En la industria de los videojuegos, hay ciertos géneros que parecen restringidos a recibir nuevos lanzamientos que se conviertan en un éxito. Un ejemplo de esto podría ser el género MOBA, donde realmente es muy difícil imaginar que salga un exponente capaz de competir contra League of Legends o DOTA 2. Esto también ocurre con un género mucho más nuevo en la industria de los videojuegos como lo son los battle royale.
El género battle royale explotó en 2017 con el lanzamiento de PUBG que rápidamente se convirtió en uno de los títulos más jugados y vendidos del momento. Más adelante y debido al impulso de su éxito, comenzaron a salir una infinidad de juegos del mismo estilo, de los que tan solo terminaron afianzándose unos pocos: Fortnite, Apex Legends y Warzone.
Si bien PUBG terminó perdiendo relevancia con el tiempo, sigue siendo un exponente muy fuerte, sobre todo en su versión mobile. Warzone aprovechó la fuerza de la franquicia de Call of Duty para ofrecer una experiencia en constante evolución con los nuevos lanzamientos de la saga mientras que Apex Legends es la gran sorpresa del género, porque encontró su lugar gracias a la creación de un universo de personajes memorables y tornando la experiencia hacia un hero shooter.
Por el lado de Fortnite, no solo revolucionó el género de los battle royale sino que también revolucionó la industria de los videojuegos en general. El título de Epic Games es tanto un videojuego como una plataforma social donde conviven franquicias y personajes de todo tipo. No hay duda a la hora de afirmar que Fortnite es uno de los exponentes de mayor relevancia en los últimos años y sus actualizaciones también marcan el rumbo de la industria.
En este contexto, se hace muy difícil imaginar que pueda salir un videojuego capaz de competir contra estos titanes. ¿Qué franquicia tiene la capacidad de pararse frente a Call of Duty? ¿Qué estudio estará dispuesto a invertir en crear personajes y narrativas capaces de enfrentar a Apex Legends, que lo viene haciendo desde 2019?. Ni hablar de la capacidad económica para tener colaboraciones de todos los rubros como lo hace Fortnite, incluso, hasta con recitales y eventos dentro de la experiencia.
Golpear primero en la industria de los videojuegos puede ser un factor determinante para establecerse a largo plazo. Sin embargo, esto no ocurre en todos los géneros. Por ejemplo, si pensamos en los soulslike, FromSoftware es el rey absoluto, pero siguen saliendo títulos de diferentes estudios que se alcanzan el éxito, como es el caso de Lies of P. Incluso, muchos géneros y propuestas de la industria evolucionan gracias al lanzamiento de distintos títulos que buscan crear una identidad a partir de videojuegos ya establecidos.
Uno de los puntos altos que hace difícil imaginar el lanzamiento de nuevos títulos battle royale, tiene que ver directamente con su faceta online y la búsqueda de ser un juego como servicio. Cuando hablamos de estos exponentes, estamos hablando de partidas con más de 60 jugadores simultáneos, por lo que la propuesta requiere un gran caudal de jugadores continuos, algo muy difícil de lograr en los tiempos que corren.
Un videojuego online puede salir y, gracias a su novedad, atraer la atención de miles de jugadores. Sin embargo, la situación se vuelve más compleja cuando se busca mantener esa cantidad de jugadores y seguir creciendo al mismo tiempo. Los videojuegos no siempre crean una comunidad y es imposible anticipar si esto va a suceder o no. En este mismo sentido, aquellos videojuegos que lo logran, se actualizan y suman contenido haciendo cada vez más difícil el lanzamiento de un competidor.
Fortnite, Apex Legends, PUBG y Warzone son títulos que ya tienen historia. Algunas de sus armas, mapas, personajes y distintos elementos se volvieron aspectos muy arraigados a su comunidad. Incluso, algunos de estos ejemplos ya realizaron temporadas y eventos homenajeando los elementos que se encontraban presentes en el día de su lanzamiento, apelando ya a la nostalgia de los jugadores que quizás se fueron y quieren volver.
Por todos estos motivos es que terminó el frenesí de lanzamientos de juegos battle royale que vivimos los últimos años. Ring of Elysium, Radical Heights y Super People son algunos de los juegos que fracasaron en su intento de aprovechar el furor por el género. Hasta Counter-Strike tuvo su versión battle royale con Danger Zone sin lograr éxito.
En definitiva, el género battle royale parece estar dominado por cuatro títulos que formaron cimientos, cada uno con su propio lugar, cada uno destacando por su propia identidad. Habrá que esperar para saber si algún gran estudio tiene la voluntad de subirse al ring para enfrentar a algunos de estos grandes exponentes que no dejan de actualizarse y evolucionar año tras año.