REVIEW | Senua’s Saga: Hellblade II - Un viaje épico a través de la mitología y la locura

En agosto de 2017, Hellblade tomaba por sorpresa al mundo del videojuego con una propuesta muy interesante que abordó, como pocas veces se había visto, un tema tan delicado e importante como lo es la salud mental. Ninja Theory, que hasta entonces trabajaba como un estudio independiente, rompió la matrix con un título sencillo en términos jugables, pero portador de una potente narrativa y un apartado gráfico excelente. El potencial del estudio es algo que no pasó inadvertido para un gigante como Microsoft que, ni lento ni perezoso, encomendó al talentoso equipo comenzar a trabajar en una secuela. Y si bien hicieron falta más de 5 años, la espera por Senua’s Saga: Hellblade II valió totalmente la pena.

Senua’s Saga: Hellblade II es una secuela continuista, aunque paralelamente está a años luz de su predecesor. La jugabilidad se mantiene prácticamente intacta, tanto en lo que a combate como a resolución de puzzles respecta. Por supuesto que Senua continúa siendo asediada por las voces en su cabeza, aunque ahora la situación se torna un poco más grave debido a pensamientos intrusivos que se manifiestan a través de la voz de su padre. Sin embargo, nuestra protagonista no está sóla, puesto que nuevos compañeros se unen a su cruzada. El resultado es el de un viaje épico por la Islandia vikinga, donde los mitos y leyendas se fusionan con lo terrenal, dando forma a una suerte de espectacular ‘realismo mágico’.

Es realmente notoria la evolución que Ninja Theory tuvo a la hora de desarrollar la narrativa, presentando a una Senua mucho más fuerte, que aprendió a lidiar con sus problemas y que puede ayudar a los demás a resolver los suyos. Y es que el hecho de estar acompañada de otros personajes, cambia mucho la dinámica. Nuestra protagonista ya no está sola contra el mundo, sino que ahora puede apoyarse en los demás, quienes a su vez necesitan de ella para seguir adelante. Hay un mensaje muy poderoso que atraviesa toda la aventura, dejando entrever que las peleas más difíciles no son aquellas que se libran en el campo de batalla, sino en la mente.

Lo interesante, es que Hellblade II no necesita de cientos de horas para contarnos lo que pretende. En tan sólo 7 u 8 horas el juego consigue hacernos empatizar con cada uno de los personajes, ya que que los problemas con los que deben lidiar son sumamente mundanos. Dudas, temores, miedo al fracaso, aprender a perdonar y entender que la redención es posible, que somos libres de decidir y que nuestro destino depende únicamente de nosotros mismos, son algunas de las cuestiones que la trama aborda. De hecho, está tan bien escrito que aún quién no haya jugado la primera parte, encontrará aquí una experiencia única.

La narrativa es como el Sol de la propuesta, sobre el que orbitan el resto de sistemas. Por un lado, tenemos el combate, por el otro la resolución de puzzles y, por último, algo de exploración. Las peleas, si bien son relativamente sencillas, brillan gracias a una diabólica puesta en escena. Se sienten muy cinematográficas, casi coreografiadas, siempre son uno contra uno, y concluyen con un sangriento remate. Los golpes pesan, los tajos hieren, y cada enfrentamiento está impregnado de epicidad. En ocasiones lucharemos junto a nuestros compañeros de armas, lo que da lugar a secuencias muy vistosas o situaciones donde un hacha pasa volando junto al rostro de Senua, sólo para clavarse en la cabeza de un enemigo que pretendía atacar por la espalda.

El combate no es difícil de dominar y la dificultad es adaptativa. Aún así, presenta algunas características que podemos descubrir prestando un poco de atención. Hellblade II no tiene un tutorial, no nos explica absolutamente nada y nos deja sólo dos opciones: poner pausa y dar un vistazo a los controles, o actuar por instinto. Exactamente como lo haría Senua en una situación de peligro. En lo personal, considero que es un acierto que el juego no se detenga explicando que con un botón se hace un ataque fuerte, con el otro uno débil y que determinados golpes enemigos no se pueden bloquear. Tal es así que prescinde completamente de cualquier tipo de interfaz que denote algún signo de ‘gamificación’.

Por el lado de los acertijos, las mecánicas que entran en juego resultan similares a las del juego anterior. Prácticamente no hay novedades en este sentido, aunque tampoco es que hicieran falta. Los puzzles se presentan de forma esporádica, sólo para aportar algo de variedad al viaje. A decir verdad, resultan bastante sencillos por lo que difícilmente quedemos atrapados en alguna situación sin saber qué hacer. Siempre siguen una lógica más o menos similar, introduciendo pequeñas variantes. La única ayuda con la que contamos, son las voces que Senua escucha en su cabeza y que, eventualmente, pueden llegar a brindarnos una pista en plan ‘frío’ o ‘caliente’, pero sin llevarnos de la mano.

