Películas de exorcismos, posesiones y demonios disponibles en el catálogo de Max

Durante décadas las películas de exorcismos y posesiones han capturado la imaginación y el miedo del público, convirtiéndose en un subgénero fascinante y popular dentro del terror. Estas producciones exploran la eterna batalla entre el bien y el mal, con historias que involucran a fuerzas sobrenaturales y la lucha desesperada por la salvación del alma humana.

A través de narrativas que combinan elementos como la religión, el miedo a lo desconocido y a lo inexplicable, el cine de exorcismos y posesiones no solo busca asustar, sino también provocar una reflexión sobre la fragilidad de la condición humana y las fuerzas invisibles que podrían influir en ella. Desde El exorcista, la película de William Friedkin que redefinió el terror en los años 70, hasta la saga de El conjuro, e incluso, Evil Dead, hoy en Malditos Nerds repasamos algunos largometrajes con exorcismos, posesiones y demonios chorreantes disponibles en el catálogo de Max.

A medio siglo desde su estreno, El exorcista (The Exorcist, 1973) continúa siendo considerada como una de las mejores y más aterradoras películas de terror en la historia del cine. Dirigida por William Friedkin y basada en la novela de William Peter Blatty, la película ha logrado un impacto cultural notable y ha sentado las bases de todo un subgénero.

Inspirada en un exorcismo real ocurrido a finales de 1949, la historia sigue a Regan (Linda Blair), una niña de doce años, que comienza a verse afectada por fenómenos paranormales y cambios de comportamiento. Tras someter a su hija a múltiples análisis médicos para encontrar algún tipo de explicación, su madre termina por acudir ante un sacerdote con estudios de psiquiatría. Este último se convence de que la niña es víctima de una posesión diabólica, asumiendo que el exorcismo será la única solución para su salvación.

Hay varios puntos por los que El exorcista permanece vigente en la memoria colectiva. Sus efectos especiales, prácticos e innovadores, han contribuido significativamente en el impacto visual entre los espectadores, dando a lugar escenas memorables y una transformación singular de su protagonista de una niña inocente a un ser demoníaco verdaderamente escalofriante. A su vez, la trama de una joven poseída en una casa ubicada en el corazón de la ciudad logró que el terror se alejara del simple cine de monstruos y se volviera algo mucho más tangible para el público.

Actualmente, el catálogo de Max no solo ofrece la película original y su entrega más reciente, El exorcista: creyente (The Exorcist: Believer, 2023), sino también el documental sobre la historia real que inspiró tanto a la película como a la novela de Blatty que pueden encontrar como La historia detrás de El exorcista (2021).

La franquicia de El conjuro es una de las propiedades dentro del género de terror más populares y rentables de la última década. Desde sus inicios en 2013, este universo ha estrenado un total de nueve películas y todavía hay algunas más en camino. Tomándose algunas licencias para su adaptación al cine, estos largometrajes presentaron como disparador algunos casos reales en los que intervinieron los famosos investigadores paranormales, Ed y Lorraine Warren, como sus intentos de ayudar a las personas aparentemente poseídas por espíritus demoníacos.

Si bien el servicio de streaming Max posee en su catálogo las diferentes películas de la propiedad creada por James Wan, hay dos que se destacan por su ejecución: El conjuro (2013) y su secuela, El conjuro 2 (2016). Mientras la primera película se centra en los expedientes de la familia Perron, cuya casa en Rhode Island está aterrorizada por un espíritu maligno, la segunda traslada la historia a Londres para investigar el infame caso de Enfield, donde una madre y sus cuatro hijos experimentan eventos paranormales atribuidos a la posesión demoníaca de la hija menor.

Además del legado cinematográfico de El conjuro, el año pasado también se anunció que una serie televisiva derivada de la franquicia estaba en desarrollo y que, eventualmente, también llegaría a través de Max.

A diferencia de otras narrativas de posesión, como las que pueden verse en películas como El exorcista o la saga de El conjuro, que se basan en demonios y rituales religiosos, el universo de Evil Dead nos introduce a una fuente de maldad ancestral e inexplicable a través del Necronomicón, un libro de los muertos que desencadena fuerzas malignas.

En este punto, no hay crucifijos o exorcismos que sirvan como solución, ya que las posesiones no están vinculadas a la moralidad o a la religión, sino a una antigua y primitiva entidad que no responde a las concepciones tradicionales del bien y el mal. En Evil Dead, los poseídos se convierten en seres brutales, grotescos y chorreantes que arrasan con todo a su paso y se resisten a morir. El terror pasa a ser visceral centrado en el sufrimiento físico y la deformación corporal, dejando de lado las preocupaciones espirituales y éticas que dominan el terror religioso.

Para los estómagos resistentes que deseen introducirse en este universo, Max ofrece Posesión Infernal (Evil Dead, 2013) el remake del clásico de Sam Raimi en manos de Fede Álvarez y la última entrega de la saga Evil Dead: El despertar (Evil Dead Rise, 2023) de Lee Cronin.