Videojuegos y colaboraciones: una estrategia en ascenso

Las colaboraciones entre videojuegos, series, películas y franquicias de todo tipo ya son moneda corriente y no parece que esto vaya a cambiar en el futuro

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Fortnite, de Epic Games.
Fortnite, de Epic Games.

Las colaboraciones en la industria de los videojuegos comenzaron a volverse moneda corriente en la actualidad. Semana tras semana, nos encontramos con algún título que se une de alguna u otra forma con otra franquicia, ya sea que tengan algo que ver o no. Incluso, ya es habitual que producciones de otras índoles como series y películas también tengan una relación más directa con los videojuegos.

Para poner ejemplos de las últimas semanas podemos mencionar la colaboración de Overwatch 2 con Cowboy Bebop, Sonic con Angry Birds, Street Fighter 6 con Monster Hunter, Destiny 2 con Ghostbusters y hasta Mega Man con Exoprimal. Cabe destacar que a veces estas uniones son más bien un crossover de elementos cosméticos mientras que en otras ocasiones se deben a una experiencia más completa y exclusiva.

Sea of Thieves, de Rare.
Sea of Thieves, de Rare.

Microsoft Flight Simulator nos permitió volar con vehículos pertenecientes a Top Gun: Maverick y con el ornitóptero de Dune. Sea of Thieves hizo lo propio con misiones basadas en Piratas del Caribe y Monkey Island y hasta el FIFA 23 tuvo el año pasado una asociación con Marvel donde sacaron jugadores basados en personajes de la franquicia. Ni hablar de Lionel Messi llegando como agente para Call of Duty: Warzone.

Podríamos hacer una nota entera solamente mencionando todas las colaboraciones en videojuegos en el último tiempo y ni así llegaríamos a abarcar todas. Sí, me animo a decir que las colaboraciones llegaron para quedarse y que Fortnite tuvo una importancia trascendental a la hora de masificar estas situaciones. Históricamente, siempre hubo crossovers y hasta títulos basados en esto como Super Smash Bros. y Marvel vs. Capcom.

Super Smash Bros. Ultimate, de Nintendo.
Super Smash Bros. Ultimate, de Nintendo.

Sin embargo, el gran diferencial de la actualidad es que tiene otro fin más relacionado al marketing y a la unión de comunidades y públicos. La mayoría de los juegos que se relacionan con otras franquicias son juegos como servicio o, al menos, con una proyección activa a muy largo plazo. De esta forma, las colaboraciones y los crossovers se convierten en una interesante maniobra para contentar a tu propia comunidad, atraer a nuevos jugadores e intentar que quienes hayan abandonado el juego regresen por dicho evento.

Final Fantasy VII es uno de mis juegos favoritos de la vida y su colaboración con Apex Legends me hizo volver al battle royale, aunque sea tan solo por unos días. Dredge y Dave The Diver fueron dos de los títulos que más disfruté el año pasado e incluso siendo entregas más pequeñas y sin una franquicia detrás, tuvieron su propio crossover a finales de año.

Dave The Diver, de Mintrocket.
Dave The Diver, de Mintrocket.

En otras notas ya he mencionado que en la actualidad vivimos en un momento de mucha producción, por lo que cada vez es más difícil mantener la atención de los jugadores en un solo título. Es más, los videojuegos ya no solo compiten contra otros videojuegos sino también contra las plataformas de streaming que también aspiran a conseguir un lugar importante en el tiempo de ocio de las personas.

Aquí hay un interesante punto y es que a diferencia del pasado, las colaboraciones funcionan en más de un sentido. Los estudios de videojuegos no solamente quieren relacionarse con otras franquicias para nutrir su propia entrega y comunidad, sino que dicha franquicia ya sea otro videojuego, película o serie, también desea hacer la alianza para su propio beneficio.

Fortnite, de Epic Games.
Fortnite, de Epic Games.

No solo fue positivo para Microsoft Flight Simulator hacer un contenido exclusivo con Dune sino que también sirvió para difundir y aumentar la expectativa de la secuela de la película que se estrenó hace algunas semanas. El ejemplo central es Fortnite: todas las últimas grandes superproducciones llegaron al título de Epic Games, siendo algo favorable tanto para el juego como para la película, serie o artista en cuestión, ya que recientemente tuvieron la incorporación de Lady Gaga y Eminem.

De esta forma, franquicias, otros videojuegos, películas, series y hasta artistas comenzaron a relacionarse con títulos de una manera que antes no existía. Por todo esto, no caben dudas que estas alianzas estratégicas bien realizadas generan algo positivo tanto para los productos como para sus comunidades, por lo que seguramente sigamos viendo crossovers que nunca hubiéramos imaginado.

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