La industria de los videojuegos está atravesando una situación que no se había visto anteriormente, con altos números de despidos de manera constante. Sin embargo, esto no significa que el resto de los aspectos de la industria estén en orden. Hace un tiempo, no era raro que se realicen denuncias de ambientes de trabajo tóxico en varios estudios, a tal punto que hace algunos años estas noticias eran, tristemente, tan constantes como los despidos hoy en día. Ahora otro estudio acaba de recibir otra de estas denuncias: Deck Nine, desarrolladores de Life is Strange: True Colors.
La noticia se dio a conocer en un extenso reporte donde varios empleados del estudio declararon de manera anónima que han sufrido tratamiento abusivo y sexista, fueron obligados a realizar crunch, e incluso han tenido que discutir con sus superiores para quitar referencias a símbolos nazi en el próximo juego del estudio. Uno de los implicados en estas denuncias es Zak Garriss, director narrativo del estudio que posteriormente llegó al puesto de jefe del estudio. Garris, según las denuncias, utilizaba su posición para intentar perseguir relaciones inapropiadas con las trabajadoras femeninas de Deck Nine, además de realizar varios comentarios racistas en repetidas ocasiones.
Garris eventualmente abandonó el estudio por su propia voluntad, y aunque el departamento de recursos humanos de Deck Nine estaba al tanto de la situación nunca se realizó ningún tipo de acción al respecto. Eventualmente, el estudio propuso contratar a Garris como consultor narrativo externo en su próximo juego, pero varios de los empleados se organizaron y amenazaron con renunciar, hasta que finalmente se descartó esta idea. Por su parte, Garris no solamente negó las declaraciones en su contra, sino que también criticó a las víctimas en los medios. El ex ejecutivo calificó a los empleados de Deck Nine como “creativamente inflexibles” y “antagonistas ante las diferencias”, refiriéndose a las veces que los equipos tuvieron que luchar para quitar escenas con comentarios racistas, sexistas y en contra de inmigración que Garris quería incluir en Life is Strange: True Colors.
Si bien actualmente se desconoce el juego en el que Deck Nine se encuentra trabajando, a finales de febrero había despedido al 20% de su personal, luego de otra ronda de despidos que ya había sufrido en mayo del año pasado.