En solamente unas semanas se lanzará The Legend of Heroes: Trails Through Daybreak, una nueva entrega en la longeva serie de JRPG de Nihon Falcom. De cara a este lanzamiento, y habiendo visto las conversaciones que surgen en redes sociales, da la sensación que existen dos tipos de personas: los que aman la serie Trails y los que no conocen la serie Trails. La falta de reconocimiento quizás se deba a que Nihon Falcom no es un estudio grande (al 2023, el estudio contaba con 65 empleados), pero la serie Trails es quizás la mejor muestra de que un estudio chico puede hacer grandes juegos, ya que me atrevería a decir que estos títulos se encuentran en la cima narrativa de los JRPG.
Siendo lo más probable que la gente no conozca la serie, es importante introducir el concepto detrás de estos juegos para hablar de ellos. De forma similar a los juegos de Persona de Atlus, que comenzó como un spin-off de Shin Megami Tensei, la serie Trails se considera como un spin-off de The Legend of Heroes, que a su vez es spin-off de otra serie de Nihon Falcom. Y también al igual que Persona, la serie Trails no tiene una relación narrativa con los juegos de los cuales se desprendió. Sin embargo, hay una distinción importante por la cual intento referirme a Trails como una serie de juegos, a diferencia de Persona.
En 2004 Nihon Falcom lanzó The Legend of Heroes: Trails in the Sky, el primero en una trilogía de JRPG que presenta un nuevo mundo tanto para The Legend of Heroes como para Nihon Falcom en sí. Este juego podría considerarse como un JRPG bastante típico: nuestra protagonista, Estelle Bright, forma parte de un gremio de aventureros llamados Bracers que se dedican a resolver problemas de la población. Como habitantes del reino de Liberl, ella y su hermano adoptivo Joshua emprenden un viaje en búsqueda de su padre Cassius, uno de los líderes militares más importantes del reino, quien misteriosamente desapareció. En su aventura ayudan a varias ciudades de Liberl y, por supuesto, destapan conspiraciones que atentan contra el reino. Hasta ahí, suena relativamente normal para un JRPG.
Sin embargo, con el lanzamiento de The Legend of Heroes: Trails in the Sky Second Chapter, el estudio comenzó a demostrar una de sus mayores fortalezas: su capacidad de contar una narrativa continua. Por supuesto que las secuelas en los JRPG no son algo raro, pero uno suele estar acostumbrado a franquicias como Persona o Final Fantasy, en la que un número suele indicar una nueva entrega y no una secuela en sí. Nihon Falcom, en cambio, comenzó una verdadera serie de juegos con Trails que elevó sus títulos a niveles impensados para el género.
Esto quedó aún más claro con la llegada de The Legend of Heroes: Trails in the Sky the 3rd, que funciona como juego epílogo de los dos anteriores pero, aún más importante, sirve para sentar las bases del futuro de la serie. En esta tercera entrega, Nihon Falcom no solo logra contar una buena historia individual, sino que también brinda cierres satisfactorios para todos los arcos de los dos juegos previos e introduce conceptos, hilos narrativos y personajes que a día de hoy siguen siendo relevantes para la serie. Lo que comenzó como una simple aventura de dos hermanos en busca de su padre se convirtió en una decena de juegos que explora tensiones sociopolíticas, diferencias de clase, las consecuencias de la guerra, y más conceptos que afectan a todo el continente donde tienen lugar los juegos.
Esa idea de explorar el resto del continente cobra aún más fuerza en los dos siguientes juegos, The Legend of Heroes: Trails from Zero y The Legend of Heroes: Trails to Azure. Ubicados en el estado autónomo de Crossbell, estos títulos conforman una nueva duología que se adentra con más profundidad en los conflictos de los distintos países. Ubicado entre el Imperio de Erebonia y la República de Calvard, Crossbell vive en la mira de las dos potencias más grandes del continente, y como tal se encuentra en el centro, figurativa y literalmente, de cualquier choque entre éstos. Con un nuevo elenco de protagonistas, estos dos juegos utilizan los problemas de Crossbell para darnos un pantallazo de cómo se maneja el continente, sin dejar de contar historias personales sobre pérdida, libertad, superación de expectativas y más.
