El deporte en los videojuegos está viviendo una época de transición muy grande con varios títulos que quieren enfrentar a los clásicos nombres de siempre y esos mismos clásicos, al mismo tiempo, buscan la forma de reinventarse y mejorar. Ese último es el caso de Electronic Arts con sus franquicias deportivas y, puntualmente, con F1 en los últimos años.
Estas entregas anuales de automovilismo desarrolladas por Codemasters supieron posicionarse como la alternativa seria y profesional para quienes disfrutan de este deporte y quieran verlo de manera más real dentro de un videojuego. Una versión mucho más cercana de la simulación que del juego, pero que conserva una variedad de modos para intentar atraer cada vez a más usuarios.
Tal y como sucede con el videojuego de fútbol de EA, la jugabilidad no varió mucho respecto de años anteriores. Nos encontramos frente a una experiencia que prioriza la simulación y la sensación real de ser un piloto de F1. Eso se extrapola a la forma en la que nosotros vivimos la carrera: llegar primero no siempre es la prioridad, ya que salirse de la pista, por ejemplo, requiere una penalización grave. Esto hace único a F1 por sobre todo el resto del abanico de videojuegos de carreras que hay en el gaming que se aferran al componente más básico y lúdico de llegar primero.
La disposición de los controles es simple pero efectiva, permitiéndonos no sólo correr la carrera sino también estar al tanto de distintas cuestiones como el nivel de freno que usamos o la posibilidad de ir a boxes cuando creamos necesario. Hay ciertos factores que noté un poco más escuetos que en entregas anteriores, como la modalidad de giro frente a las curvas o los cambios de clima durante el juego (que en este caso no afectan tanto, pero entiendo que son esos cambios sutiles que solo afectan si jugaste entregas anteriores). Algo que me sorprendió gratamente fue lo bien adaptado que está el DualSense al videojuego, utilizando por momentos cierta resistencia de los gatillos y ofreciendo sonido desde el control, algo que suma y que se aleja de ese concepto que siempre tuvo F1 de “es mejor jugar con el volante”.
El modo principal para disfrutar en solitario es el de carrera, muy en línea con lo que esta empresa hace con FC (ex FIFA). Tenemos la opción de crear a nuestro propio corredor o utilizar nombres famosos, de antaño o de la actualidad. También tenemos la opción de jugar desde la vista de una escudería para no estar ligados a un corredor en particular sino a nuestra marca favorita.
Todo en el modo carrera está diseñado para que tengas una experiencia inmersiva. Las cinemáticas van sumando dinamismo y terminan haciendo un mundo de cosas cotidianas. Entrar a la pantalla de “iniciar carrera” es ver cómo una de las personas que trabaja en este deporte se sienta en su PC y realiza la acción de iniciar una transmisión de la carrera en cuestión, haciendo que sea todo sumamente orgánico y nos de la sensación de que realmente tenemos una carrera profesional.
Todos los detalles técnicos y habituales de este modo vuelven a estar presentes, pudiendo correr en los más grandes circuitos de la Fórmula 1 y moviendo los parámetros para tener éxito, desde la gestión de nuestro automóvil hasta la selección de personal de boxes. Por supuesto, al final del día, todo depende también de qué bien corramos en las carreras.
Si bien el modo carrera es muy completo y tiene todo lo que uno puede esperar de este estilo de juegos, hay una notable falta de dinamismo en general en el ritmo de cómo se juega. Para hacer una comparación directa, podes no saber absolutamente nada de básquet, pero estoy seguro que jugando un par de horas al modo historia de NBA te vas a terminar enganchando y hasta podes encontrar un espacio de entretenimiento más allá del deporte. Acá no, es todo tan técnico y protocolar que solo podes adentrarte si ya tenemos comprado al deporte de antemano.
Otra cosa que me resulta un poco comprometedora para una buena experiencia es lo abrumadora que resulta la interfaz de este título, explotando de información constantemente y sin mucho tutorial al respecto. Voy a retomar el párrafo anterior y mezclarlo con esto: así como creo que son puntos bastante negativos en pos de buscar nuevos usuarios, también creo que terminan siendo muy positivos en esta intención de crear el simulador definitivo de Fórmula 1. Por eso, en gran parte, creo que este es un videojuego que le habla a sus fanáticos y no deja mucho margen para más.
La experiencia se completa en base a otra cantidad de modos donde podremos competir de manera local u online contra otros jugadores. Está el modo F1 World que por momentos intenta ser el Ultimate Team del EA SPORTS FC 24 de este juego y también hay un hub que te tira información en vivo sobre las carreras que se disputan en la vida real.
El paquete en total ofrece una buena cantidad de contenido. Si te gusta esta experiencia de simulación, entre el modo carrera y los modos online podemos arañar más de 30 horas de juego hablando solo de la base. Después, eso se multiplica dependiendo qué más quieras jugar. Queda en claro que la intención es convertir F1 en una experiencia para el fanático del automovilismo, yendo más allá aún de la frontera de los videojuegos y queriendo convertirlo en una comunidad.
Si te gusta este deporte y lo vivís semana tras semana, esta experiencia es espectacular. Desde la recreación de los corredores hasta los diálogos en boxes lo convierten casi un simulador real, en una experiencia que se potencia si tenemos la suerte de contar con un volante para conectar en tu consola. Si bien intentaron meter algo de la F1 histórica, debo decir que a diferencia del condimento que tiene FC con el FUT y sus cartas especiales, le falta algún tipo de reivindicación a las décadas pasadas del automovilismo para terminar de cerrar el círculo de ser la experiencia definitiva para amantes de los tubos.
Sí, voy a reiterar lo que dije antes: estamos ante un videojuego que sienta sus bases sobre el reglamento oficial de la F1 (y la F2 en ciertos momentos de la experiencia). No tiene nada de arcade, no tiene modos para distenderse. Todos los modos están diseñados para satisfacer a la gente que vive y ama la F1 en su actualidad y desea vivir la experiencia completamente en primera persona.
F1 24 es un videojuego que cumple como tal, pero a su vez es un grandísimo simulador. En entregas anteriores tuve la sensación de que el juego básico con el control estaba un poco más pulido y tenía una apertura más grande de sensaciones frente a lo que respecta manejar profesionalmente un vehículo, pero en esta ocasión, creo que está mucho más orientado a que contemos con un volante.
Hay cosas que mejorar y, siendo honestos, no recomendaría jugar F1 24 como un simple juego de carreras porque considero que hay otras opciones dentro de la industria que son más amenas, divertidas y dinámicas. Pero si lo que te gusta es la Fórmula 1, y existe la búsqueda de vivir la experiencia que apreciamos todos los domingos en carne propia, F1 24 es la opción ideal y seguirá siendo, seguramente, el videojuego insignia de este deporte.