PRIMERAS IMPRESIONES | No Rest for the Wicked: Avanzando en la dirección correcta

Hablar de Moon Studios es prácticamente el sinónimo de hablar de calidad. El estudio de desarrollo austríaco ha dado mucho que hablar, tanto con Ori and the Blind Forest y su secuela, Ori and the Will of the Wisps. Y es que gracias a una narrativa sumamente emotiva, mecánicas jugables divertidas y un apartado artístico de escándalo, ambos títulos lograron hacerse un lugar en el corazón de miles de jugadores, como así también acreedores de numerosos reconocimientos. Ahora, cuando el mundo entero aguardaba con ansias una tercera parte, sus responsables decidieron dar un golpe de timón y probar algo diferente con No Rest for the Wicked, un RPG de acción brutal a la par que hermoso, cuyo mundo oscuro y atractivo pone a prueba nuestra determinación minuto a minuto.

No Rest for the Wicked es un tipo de animal diferente. Los objetos curativos tienen un enfriamiento de 10 segundos luego de su uso, el equipo pierde durabilidad cada vez que morimos y las misiones dan como recompensa unas pocas monedas. Por su parte, el combate es desafiante, los enemigos pegan muy duro y escalan su nivel junto con el nuestro. Aquí, morir es muy fácil. De este modo, el juego busca destruir nuestra confianza, llevándonos constantemente al terreno de la incomodidad. Si bien es cierto que no llega a alcanzar las cotas de frustración propias de títulos como Sekiro, pareciera que el estudio hubiera diseñado el juego con la idea de hacernos sufrir durante las primeras horas.

Pese a ello, lo primero que llama la atención de No Rest For The Wicked, es lo increíblemente hermoso que se ve. Al igual que en la saga Ori, Moon Studios realizó un trabajo formidable en su nuevo trabajo. Estamos frente a un título extremadamente estilizado, que remite a pintura al óleo, pero en movimiento. El juego en sí luce fantástico, con un nivel de detalle increíble y un escenario de fantasía oscura que es un deleite visual. Es una de esas propuestas que invita a darle al ‘F12′ para capturar pantalla de forma compulsiva. Por supuesto que esto se traslada también a las animaciones y modelos de personajes, construyendo una puesta en escena cinematográfica.

En este sentido, contribuye mucho el inteligente uso de la cámara. Por ejemplo, muchos RPG de acción (Diablo, Torchlight, etc.) utilizan un plano isométrico, cuya posición permanece inalterable durante toda la aventura. Aquí sucede más o menos lo mismo, con la excepción de que eventualmente la cámara se desplaza creando secuencias que parecen arrancadas de una película, poniendo mucho énfasis a lo que vemos en pantalla. Es decir, a veces el propio juego quiere resaltar la belleza de monumentos naturales, bosques o antiguas edificaciones, intentando trasladar el sentimiento de asombro que ha de sentir el protagonista del título, a los propios jugadores.

Hacer que el juego se sienta como una pequeña película, tiene su contraparte. La cámara a veces juega en contra, dificultando la navegación por el mapa. A veces resulta difícil saber exactamente por dónde podemos y debemos movernos, ya que no se puede rotar. Y en escenarios tan amplios y verticales, dicha funcionalidad se vuelve imprescindible a fin de evitar muertes innecesarias. Derivado de ello, también resulta frecuente intentar pasar por zonas que en realidad no fueron diseñadas, o tan siquiera pensadas, para que podamos transitar por ellas. De hecho, en algunas zonas hasta podemos caer accidentalmente del mapa, lo que se traduce como una muerte segura.

El combate va en contra de la filosofía típica de cualquier RPG de acción, donde todo gira en hacer frente a enormes hordas de enemigos, llevando la ‘fantasía de poder’ a límites estratosféricos. No Rest For The Wicked toma un camino diferente, puesto que se siente prácticamente como un soulslike. Las peleas son mucho más ‘íntimas’, puesto que rara es la ocasión en que tenemos que luchar contra dos o tres enemigos simultáneamente. Además, suelen golpear muy fuerte, tienen bastante salud y actúan de modo inteligente. Dicho de otro modo, si la intención es la de encarar este juego como si fuera un “Diablo cualquiera”, podemos llegar a recibir incontables y frecuentes palizas.

Las peleas en general, plantean un ritmo bastante lento, donde es necesario aprender y memorizar patrones, buscar ventanas para encajar dos o tres ataques y poner distancia con nuestro rival antes de que llegue a golpearnos. Los enemigos no son tontos, sino que hacen uso de todo su arsenal de movimientos, lo cual incluye esquivas y parrys que pueden dejarnos completamente vendidos. A todo esto, también es importante gestionar la resistencia, porque cada ataque o voltereta consumirá parte de la misma. Y lo mejor, es la enorme variedad de armas que podemos usar, las cuales cambian radicalmente el modo de afrontar una pelea.