Una de las cosas más llamativas de la duología de Crossbell, sin embargo, es el regreso de los protagonistas Estelle y Joshua. Si bien ambos tienen papeles importantes, no son el centro del juego, y su inclusión marca una tendencia que caracteriza los juegos de Trails de una manera muy particular: sus arcos narrativos terminaron en la trilogía de Trails in the Sky pero, al igual que una persona real, sus historias de vida siguen. Estelle y Joshua ya no son los protagonistas de esta historia, pero aún les suceden cosas, algunas importantes y otras no tanto, que siguen marcándolos como personas. Ya sea nuevas amistades o la resignificación de relaciones con otros personajes, todavía siguen creciendo y cambiando tanto en pantalla como fuera de ella.
Lo curioso de los juegos de Trails es que esta filosofía se ve incluso en los NPC de la serie. Casi todos los personajes que encontramos en ciudades, pueblos y en el camino, tienen un nombre y una historia que avanza a través del tiempo, por más pequeña que sea. Una panadería, por ejemplo, emplea a dos jóvenes que se conocen desde pequeños y uno de ellos desarrolla sentimientos románticos por el otro. A lo largo de los varios juegos de la serie, siempre que hablemos con estos NPC podemos ver cómo su relación evoluciona, con complicaciones de por medio y todo lo esperable. Al igual que los protagonistas, los NPC se sienten como personas con vida.
Esta idea queda plasmada por completo en las siguientes entregas de la serie, que abarcan un nuevo arco comenzando con The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel y sus tres secuelas. Nuevamente, varios personajes de Trails in the Sky y la duología de Crossbell son incluídos, porque sus historias siguen al igual que su vida, y todos viven en un mismo continente. En este caso, los cuatro juegos tienen lugar en el Imperio de Erebonia, un país marcado por su fuerte presencia militar, a tal punto que el protagonista Rean Schwarzer es estudiante de una academia militar.
Estos cuatro juegos tienen su propia historia con Rean en el centro, pero también continúan las tramas de los juegos anteriores. Es por eso que, al momento de responder por dónde uno empieza a jugar la serie Trails, la respuesta más común es “por el principio”. La segunda respuesta que se suele escuchar es empezar por el primer juego de cada arco, ya que están pensados como una reintroducción a la serie, pero a medida que el arco avanza, más y más elementos de los juegos anteriores se hacen presentes y se haría necesario retroceder a jugar esos títulos. Al fin y al cabo, la historia, en el sentido más real de la palabra, nunca termina. Mientras la vida siga, habrá historia para contar, y eso es lo que la serie Trails transmite a lo largo de sus juegos.
El arco de Trails of Cold Steel terminó con The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel IV, pero el año pasado se lanzó The Legend of Heroes: Trails into Reverie que, al igual que Trails in the Sky the 3rd, funciona como epílogo para los juegos anteriores y puente para los que vendrán. Si hacemos la cuenta, esta es la décima entrega de la serie. Diez JRPG, divididos en varios arcos con sus historias únicas y diferentes protagonistas, pero con un único continente en el centro narrativo de todo. Trails into Reverie se siente, por lo tanto, como una celebración de la serie, y como tal presenta todas esas cosas que la hacen tan única: personajes llenos de vida y una narrativa que se coloca en la cima del género por su ambición y continuidad.
Ahora, con la llegada de The Legend of Heroes: Trails Through Daybreak comenzará un nuevo arco con un nuevo protagonista, pero esta vez en la República de Calvard. Luego de diez entregas estando del otro lado de aquel país, el contexto sociopolítico del continente sufrió varios cambios enormes, y aquellos que seguimos la serie desde el principio no podemos esperar para ver qué nos depara en este juego. Es más interesante todavía sabiendo que, en Japón, Nihon Falcom ya lanzó una secuela de este juego y se encuentra trabajando en otra para lanzar este año.
Pocas series de JRPG llegan a trece entregas principales, pero ninguna de ellas hace lo que Nihon Falcom propone con Trails. Cada juego le suma más vida a su mundo, a través de personajes con historias interesantes, que siguen a través de cada entrega y que, como si fuesen personas reales, entran y salen de nuestras propias vidas, con cambios menores o mayores en su circunstancias. Así, esta serie construye el mejor mundo que haya visto en un JRPG y cada nueva entrega lo eleva todavía más. Es una de las pocas series sobre las que puedo decir que la ambición es justificada, y por más imponente que suene tener que jugar una decena de JRPG en orden, jamás me voy a arrepentir de haberlo hecho.