El género del anime japonés apuntado a jóvenes y, en general con muchos tintes de combate al mejor estilo Dragon Ball, lleva encima el nombre de shonen. La palabra en sí misma significa “hombre joven” y, a pesar de tener su contraparte para “mujeres jóvenes”, el shojo, la línea entre hombres y mujeres, por suerte, desaparece cada vez más.
Desde muy chicos, con propuestas como Saint Seiya o Dragon Ball, miles de niños en el mundo crecieron con historias de superación, entrenamiento y el mejor camino del héroe que Japón nos puede dar.
A veces, hablar de shonen es tener que hablar de los grandes, como Dragon Ball, Naruto, One Piece o Bleach. Cientos y miles de capítulos para algunos casos, donde la construcción de poder se da a través de los distintos arcos de la historia.
Todos hemos escuchado alguna vez la frase “no voy a ver One Piece, no termino más”, o “Naruto tiene mucho relleno”. A estas frases se le suman otras como “Goku tarda 500 capítulos en cargar una Genkidama”. Y claro, no se equivocan.
El shonen de este estilo, que es largo y en muchos casos como el de One Piece lleva casi 25 años en emisión, adapta fielmente su manga. Ahí está la razón de su longitud, pero también, como vemos en Naruto, a veces eso no alcanza y caemos en las historias “de relleno”.
Hay un poco de magia y disfrute en el camino de seguir a Luffy y los Sombrero de Paja por 1100 capítulos, visitando cientos de islas y conociendo nuevos personajes. El camino del poder, y de la construcción de personajes, se da a través de muchísimas instancias que no funcionarían en tan solo doce episodios de temporada.
Así y todo, el shonen no es únicamente eso, ya que la comedia y las “medidas de poder” entre personajes pueden darse en propuestas más cortas, que no buscan contarnos más que lo que ya conocemos del género. Ese es el caso de Mashle: Magic & Muscles.
Mashle es una propuesta extremadamente parecida a Harry Potter, a tal punto que no le incumbe caer en lo que podríamos considerar un plagio. Aún recuerdo los capítulos de Maldito Anime en donde cubrimos las primeras aventuras de Mash Burndead, y como muchos me decían que más que un mundo mágico, en nada se parecía al mundo de Potter.
Claro, no tardó en llegar su tercer capítulo, donde las tres casas principales son presentadas a través de un torneo de un deporte mágico, que es exactamente igual al Quidditch. Esto último no importa, porque la magia de Mashle no recae en cuanto se parece a Harry Potter, sino en cómo maneja esa cercanía en la cultura pop para transformarse en un referente del shonen en 2024.
Si todos conocemos cómo funcionan las leyes del mundo mágico de Harry Potter, con pocas explicaciones conoceremos las de Mashle: Magic & Muscles. La discriminación hacia los que no usan magia es más fuerte, y estos son apartados y eliminados de la sociedad. Claro está, nuestro protagonista, no puede usar magia.
Con este punto de partida, y desde la visión de un “muggle”, Mashle: Magic & Muscles nos hace experimentar en muy pocos capítulos la magia del shonen y las aventuras de un no-mago queriéndose convertir en el mejor alumno de un colegio de magia y hechicería.
¿Cómo lo va a hacer? Bueno, al igual que otro gran referente del mundo shonen, One Punch Man, el entrenamiento físico de Mash le da una fuerza y rapidez sobrehumana que en gran parte de la serie logra burlar a los ojos de quienes buscan cazar a los “sin líneas”.
La medición de poder en este mundo está dada por la cantidad de líneas que cada personaje tiene en la cara, y existen de 1, 2 y hasta 3. Los magos más poderosos del mundo emplean técnicas de invocación con mucho aire a Jojo’s Bizarre Adventure y las peleas están increíblemente animadas.
En un rejunte de peleas espectaculares, poderes con nombres cool y mucha medición de poder se suman a la comedia exorbitante, que también nos recuerda a otro clásico shonen: Gintama.
Con un mundo conocido, todos los químicos de la fórmula del shonen y la construcción de las aventuras de Mash y sus amigos, Mashle: Magic & Muscles es la mejor definición del género que nos acompaña desde pequeños, en una dosis más chica y extremadamente divertida.
La serie está disponible en Crunchyroll y cuenta con dos temporadas, con su segunda temporada que finalizó este fin de semana. El manga sigue, y todavía tenemos mucho Mashle animado por delante.
Si extrañas las viejas épocas de Dragon Ball, Saint Seiya o Naruto, sería ideal que le des una oportunidad a lo que creo, es la mejor forma de traer el shonen a nuestras ocupadas vidas de hoy en día.