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Episodio 3: Disney en 8 bits y la primera edad dorada
Los videojuegos y la televisión, o el cine, tienen una relación particular. La experiencia nos ha enseñado a desconfiar de las adaptaciones porque, según dicen las malas lenguas, suelen ser juegos mediocres hechos a las apuradas para aprovechar el éxito de cierto producto. Esta espada corta hacia ambos lados de la industria, ya sea un juego basado en una franquicia cinematográfica o una película basada en una serie de juegos.
Por lo general, esquivar este tipo de lanzamientos hasta ver qué dice la prensa especializada es una buena costumbre. Pero, a pesar de todo, siempre hubo excepciones a la regla y Disney fue una de las empresas más beneficiadas. Durante la tercera generación de consolas hubo decenas de adaptaciones geniales. Hoy les traigo cinco maravillas de 8 bits que nada tienen que envidiarle a los mejores exponentes de su género.
DuckTales 2
El primer DuckTales fue fantástico y, sin dudas, se mantiene como un clásico indiscutido. Sin embargo, la secuela lo supera en todo sentido. Se trata de un plataformero puro y duro que nos permite elegir el orden de los niveles y ostenta un importante factor de rejugabilidad. A diferencia del primero, DuckTales 2 nos permite volver a recorrer los niveles que ya habíamos superado para conseguir recursos que nos permitirán comprar accesorios en la tienda de Gyro.
Lo mejor es que estos nos permiten acceder a zonas ocultas o previamente inaccesibles. Si además le sumamos un control más pulido, cinco locaciones nuevas y bien diferenciadas, estamos ante una secuela fantástica. DuckTales 2 se publicó en 1993, tuvo un port para Game Boy muy digno y hoy en día está disponible en The Disney Afternoon Collection.
Chip ‘n Dale: Rescue Rangers
La adaptación de Chip ‘n Dale: Rescue Rangers es uno de los pocos juegos que ofrecen una propuesta divertida tanto en solitario como en coop. Nuestras ardillas favoritas se complementan en una aventura que los lleva por escenarios gigantescos y variados, que siempre culminan en un jefazo de final de nivel. Es un juego que castiga lo necesario como para hacernos prestar atención, pero cuya dificultad nunca se vuelve agobiante.
Algunas situaciones requieren que trabajemos en equipo, ya sea para conseguir un ítem o para alcanzar una zona más alta, y nuestros errores generan situaciones hilarantes. Chip ‘n Dale: Rescue Rangers fue publicado en 1990 y fue producido por el maestro Tokuro Fujiwara, que había trabajado en Mega Man 2 y Ghost ‘n Goblins. No solo fue un éxito de ventas, sino que demostró que el casamiento entre Capcom y Disney tenía mucho más que ofrecer que las Patoaventuras de 1989.
The Lucky Dime Caper starring Donald Duck
En 1991 los felices poseedores de una Sega Master System pudieron jugar uno de los mejores títulos de 8 bits protagonizados por un pato. The Lucky Dime Caper starring Donald Duck era un plataformero no lineal de scroll lateral que nos permitía explorar siete niveles diferentes en cualquier orden, que nos llevaban a locaciones tan dispares como Los Andes, las pirámides o el castillo de Mágica. Donald podía atacar enemigos con un martillo o tirando freesbies mientras avanzaba en busca del centavo de la suerte de Tío Rico y sus sobrinos secuestrados por la bruja Mágica.
Tenía un fantástico apartado técnico y, si bien no era ágil y rápido como los títulos desarrollados por Capcom, el trabajo de desarrollo de Sega aprovechaba al máximo el hardware de la Master System. The Lucky Dime Caper se veía como un juego de más de 8 bits, como si la consola de Sega fuera un paso intermedio de cara a la próxima generación. Si bien tuvo un port muy digno en Game Gear y fue muy bien considerado por la prensa, el juego de Donald se quedó en 1991 y no puede jugarse en ninguna plataforma moderna.
TaleSpin
¿Cuántos habrán visto Los Aventureros del Aire? La serie era un spin-off de El Libro de la Selva y nos contaba las aventuras del mismísimo Baloo en un emprendimiento laboral poco probable. El inolvidable oso amigo de Mowgli es piloto de avión y trabaja entregando cargas a diferentes locaciones, argumento que le vino de maravillas para crear un shoot ‘em up como pocos. TaleSpin podría haber sido un shooter clásico de desplazamiento lateral, pero Capcom le dio una vuelta de tuerca a la jugabilidad permitiéndonos retroceder en cualquier momento.
Sin embargo esta maniobra no era nada fácil, para hacerla Baloo daba vuelta el avión “The Seaduck” y se desplazaba hacia la izquierda. Esta capa de complejidad convertía al shooter en una aventura más desafiante en la que la muerte nos esperaba en cada esquina. Su dificultad, y la escasa popularidad de la serie, lo sepultaron en el olvido pero quienes pudimos jugarlo allá por 1991 sabíamos que era un juego único. Al igual que los anteriores títulos de Capcom, tuvo un port para Game Boy y está disponible en The Disney Afternoon Collection.
Darkwing Duck
La adaptación de la serie del Pato Darkwing fue un maravilloso plataformero de acción que nada tenía que envidiarle al mejor Mega Man. La mano de Tokuro Fujiwara se nota en cada trazo de la aventura, que pudo capturar a la perfección la esencia de cada villano y transformarla en un jefe desafiante con mecánicas de lucha variadas. Darkwing tiene que asistir a diferentes llamados de auxilio en la ciudad, cada uno es un nivel con un jefe final. Los niveles proponen un desafío marcado con diferentes armas que facilitan ciertas batallas y permiten acceso a lugares ocultos. Darkwing puede cubrirse de los proyectiles enemigos con su capa, colgarse de los ganchos y hacer una barrida al mejor estilo Blue Bomber.
El apartado técnico es brillante, no solo por sus diseños coloridos y cuidados, sino por la fantástica banda sonora compuesta por Yasuaki Fujita. Créanme cuando les digo que, luego de una sesión con el título de Capcom, van a estar tarareando sus melodías por un buen rato. Darkwing Duck es el mejor juego que salió de la unión entre Capcom y Disney, un título que bendijo las NES y la Game Boy en 1992 y 1993, respectivamente, y que hoy en día puede disfrutarse en la colección donde están todos los anteriores. De más está decir que les recomiendo encarecidamente que vayan a comprarla, no solo es la mejor forma de honrar estos clásicos, sino que tiene jugosos extras y el sello de calidad de Digital Eclipse.