Dragon’s Dogma 2, a pesar de las quejas, no es “Pay-to-Win”

El último juego de Capcom tiene las mismas microtransacciones que sus últimos lanzamientos single player, ¿realmente está bloqueando contenido esencial tras una barrera de dinero?

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Dragon’s Dogma 2 | Desarrollador:
Dragon’s Dogma 2 | Desarrollador: Capcom | Distribuidores: Capcom, Capcom U.S.A., Inc.

Capcom es una de las mejores editoras y desarrolladoras de nuestra industria. Si bien ha tenido sus altibajos, tiene franquicias legendarias que establecieron géneros y definieron el rumbo de cientos de estudios emergentes. En las últimas dos generaciones, la compañía japonesa logró posicionarse una vez más a la vanguardia de la industria, reviviendo sus sagas clásicas con nuevas entregas. Además, han demostrado que se puede hacer remakes fantásticos conservando la esencia original y mejorando todo lo demás. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. Los creadores de Mega Man y Street Fighter suelen caer en las prácticas predatorias de siempre, llenando sus juegos de micro transacciones cosméticas y ayudas de pago para quienes las necesiten. Dragon’s Dogma 2 no fue la excepción a la regla, pero cuando mostró el apartado de pago el día de lanzamiento la comunidad estalló, denunciando que hace falta pagar aparte para poder jugar cómodamente al juego. ¿Es tan así?

La respuesta corta es “No”. Dragon’s Dogma 2 no es un juego Pay-to-Win y el hecho de que Capcom venda aparte un puñado de ítems no afecta en nada la economía ni el balance del juego. Pero es un tema que merece una explicación aparte, porque hay muchas declaraciones inflamatorias dando vuelta en redes sociales, usuarios dejando reseñas negativas en Steam sin haber jugado más que un par de horas, y una bola de nieve de desinformación alimentada por una sed de interacciones demasiado normalizada. Capcom exprime hasta el último centavo de los jugadores, no es algo nuevo. Lo hizo en los últimos Devil May Cry vendiendo desde trajes hasta la moneda del juego. También en sus juegos emblema como Mega Man, en los que vendía personajes jugables tan importantes como Protoman. Los últimos Resident Evil, desde Resident Evil VII o Resident Evil Village hasta los tres remakes, tienen todo tipo de compras que facilitan el acceso a ítems poderosos o desbloquean todo lo que se puede conseguir a través de la exploración o rompiendo los clásicos récords de tiempo.

Dragon’s Dogma 2, de Capcom.
Dragon’s Dogma 2, de Capcom.

Por eso no sorprende que Dragon’s Dogma 2 incluya este tipo de DLC. Sin ir más lejos, el juego original de hace 12 años también tuvo su cuota de micro transacciones. No es una justificación, sino que simplemente son las reglas del juego que como jugadores hemos venido aceptando desde hace más de diez años. Es una práctica predatoria que, evidentemente, funciona y parece ser parte del proyecto comercial de publicación de Capcom (y de muchas otras empresas, como EA y Ubisoft para nombrar a los mismos de siempre). Lo llamativo es que, si bien la información de la existencia de estos contenidos de pago figura en una guía de reseña que viene junto a la copia de prensa, aparece en letra pequeña, casi escondida. Claramente había intención de esconder la información hasta el lanzamiento. Sin embargo, la acusación de que se trata de ítems necesarios, que si no compramos nos arruinan la experiencia, es absolutamente ridícula y falsa, sin duda producto de la ignorancia de no haberlo jugado. Es comprensible desde el punto de vista del público general: el juego acaba de salir a la venta y sólo los periodistas tuvimos el privilegio de sumar más de 40 o 50 horas de juego para comentar sobre este tema. Por eso recurren a su única herramienta de reclamo, que es dejar reseñas negativas en Steam.

