Tras el anuncio de Doom: The Dark Ages se vuelve a poner en agenda pública uno de los videojuegos más disruptivos de todos los tiempos: Doom. Una experiencia que cambió la forma de entender el 3D para siempre (incluso en el cine), pero… ¿quién es el personaje principal de Doom? ¿Qué es lo que representa? ¿Cómo influyeron las entregas en las que aparece? Vamos a hablarlo en esta primera edición de Guía de Personajes.
Hay personajes cuya importancia en nuestras vidas es tan grande que es difícil de explicar el por qué llegaron a ese lugar. En esta sección, vamos a desglosarlo juntos. Cada personaje tiene su historia, en la vida real y en la ficción. En Guía de Personajes, analizamos la historia de cada uno de ellos para entender mejor de dónde vienen y a dónde van los personajes que más queremos de videojuegos, cine, series, cómics, libros y mucho más.
Para empezar a hablar de este personaje vamos a reducirnos a su origen, o mejor dicho, el de su franquicia. Doom es un juego de disparos en primera persona. Más específicamente, es el más importante que se creó, ya que fue el que inició el 3D en los videojuegos y el que puso a este género dentro del colectivo imaginario. ¿Cómo logró esto? Sorprendentemente, gracias a Super Mario Bros.
John Carmack y John Romero, padres de esta mítica franquicia, eran amigos y compartían pasiones, pero en los tiempos libres se dedicaban a hacer prototipos de videojuegos. Obsesionados con buscar un desplazamiento lateral similar al que ofrecía Super Mario Bros. 3 en Nintendo, lograron implementar ese tipo de movimiento en la PC, algo que no se había logrado hacer con fluidez hasta el momento.
Ese tipo de desplazamiento fue el principio que les sirvió para empezar a desarrollar shooters (Wolfenstein 3D, para variar) y, luego de mucho trabajo, terminaron creando un nuevo motor para lo que sería su próximo videojuego, el primero autopublicado bajo el nombre de fantasía de id Software: Doom.
Doom sale en 1993 y rompe con todos los esquemas propuestos hasta el momento. El uso del 3D, la violencia, la temática oscura, la forma de hacer un videojuego para adultos. Todo en Doom es revolucionario, desde la técnica hasta la estética pasando por la intención de tomar al videojuego como una obra cultural igual que el cine, algo que no sucedía en ese entonces, donde los videojuegos eran vistos como algo mucho más infantil.
Semejante revolución significó un éxito financiero que no solo permitió a Romero, Carmack y todo id Software seguir desarrollando videojuegos (y más Doom) sino que también arrancó una maquinaria difícil de frenar. Casi todos los videojuegos más exitosos del momento se basan en disparos (Fortnite, Call of Duty, Valorant, Counter Strike, por poner algunos ejemplos) y todos son hijos de Doom. Incluso, el motor de Doom terminó haciendo escuela años después para aplicar efectos especiales en el cine con su influencia en la forma de renderizar objetos 3D.
Doom estuvo en todos lados, y a lo largo de la década siguiente a su lanzamiento, trató de abarcar el mayor público posible: Doom II salió tan solo un año después. Para los años 1996 y 1997 salen Final Doom y Doom 64, experiencias pensadas más que nada para llevarle la experiencia a los usuarios de PlayStation y de Nintendo 64, respectivamente. Tanto contenido basado en el mismo concepto llevó al estudio a crear Doom 3 (2005), quizás el videojuego más distinto y polémico de la franquicia. Como es habitual en estos casos, después de años de furor, Doom tuvo un momento de sequía.
A día de hoy Doom vive su segunda época dorada, ya bajo el paraguas de Bethesda (que hoy es propiedad de Microsoft). Un reboot de la franquicia fue creado en 2016 simplemente bajo el nombre de Doom y en 2020 hubo una secuela llamada Doom Eternal. Ambos comparten la misma estética y el mismo espíritu del primer Doom, llevado a la actualidad y con la intención de entender cómo la tecnología podía plasmar en las nuevas generaciones el frenetismo y el salvajismo únicos de esta franquicia.
Pasan los años, pasan las entregas y, sin embargo, nuestro querido personaje sigue en el mismo lugar: debajo de la máscara. A veces hay nombres, a veces un poco de narrativa. Incluso por momentos podemos llegar a ver alguna parte de su cara, pero no hay nada muy claro y el Doomguy no se termina de definir. Sin dudas, es parte de la estrategia. Parte del encanto.
El Doom Slayer (como también se lo conoce a este personaje) fue encarnado por Karl Urban en la única adaptación a la pantalla grande que tuvo esta franquicia (que también cuenta con la participación de un joven Dwayne “La Roca” Johnson). Doom (2005) no tuvo las mejores críticas, pero sí que fue una adaptación decente en una época donde las adaptaciones de videojuegos no salían de la mejor manera.
También podemos encontrar a este personaje en novelas y cómics que expanden un poco la narrativa en general. Este ser tan enigmático ha tenido apariciones esporádicas en franquicias como Tony Hawk’s Pro Skater 3 o Quake como cameo, también podemos encontrarlo al día de hoy como una skin en Fortnite, Fall Guys y Super Smash Bros. Ultimate. Es un personaje que, siendo tan representativo con su imagen, es rodeado por un halo de misterio que calculo seguirá de la misma manera, manteniendo la esencia de Doom en general y priorizando el respeto ante semejante historia de los videojuegos.
Pero entonces, volvamos a las bases… ¿Quién es Doomguy? Esa respuesta no es tan simple de responder. Parte eres tú, parte soy yo. Somos nosotros reciclando nuestra ira en un costado salvaje que busca redención constante. Es la búsqueda de la tranquilidad mental en medio de una tormenta que intercambia adrenalina por cada segundo de juego, y por eso lo amamos. Porque nos ofreció (y ofrece) una sensación única.
De cara a lo literal, Doomguy es el superhéroe de los videojuegos. No tenemos bien en claro muchos datos de su identidad, y tampoco es relevante para su rol en nuestras vidas, pero es uno de los personajes más importantes dentro de las franquicias más influyentes del entretenimiento hasta el día de la fecha. Un legado que aún no termina y que, seguramente, tendrá grandes momentos el año que viene con Doom: The Dark Ages.