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Episodio 4 y 5: una temporada con algunos altibajos
Los primeros tres episodios de esta nueva entrega funcionaron para introducir a dos nuevos superhéroes (Firecracker y Sister Sage) y mostrarnos los futuros planes de The Boys para destruir Vought. En el capítulo cuatro, Wisdom of the Ages, Homelander tiene una pequeña “reunión familiar” y regresa al laboratorio donde experimentaron con él en las formas más horrendas.
Este fue uno de los capítulos más flojos a nivel narrativo desde el comienzo de la serie en 2019. Por primera vez, empezamos a sentir que nos están contando las mismas historias una y otra vez y el ejemplo más claro está en la secuencia de venganza por parte del líder de Los Siete. Algo que tenía que ser una nota al pie dentro de la estructura dramática y que podría haber tenido una duración de minutos, se termina extendiendo durante todo el episodio. El espectador ya sabe que Homelander no tuvo una adolescencia normal y que fue criado como una rata del laboratorio. También podemos anticipar que nadie va a salir ileso de ese lugar porque bueno, se trata de Homelander. Entonces, la pregunta que nos hacemos termina siento: ¿por qué lo estiran tanto?
La única respuesta que encontramos es que al capítulo Wisdom of The Ages le falta contenido, y que por ese motivo, sus creadores decidieron “rellenar” los espacios en blanco con lo que tenían a mano. Los personajes están estancados en una especie de loop narrativo: Lo vemos principalmente con un Frenchie agobiado y atravesado por la culpa de haber asesinado a la familia de su interés amoroso, con la crisis y el exabrupto de Starlight con su excompañera Firecracker y con los misterios de Kimiko.
Lo más relevante de Wisdom of The Ages es que descubrimos a un Homelander que está siguiendo el camino del implacable Duende Verde de Spider-Man y de Jack Nicholson en El Resplandor. Y si hay algo peor que un psicópata con superpoderes es uno que está perdiendo la cabeza, siendo capaz de matar a plena luz del día y sin motivo alguno. Mientras tanto, el padre de Hughie está en coma y a punto de morir y nuestro protagonista no tiene mejor idea que pedirle a A-Train una dosis de Compound V para salvarlo.
El intercambio entre estos dos es sumamente forzado. El hombre más rápido del mundo acepta exponerse a los peligros de entrar a escondidas a los aposentos de Homelander a cambio de que Hughie lo perdone por haber matado a su novia. Imposible entender porqué este personaje haría algo tan arriesgado solo para obtener la redención de uno de los muchachos.
Y así pasamos al quinto episodio titulado Beware the Jabberwock, My Son, donde las cosas empiezan a ordenarse un poco más a nivel narrativo. Luego de conseguir la sustancia y de una posterior conversación con Butcher, Hughie tiene un cambio de corazón, pero su madre encuentra el líquido y lo coloca en el brazo de su exmarido. Como podemos anticipar, el Sr. Campbell se levanta y se siente fantástico… por unos minutos.
Sin entender lo que le pasa y muy confundido, se convierte en un arma letal que empieza a matar a pacientes y a parte del staff médico a través del poder de la invisibilidad. Esta secuencia tiene el gore y el factor de lo impredecible de The Boys que tanto nos gusta y nos dio un gran final para el personaje del Sr. Hugh en una subtrama que dejó abierta la intriga del rol que ocupa la madre. ¿Quién es en verdad y por qué sabe tanto sobre la empresa?
Por otro lado, el inicio del capítulo viene con una de las perlitas de la temporada: la presentación de Los Siete en la expo V52, que parodia el famoso evento D23 de Disney y es donde introducen las mil fases de películas de superhéroes que llegarán en los próximos años. Se nos revelan algunos vistazos de lo que veremos en las producciones en solitario de Deep, A-Train, Sister Sage y Black Noir ante el aplauso efusivo del público y volvemos a encontrarnos con un maravilloso cameo.
Este episodio se conecta con Gen V de manera oficial. Después de haber visto en las noticias los eventos ocurridos en la universidad de Godolkin, Cate y Sam aparecen en la oficina de Los Siete para pelear junto a sus integrantes y obedecer las órdenes de su capitán. La unión de estas dos producciones de Prime Video no llega por casualidad sino que aparece para retomar la trama del spin-off que plantea la existencia de un virus que puede derrotar a los sups de una vez por todas.
Mientras tanto, los muchachos llegan a la granja de Stan Edgar en uno de los momentos más delirantes y de terror clase Z que ha tenido The Boys hasta la fecha (y eso que han habido muchos).
Starlight, Frenchie, Kimiko, Butcher y Mother’s Milk llegan al laboratorio secreto del establecimiento de Giancarlo Esposito (que aquí hace su regreso triunfal) para descubrir que las ovejas y las gallinas se tomaron el Compound V y ahora vuelan por los aires y plantan huevos en las personas. Sin terminar de entender porqué Victoria Newman no explotó las cabezas de todos los animales (hay muchas incongruencias de este estilo en esta cuarta parte) nuestros protagonistas logran salir ilesos y viven para luchar un nuevo día.
Frenchie termina el episodio entregándose a la policía y Billy Butcher (Karl Urban) se reencuentra con su colega de la CIA Joe Kessler (Jeffrey Dean Morgan) para conseguir respuestas y salvar al hijo de Becca antes de que se transforme en un arma de destrucción.
Aunque a The Boys le está costando avanzar hacia nuevos territorios, el quinto capítulo empezó a tomar de nuevo las riendas de su narrativa. Veremos cómo avanza la fusión con su spin-off y la evolución de Ryan, que parece estar tomando el camino manipulador y retorcido de Homelander y que será uno de los elementos clave de esta temporada.