Máxima velocidad (Speed), el thriller de acción dirigido por Jan de Bont, no solo logró convertirse en la cuarta película más taquillera de 1994, sino que también fue el trampolín para las carreras de unos jóvenes Keanu Reeves y Sandra Bullock. Debido a su popularidad y gran química en pantalla, la carrera de ambos intérpretes despegó y tomó carriles diferentes. En 2006, la dupla volvió a cruzarse en el drama romántico La casa del lago (The Lake House) de Alejandro Agresti y desde entonces la intención de volver a colaborar en una nueva película parece estar en las cartas.
En el marco del trigésimo aniversario de Máxima velocidad, Reeves y Bullock brindaron una entrevista conjunta para el podcast 50 MPH en la que hablaron del clásico de acción y de la posibilidad de trabajar juntos nuevamente. “Antes de morir, antes de dejar este planeta, sí creo que Keanu y yo tenemos que hacer algo delante de la cámara”, dijo Bullock después de que el presentador, Kris Tapley, bromeara sobre la posibilidad de una tercera película de la saga.
Reeves también demostró estar interesado en la posibilidad de volver a trabajar con su compañera, sea o no una secuela de Máxima velocidad. “Se siente como si fuera... hay un canto de sirena en ello”, dijo. “Creo que me encantaría volver a trabajar contigo antes de que se nos cierren los ojos. Lo haríamos genial”, remató el intérprete de John Wick.
En Máxima velocidad, Keanu Reeves interpretó a un agente de policía de Los Ángeles encargado de desactivar una bomba en un autobús lleno de pasajeros, preparada para explotar si la velocidad del vehículo desciende por debajo de 80 kilómetros por hora. Bullock dio vida a Annie, una pasajera que se hace cargo del transporte cuando su conductor resulta herido.
La película recaudó 118 millones de dólares en la taquilla, lo que dio a lugar a una secuela que se estrenó tres años más tarde. Sin embargo, Reeves dejó pasar aquella oportunidad debido a que el guion que proponía, a grandes rasgos, la misma historia pero en un crucero, no logró convencerlo. Finalmente, Máxima velocidad 2 resultó ser un fracaso crítico y la propia Sandra Bullock reconoció que todavía la hace sentirse un poco avergonzada.
Más allá del deseo de Reeves y Bullock, no hay ningún anuncio firme sobre el desarrollo de una tercera película de la saga.