La exploración es algo escueta. Gran parte de la aventura la vamos a pasar caminando por aldeas en ruinas, tenebrosos bosques al borde de la muerte, valles rocosos y zonas montañosas, entre otros tantos paisajes. Generalmente, cada una de las áreas presenta un trayecto lineal, aunque gracias al poder de concentración de Senua, será posible descubrir algún que otro sendero escondido que nos conducirá a algún secreto, que puede ser un tótem o un pequeño arbolito. Encontrarlos nos recompensará con un pequeño fragmento de historia que profundizará acerca de la situación del mundo, sus mitos y leyendas.

Al margen de lo mencionado, uno de los aspectos que contribuye a hacer de Senua’s Saga: Hellblade II una experiencia sin precedentes es el apartado gráfico. Visualmente es increíble, al punto de que no existe un videojuego en la actual generación que llegue al nivel que ostenta el título de Ninja Theory. Es despampanante por donde se lo mire y se siente como el primer juego realmente Next Gen. Los escenarios lucen hiperrealistas, pero lejos de verse como una mera foto, se sienten vivos y llenos de detalles. A veces son los rayos de sol los que bañan los entornos, mientras que otras veces la lluvia hace lo propio, confiriendo todo ello un nivel de inmersión increíble.

El juego está construido en Unreal Engine 5 y se nota que sus responsables hicieron todo lo posible para crear una aventura digna de la nueva generación. Cierto es que entran en juego algunos factores clave que permiten al equipo de desarrollo aprovechar todo el potencial que el motor gráfico tiene para ofrecer. En primera instancia, es un título concebido para Xbox Series y PC, lo cual implica trabajar pensando en las especificaciones técnicas de tan sólo un sistema de sobremesa. Por otra parte, se trata de un juego de acción lineal enfocado en la narrativa, lo que permite volcar una mayor cantidad de recursos a cada escenario.

Algo similar sucede con las animaciones de los personajes. Las sensaciones que transmite Senua como el resto del elenco mediante sus expresiones faciales son fascinantes. Es muy fácil sentir la congoja, tristeza, esperanza o alegría que cada uno de ellos vive. Las lágrimas se sienten reales, al igual que las sonrisas. Por supuesto que esto también se traslada al combate, donde podemos apreciar el esfuerzo que conlleva cada espadazo, las muecas de dolor ante un corte, o el pánico cuando nuestra protagonista o alguno de los enemigos se encuentra ante las puertas de la muerte. Realmente no encuentro palabras para describir el trabajo apoteósico realizado por Ninja Theory. Para aplaudir de pie.

Ni hablar de la locura que es el juego a nivel sonoro. La música acompaña a la perfección, adaptándose a las circunstancias. Dota de epicidad al combate y de tranquilidad a las caminatas, e incluso se llama al silencio cuando hace falta. Sin embargo, el trabajo realizado a nivel interpretativo es fascinante. Melina Juergens vuelve a lucirse en su rol de Senua, dotando de mucha intensidad a cada línea de diálogo. La expresividad y personalidad que imprime al personaje es increíble. Algo similar sucede con el resto del elenco, que no desentona en absoluto, imbuyendo mucha humanidad a cada uno de los personajes, logrando generar un vínculo muy fuerte gracias a ello.

Como dato adicional, cabe destacar que el juego cuenta con una gran cantidad de opciones de configuración a nivel gráfico, permitiendo adaptar el título a diferentes sistemas. De cualquier modo, en PC se requiere de un sistema relativamente potente para disfrutar de la experiencia en todo su esplendor. A todo esto, se suma un gran abanico de opciones de accesibilidad y una mejor presentación de los subtítulos.

Lo único que se le puede reclamar a Hellblade II es “pecar” -por decirlo de algún modo- de continuista. La evolución, en lo que a jugabilidad respecta, es nimia. Pero aún así, le da varias vueltas a la primera parte en todo sentido. Al fin y al cabo, es un videojuego que no necesita de elementos de progresión, “trajecitos”, o tan siquiera un mundo abierto para posicionarse como una de las mejores experiencias del año. Es una hermosura, en todo sentido, cuya historia cierra perfecto, e incluso nos ofrece algunos extras que justifican una segunda pasada.

Senua’s Saga: Hellblade II es un excelente título que se suma al panteón de obras que demuestran que las segundas partes pueden ser muy buenas. Una propuesta que deja la gamificación relegada a un segundo plano, dando total protagonismo a la narrativa, a los personajes y los conflictos que cada uno de ellos atraviesa. Es uno de esos juegos que pega duro, justo en las fibras más sensibles de nuestra humanidad, invitándonos a reflexionar. Ninja Theory demuestra una vez más que es un equipo con mucho talento, enfatizando el hecho de que los videojuego son mucho más que niveles, mundos abiertos e ingentes horas de contenido: también es un medio maravilloso para contar historias maravillosas que llegan al corazón y recordarnos que, por muy oscuro que sean los días, no estamos solos.

9

Una experiencia únicaHellblade II supera con creces a su predecesor, con una experiencia técnicamente impactante, con toques de acción y resolución de puzzles, donde todos sus elementos se conjugan en torno a una obra emotiva a la que no le falta ni le sobra un sólo segundo.

Revisado en PC

Plataformas:

PCXbox Series XXbox Series S