A estas alturas, la mayoría de los fans del gaming que siguen el día a día de la industria han escuchado hablar de Lars Wingefors. Incluso si no lo reconocen por su nombre, lo reconocerán por su cargo: CEO de la infame empresa Embracer Group. Esta compañía estuvo en el centro de miles y miles de despidos en la industria, cierres de estudios y declaraciones cuestionables, casi todas ellas de la mano de Wingefors. Ahora, el ejecutivo volvió a aparecer en el ojo público con una opinión controversial sobre su intención de aumentar el precio de los videojuegos.
Las declaraciones se dieron a conocer en el marco de una entrevista para un medio europeo, realizada luego de que la compañía publicara sus resultados financieros del año fiscal saliente. Allí, Wingefors habló sobre el precio de $70 dólares actual para los videojuegos AAA, y comentó: “No digo que no se pueda aumentar el precio, pero la realidad es que nadie lo intentó. Si creas un enorme RPG, por ejemplo, con 100 o 150 horas de jugabilidad, muy pulido, y que es una experiencia única, ¿estaría dispuesto el consumidor a pagar más? Si lo está, habría más productos potencialmente en el mercado. Pero nadie lo intentó. Es algo que hemos estado discutiendo, pero de momento nos adherimos a las prácticas de la industria”.
El debate sobre el precio de los videojuegos AAA tuvo su primer gran cambio en mucho tiempo al comienzo de la actual generación de consolas. Con el lanzamiento de PlayStation 5, Xbox Series X y Xbox Series S, la mayoría de los grandes distribuidores como EA, Ubisoft, Take-Two y Activision, comenzaron a vender sus juegos al nuevo precio de $70 dólares luego de años de venderlos a $60 dólares. Esta nueva práctica comenzó a contrastar con la tendencia de grandes lanzamientos de juegos gratuitos, cuyo sistema de monetización está pensado para retener usuarios a lo largo del tiempo en lugar de ofrecer experiencias finitas. Sobre esto en particular, Wingefors declaró: “Creo que sería muy triste si todo se convierte en grandes títulos multijugador con monetización dentro de los juegos. Hay millones de consumidores dispuestos a consumir más juegos clásicos”.
Embracer Group recientemente viene de vender dos de sus estudios, Saber Interactive y Gearbox, como una de las últimas maniobras en su reestructuración que llevó al despido de miles de empleados. Según los resultados financieros de la empresa, la compañía perdió 3727 desarrolladores a lo largo del año fiscal entre despidos, cierres de estudios y ventas.