Silent Hill: ¿es posible regresar a los días de gloria de la franquicia?

Si nos ponemos a pensar, no falta tanto para octubre. Y, por lo tanto, no falta mucho para que llegue Silent Hill 2 Remake. Más allá de cómo se vea el juego, para bien o para mal, la franquicia parece estar de vuelta. Me encantaría poder decir que es para bien, porque es una franquicia que adoro y significa mucho para mí. No obstante, mientras más pienso en las cosas que hace Konami, más creo que hay algo que es imposible: volver a los días de gloria.

Silent Hill y Resident Evil siempre fueron los nombres que dividieron a la gente de mi generación. Era casi necesario elegir un bando, por más ridículo que eso sea en retrospectiva, y mi bando era Silent Hill. Todavía identifico momentos de mi vida en el colegio secundario en base a qué título de Silent Hill estaba jugando. Incluso cuando el primer Silent Hill fue uno de mis primeros videojuegos en mi infancia y me asustó tanto que me tomó años volver a darle una oportunidad a la serie.

Es sabido que, a pesar de haber tenido un gran comienzo, la serie viene de tener años difíciles durante mucho tiempo. Algunos apuntan a Silent Hill 4: The Room como el principio del fin, pero al ser ese un favorito personal suelo adherir más a la otra teoría popular. Esa que dice que Silent Hill empezó a decaer luego de que Konami disuelva Team Silent, desarrolladores de la serie, y comience a pasear la franquicia por un sinfín de estudios.

Así es como tuvimos algunas ideas interesantes, como lo fue Silent Hill: Shattered Memories, pero también otras entregas infames como Silent Hill: Homecoming. Incluso juegos como Silent Hill: Downpour, que disfruté en su momento, tienen fallas obvias y defectos innegables. En algún momento, Konami perdió el rumbo de Silent Hill y nunca lo pudo volver a encontrar. Por eso quizás la franquicia estuvo relegada a hacer dinero en máquinas de pachinko, en lugar de videojuegos.

Sin embargo, en el 2022 Konami anunció no uno, sino cuatro nuevos juegos de Silent Hill. Estos nuevos títulos generaron diferentes niveles de anticipación pero, obviamente, el más llamativo de todos fue el remake de Silent Hill 2. Esta es la entrega más querida de toda la serie, y tiene sentido entonces que hayan elegido al popular estudio Bloober Team para desarrollarla.

Quizás el nuevo juego que más llamó mi atención fue Silent Hill f, cuyo primer tráiler muestra un uso muy interesante de imágenes claramente inspiradas en una estética japonesa. Al fin y al cabo, Team Silent era un estudio japonés y la serie perdió su encanto cuando estudios occidentales se encargaron de las nuevas entregas. Pero, lamentablemente, todo esto no fue suficiente para calmar mis preocupaciones.

Lo cierto es que Silent Hill sigue atado a Konami y eso, como ya demostró la historia, lleva a malos resultados. Silent Hill Ascension, uno de los juegos anunciados en aquel evento, fue simplemente un desastre. Un experimento que poco y nada tenía del alma de la serie que en un momento supo estar codo a codo con Resident Evil como los reyes del horror.

El remake de Silent Hill 2 es otro punto de conflicto. Si bien algunos tienen esperanza de que vaya a ser un buen juego, en lo personal me encuentro en el lado más pesimista. Simplemente, rehacer una obra como Silent Hill 2 no tiene mucho sentido. Capcom encontró el éxito con los remakes de Resident Evil porque en su esencia, la acción es tan clave para aquella serie como el terror en sí. Inevitablemente, los avances tecnológicos que permiten una mejor experiencia jugable van a derivar en un juego que todavía genera miedo a la vez que se disfruta el acto de jugar.

Silent Hill es diferente, especialmente Silent Hill 2. La serie busca contar historias profundas e íntimas, con personajes que viven un infierno tan metafórico como literal, en donde esos dos conceptos se mezclan hasta que no se puede discernir si lo que atraviesan los personajes es real o no. Silent Hill fue la primera serie a la que escuché llamar “terror psicológico”, y eso es algo que corre el riesgo de perderse con un remake.

La ambientación, la jugabilidad, las visuales, los sonidos. Todo eso podría mejorarse con las nuevas tecnologías, pero encontrar el balance justo parece casi imposible cuando los juegos originales están tan bien diseñados que casi es un accidente que hayan salido tan bien. Y ninguno de los nuevos tráilers de este remake me deja con esa sensación. Peor aún, la sensación con la que me dejan es aún más pesimista.

Los días de gloria de Silent Hill ya pasaron y no creo que vayan a volver. Puede que proyectos como Silent Hill f sean buenos juegos, pero la serie ya no va a regresar a ese pedestal, como uno de los máximos exponentes del horror. La industria cambió, con muchos de los influenciados por Silent Hill ya habiendo creado sus propios proyectos todavía más exitosos de lo que la serie es hoy en día.

Para colmo, Konami parece no hacer realmente un esfuerzo. Silent Hill Ascension es una mancha que no se quita y la idea de hacer un remake de Silent Hill 2 es tan obvia que no es difícil pensar por qué se eligió ese juego y no el primero. Hubo un tiempo en el que la serie era sinónimo de terror porque las habilidades de Team Silent mostraban un claro entendimiento de cómo contar historias profundas que nos hagan sentir atemorizados. Hoy en día, la serie es sinónimo de terror porque Konami se niega a dejarla morir cuando, lamentablemente, ya no tiene más para dar.