Dentro de una prolífica filmografía que incluye a películas como El club de la pelea (Fight Club, 1999) y La red social (The Social Network, 2010), Pecados Capitales (Seven, 1995) continúa siendo uno de los trabajos más célebres del productor y director, David Fincher. A casi tres décadas de su lanzamiento, el oscuro policial protagonizado por Brad Pitt y Morgan Freeman, sigue inspirando a otras obras del género y formando parte de las listas de mejores películas de todos los tiempos. Sin embargo, sus proyecciones de pruebas estuvieron lejos de advertir este éxito. De hecho, el propio Fincher confesó que las primeras presentaciones de la película fueron, por lo menos desastrosas.
En una entrevista reciente, el cineasta ganador del Globo de Oro recordó que las primeras audiencias a las que se le presentó la película salieron enfurecidas de las salas. ¿El motivo? el largometraje había tenido una estrategia promocional que se enfocó en los trabajos previos de sus estrellas que estaban lo suficientemente alejados del contenido del thriller neo-noir.
“Me trajeron esta pequeña tarjeta de 5 por 7 pulgadas que decía: ¿Le gustaría ver una nueva película protagonizada por Brad Pitt de ‘Leyendas de Pasión’ y Morgan Freeman de ‘Paseando a Miss Daisy’? Para mí no tenía sentido. No vas a atraer a esta película a la gente a la que le gusta ‘Paseando a Miss Daisy. Eso no es correlativo. No hay conexión. No hay relación entre estas experiencias, y mucho menos entre el tipo de narración en el que pedimos al público que se sumerja”, recordó Fincher.
Este tampoco fue el único problema que surgió durante la realización de Pecados capitales ya que Fincher también señaló que un productor quiso modificar el principal giro del final, una de las escenas más crudas y, por ende, célebres de la película (si, estamos hablando del famoso contenido de la caja).
Después de varias proyecciones fallidas, reuniones y luego del fracaso crítico que había supuesto Alien 3 (su anterior y primera película), el director comenzó a tener dudas respecto a si Pecados capitales terminaría de rodarse. Afortunadamente, Fincher logró mantener a flote su visión y con apoyo de sus propios protagonistas, pudo concretar la película que hoy siente adelantada a su tiempo debido a su crudeza y sus múltiples giros.