Si bien los combates resultan bastante espectaculares, en especial cuando enfrentamos a un jefe, la estrella de la producción es el mundo y su diseño. En este sentido, está claro que Moon Studios tomó nota del trabajo de FromSoftware, puesto que también tenemos ‘hogueras’, escenarios interconectados y atajos, pero también mucha verticalidad. Esto hace de la exploración un deleite, porque siempre encontramos algo nuevo, ya sea una zona que habíamos pasado por alto, un cofre de tesoro o incluso paisajes deslumbrantes. Y sí, puede que suene absurdo que la “recompensa” por llegar a lo alto de una montaña sea una vista panorámica de la zona, pero teniendo en cuenta lo bonito que se ve el juego, es un detalle que se agradece sobremanera.

Otro aspecto interesante, es que en No Rest for the Wicked la fabricación y recolección de recursos juegan un papel importante. Cabe aclarar que no existen mecánicas de supervivencia, pero pescar, talar árboles y extraer minerales, sirve para crear objetos curativos, armas, armaduras, o pociones, entre otras tantas cosas. Sin embargo, todo ello también puede utilizarse para reconstruir los edificios de la ciudad de Sacramenta, que funciona como nuestra base de operaciones. Eventualmente, hasta será posible comprar nuestro propio hogar, amueblarlo y recibir a otros jugadores que podrán unirse a la aventura, eso sí, una vez se implemente el modo cooperativo.

De más está decir que el título todavía se encuentra en Acceso Anticipado (Early Access), por lo que quedan algunas incógnitas en el aire. La historia no llega a desarrollarse demasiado, pero nos deja entrever que las conspiraciones políticas, los giros de tuerca y las traiciones al más puro estilo Juego de Tronos, estarán a la orden del día. Los personajes en sí, son bastante interesantes, con personalidades muy marcadas que se refuerza mediante un exquisito diseño y una excelente actuación de voz. En este sentido, Moon Studios supo plasmar una narrativa emotiva en Ori, con momentos inolvidables y secuencias que llegaban a tocar nuestras fibras más sensibles. Cuesta pensar que aquí tomen un camino similar, puesto que se percibe un aura mucho más épica, pero es probable que el equipo a cargo de la escritura del juego se las arregle para hacernos caer alguna que otra lágrima.

Algo similar sucede con las misiones diarias y semanales, que siempre son las mismas. Esto se debe a que -de momento- sólo podemos explorar dos zonas de lo que promete ser un vasto mundo. Por lo tanto, una vez el hilo narrativo concluye, podemos seguir jugando pero pasando la mayor parte del tiempo recogiendo recursos o eliminando a determinado tipo de enemigos a cambio de unas pocas monedas. Lo curioso es que, pese a que puede sonar repetitivo o aburrido porque conoceremos cada área como la palma de nuestra mano, los enemigos cambian, haciendo que volver a explorar un lugar posteriormente visitado, se convierta en una nueva experiencia.

Por supuesto, al estar todavía en desarrollo, resulta frecuente encontrarse con algunos errores. Algunos son leves, como quedarse temporalmente trabado con algún elemento del entorno, inconsistencias en la traducción o momentos en los que los controles no responden al querer consumir un curativo. Pero también existen otros más graves, como “cuelgues” repentinos que nos sacan del juego, e instancias en que el personaje se queda congelado pudiendo caminar aunque sin poder llevar a cabo ninguna acción.

Es un alivio ver que el equipo de desarrollo está intentando solucionar todos estos inconvenientes mediante constantes parches. Y si bien el juego en sí está bastante pulido, todavía quedan muchos problemas por corregir, siendo el más notable el rendimiento. Lo cierto es que, pese a aparentar lo contrario, No Rest for the Wicked demanda de una PC relativamente potente para poder disfrutarlo en condiciones. Además, las opciones gráficas son algo escasas, con tan solo 4 ajustes preestablecidos que no impactan demasiado en la performance. A todo esto, hay que mencionar que el juego todavía no es compatible con DLSS, aunque eventualmente llegará una actualización para ello.

No Rest For The Wicked es un juego muy prometedor que solo puede ir a mejor. De momento, Moon Studios no ha brindado información consistente acerca de cuánto puede durar esta etapa de Acceso Anticipado, aunque compartieron un roadmap enumerando las próximas actualizaciones. Sea como sea, en su estado actual ofrece una fórmula fresca dentro del género del RPG de acción, gracias a un combate divertido, un mundo que atrapa y un estilo artístico que nos deja con la boca abierta a cada paso. Todavía necesita maduración, pero tiene todo para convertirse en otro fantástico trabajo de Moon Studios y, definitivamente, uno a tener muy en cuenta.