Entrando ya en el último mes de esta primera mitad de 2024, algo que viene siendo una lamentable constante son los despidos y cierres de estudios de videojuegos. Este año probablemente pasará a la historia como uno de los más duros para los trabajadores del gaming, y cuando uno piensa que tal vez la situación se detuvo, siempre sucede algo nuevo. En esta ocasión, todo parece indicar que Take-Two, la compañía dueña de Rockstar, el gigante detrás de Grand Theft Auto, está buscando deshacerse de su distribuidora de juegos independientes, Private Division.
La noticia se dio a conocer mediante un reporte de un medio norteamericano de renombre, y se relaciona con el reciente cierre de dos estudios. A principios del mes pasado se había dado a conocer que Take-Two cerró los estudios Intercept Games, responsables de títulos como Kerbal Space Program 2, y Roll7, desarrolladores de OlliOlli World y los demás juegos de la serie. Esto, a su vez, había salido a la luz luego de conocerse que la compañía recortaría un 5% de su personal, afectando a 600 empleados. El reporte brinda más información sobre la estrategia de Take-Two para con su distribuidora indie, ya que estas decisiones forman parte de un plan de la empresa para poder cerrar Private Division o, en su defecto, venderla.
Según el reporte, para el mes de abril la cantidad de empleados que aún se encontraban trabajando en Private Division era mínima. Este pequeño equipo aún se encuentra trabajando en algunos de los últimos contratos que le quedan por cumplir, con juegos como No Rest for the Wicked, Tales of the Shire y un proyecto aún sin título con el estudio desarrollador de Pokémon, Game Freak. En medio de toda esta situación, la compañía dio marcha atrás con dos tratos específicos que tenía con los estudios Bloober Team y One More Level, aunque no se conocen detalles sobre qué juegos podrían haber estado involucrados.
Cabe recordar que, poco tiempo antes que se conocieran los cientos de despidos en Take-Two, la compañía había adquirido el estudio Gearbox, previamente bajo el mando de Embracer Group, por la suma de $460 millones de dólares. Previo a esta compra, el CEO Strauss Zelnick había declarado que no habría despidos en la compañía.