PRIMERAS IMPRESIONES | Stellar Blade: una demo demasiado simple

El juego de Shift Up, exclusivo de PlayStation 5, tendrá una demo gratuita y tuvimos la oportunidad de jugarla

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Stellar Blade, el exclusivo de PlayStation 5, recibirá una demo este 29 de marzo.

Difícilmente exista alguien que opine que las demos son algo malo para los videojuegos. La posibilidad de poder probar un juego antes de invertir la cada vez más alta suma de dinero que cuestan es muy valiosa. Stellar Blade, el primer juego del estudio coreano Shift Up y exclusivo de PlayStation 5, ya captó la atención de todo el mundo desde su anuncio gracias a su increíble apartado gráfico. Sin embargo, eso no es suficiente para discernir si un juego nos va a gustar o no a la hora de jugarlo. Por eso es digno de elogio que el estudio haya preparado una demo, aunque ahora que tuve la chance de jugarla, siento que no fue un muy buen vistazo a lo que puede llegar a ofrecer Stellar Blade.

Mi primera gran pregunta previa a la demo era una simple: ¿qué clase de juego es, realmente, Stellar Blade? El director del juego, Kim Hyung Tae, siempre fue muy vocal en cuanto a su admiración por Nier Automata, la obra maestra de Yoko Taro. Suscitar la comparación con uno de los mejores juegos de nuestra industria no es exactamente una estrategia fácil, porque la balanza nunca va a estar equilibrada. En tráilers el juego podía verse como un título de acción, y algunos otros conceptos de Nier Automata eran notorios, pero la prueba de fuego, al menos para mi, era al tacto. Nier Automata, desarrollado en conjunto con Platinum Games, es un juego que se disfruta mucho jugar. ¿Era eso lo que Stellar Blade quería replicar?

Stellar Blade, de Shift Up.
Stellar Blade, de Shift Up.

Después de jugar la demo, que incluye el principio del juego hasta el primer jefe, me inclino a pensar que la respuesta a esa pregunta es un “no”. Stellar Blade está más inspirado por Nier Automata en lo que parece ser la construcción de su mundo, con androides que tienen forma de mujeres que representan estándares de belleza tradicional y trajes que resaltan su figura, de manera similar a 2B. Lo que más me sorprendió fue notar una inspiración diferente en la jugabilidad, y es una que había pasado por alto cuando leía las declaraciones de Hyung Tae: aunque no lo parezca por los tráilers, el juego tiene bastante de Sekiro: Shadows Die Twice.

De hecho, me atrevería a decir que Stellar Blade se asemeja mucho más a un soulslike que a lo que cualquiera esperaba. Este no es tanto un título de acción desenfrenada a lo Devil May Cry, o un RPG de acción con amplia variedad de combate como Nier Automata, sino un juego un tanto más deliberado e intencionado como Sekiro, aunque esa comparación tampoco se da sobre una balanza equilibrada.

Stellar Blade, al menos en esta demo, presenta un combate dentro de todo simple. Podemos realizar diferentes combos alternando entre golpes normales y fuertes, esquivar, saltar o defendernos con nuestra espada. Esta arma es quizás la mayor culpable de mis críticas hacia el juego, y es que contar con una sola arma y un número limitado de combos se siente mucho más restringido que otros títulos de acción, que uno podría argumentar era lo que Stella Blade aparentaba ser en sus tráilers.

Stellar Blade, de Shift Up.
Stellar Blade, de Shift Up.

En cambio, con lo que me encontré es un juego donde sentí que la estrategia hacia la que era empujado era golpear a los enemigos brevemente, y cuando éstos atacan utilizar la mecánica de parry. Cada parry exitoso drena un medidor del enemigo, y una vez vacío podemos lanzar un ataque letal. Prácticamente como Sekiro: Shadows Die Twice. Además, esquivar no terminaba de sentirse tan útil por una cuestión de frames de invulnerabilidad, aunque entiendo la dificultad de explicar en palabras algo tan físico.

Eve, la protagonista, cuenta además con ciertas habilidades que pueden usarse en combate con una combinación de botones, y cuyo recurso para activarlas lo ganamos simplemente golpeando enemigos. El resto de la jugabilidad no dejó de resultarme familiar y a la vez sorpresiva: en los niveles podemos encontrar enemigos escondidos en las esquinas listos para emboscarnos; algunas secciones contienen breves atajos para volver a puntos anteriores del mapa; contamos con un campamento donde podemos mejorar nuestras habilidades, descansar para recuperar salud y nuestra cantidad de objetos de curación, pero que hacen revivir a los enemigos si descansamos.

Quizás la única gran diferencia de Stellar Blade con un soulslike es que no perdemos nada al morir, pero más allá de eso, empecé la demo esperando un Nier Automata con sabor diferente, pero terminé encontrándome con un primo muy lejano de Sekiro: Shadows Die Twice. La realidad es que la demo es muy corta para juzgar el título por completo, y no le hace demasiados favores. La variedad de enemigos es muy limitada, y el único nivel disponible se nota bastante genérico. Quisiera pensar que el juego final va a ofrecer más variedad, porque de lo contrario aquella balanza estará más desequilibrada.

Stellar Blade, de Shift Up.
Stellar Blade, de Shift Up.

La demo además, una vez derrotado el primer jefe del juego, ofrece una pelea contra un jefe más avanzado, con más habilidades de Eve desbloqueadas y ciertas opciones de personalización sobre su traje, que brindan diferentes bonificaciones a las estadísticas de Eve. Así y todo, ese jefe visualmente era demasiado similar al primero, y las mejoras con las que Eve contaba no cambiaban drásticamente la forma de usar al personaje, por lo que me preocupa que la variedad sea un problema que el lanzamiento final no sepa solucionar.

Compararse con los grandes es complicado, porque si no se presenta una idea lo suficientemente diferente, al menos hace falta que la similitud sea impecable. En esta demo, Stellar Blade pudo responder qué clase de juego es en realidad, pero lo único que cambió, al menos de momento, es la comparación de Nier Automata a Sekiro: Shadows Die Twice. El problema sobre su identidad completa sigue siendo el mismo, y me intriga mucho saber cómo su lanzamiento el 26 de abril pretende responder ante esa dificultad.

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