Capcom salió rápidamente a aplicar paños fríos, pero el daño inicial ya estaba hecho. Realizaron una actualización en la tienda de Steam que aclara que todo el contenido de pago puede ser conseguido con oro, la moneda del juego, o a través de la progresión orgánica del mismo. La mayoría de los ítems que se pueden comprar aparte están incluidos en la Edición Deluxe de Dragon’s Dogma 2, pero son objetos intrascendentes y algunos consumibles que facilitan un poco el comienzo de la aventura. Quizás lo único de valor real sea la colección de música y sonidos, y un pendiente que sirve para regalarle a un NPC y maximizar el vínculo más rápido. Todo lo demás forma parte de la economía del juego. Para que sea Pay-to-Win, el DLC debería dar una ventaja que rompa el balance del juego o directamente prevenga a cierta parte de la audiencia de obtener habilidades, experiencia o contenido desmedido. En este caso, se trata de una cantidad muy limitada de consumibles que sólo pueden adquirirse una única vez.

Dragon's Dogma 2 | Desarrollador:
Dragon's Dogma 2 | Desarrollador: Capcom | Distribuidor: Capcom

Por ejemplo, podemos comprar hasta 5 Wakestones (una piedra que nos permite revivir en medio de una pelea o devolverle la vida a un NPC que murió por error) o un Portcrystal, que nos permite instalar por única vez un punto de teletransportación en cualquier lugar del mapa, pero no se venden las Ferrystones para el viaje rápido. Se venden hasta 10 mil Rift Crystals, una moneda que sirve para invocar Pawns de nivel superior al nuestro para que nos ayuden a superar batallas difíciles, pero esa cantidad alcanza para dos o tres usos, o inclusive uno sólo si llamamos a un personaje con demasiada diferencia de nivel. Otros ítems como la llave para escapar de la cárcel, que puede comprarse por míseros 3 mil de oro en el juego, y no son realmente necesarios. Hay más de una forma de escapar de la cárcel en Dragon’s Dogma 2, desde recurrir a la violencia hasta hablar con un guarda y sobornarlo, porque a pesar de quedarnos en ropa interior cuando quedamos presos nunca nos quitan el oro.

Toda la polémica al respecto puede reducirse a una mezcla entre indignación por la forma en la que Capcom aprovecha cada lanzamiento para exprimir la billetera de los jugadores y que toda esta información salió a la luz el día del lanzamiento. El hecho de que Hideaki Itsuno, el director del juego, haya estado declarando que su juego no tenía viaje rápido gratis porque había diseñado un mundo verdaderamente interesante de explorar a pie no ayuda tampoco. Sin embargo, al menos por ahora, Capcom no está vendiendo las piedras que se usan para teletransportarse. Es más, si lo hiciera en cantidades tan limitadas como lo hace con las Wakestones o los Rift Crystals tampoco sería un problema ni podría interferir con la economía del juego. A los jugadores no les gusta que les metan la mano en el bolsillo. A nadie le gustaría, y de hacerlo lo mínimo que esperan es que las cosas estén claras desde el primer día en el que se activa la preventa. Contra ese razonamiento no puede haber excusas y Capcom parece haber intentado ocultar esta información de forma deliberada.

Dragon's Dogma 2 | Desarrollador:
Dragon's Dogma 2 | Desarrollador: Capcom | Distribuidor: Capcom

Dragon’s Dogma 2 es un juego enorme, balanceado, desafiante y absolutamente inmersivo. Nada de lo que se vende aparte rompe el encanto y todo puede conseguirse jugando, sin cantidades de tiempo extraordinarias, simplemente con la progresión orgánica. Lo único que nos perderíamos son los bonus cosméticos, como la banda sonora o los efectos especiales extra, pero incluso los kits de campamento y los tickets para modificar la apariencia de los personajes se pueden lootear o comprar con un puñado de monedas de oro. Si hay que criticarlo mejor hablemos de unas pocas caídas de frames, aunque al menos en PlayStation 5 no encontré ni un bug o cuelgue, o tal vez la falta de opción para iniciar una nueva partida en Steam si ya habíamos comenzado una. También pongamos sobre la mesa las prácticas predatorias de Capcom y el resto de las grandes editoras, y cómo se aprovechan de la ansiedad de los jugadores que están dispuestos a pagar para conseguir cualquier ventaja extra. Pero de ahí a decir que Dragon’s Dogma 2 tiene DLC de pago que lo transforman en Pay-to-Win hay una distancia abismal. Es una idea ridícula, una opinión desinformada o, con una mano en el corazón, directamente malintencionada.

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