes y más. Algunos de estos aspectos tienen mejoras con respecto a los otros juegos que harán el proceso todavía más ameno, pero en grandes rasgos no hay mucha sorpresa.
Es quizás por eso que si bien estoy más que seguro del tremendo atractivo de Zenless Zone Zero en su lanzamiento, el resto será cuestión de ver cómo el estudio mantiene el juego a futuro. La pregunta de qué tan accesible será el título para aquellos que busquen una experiencia puramente free-to-play, qué clase de eventos recibirá el juego, qué tanto contenido se agregará a los modos ya existentes. Esas son incógnitas para las cuales aún no hay respuesta. Sin embargo, si hablamos de empezar con el pie derecho, Zenless Zone Zero no solamente da un buen primer paso, sino que entra a la pista bailando como un experto, con todo el estilo del mundo. Si HoYoverse consigue brindarle buen soporte al juego, estaremos ante otro gran acierto del estudio.