Las repercusiones del famoso Silent Hills con su P.T. (siglas de Playable Teaser, es decir, Teaser Jugable) de Hideo Kojima cambiaron la forma en la que concebíamos los juegos de terror. La exploración pasillera con un fuerte enfoque en lo narrativo, el confundir al jugador con mapeados que cambian en un abrir y cerrar de ojos dieron origen a un nuevo subgénero. El estudio alemán Pixelsplit Games trabajó 5 años en Reveil, un título que bebe de las aguas del legendario Silent Hills y Layers of Fear por partes iguales, y nos cuenta una historia de horror psicológico de buen calibre.
La historia comienza cuando Walter se despierta desorientado en su cama. Acaba de tener una pesadilla y sufre un fuerte dolor de cabeza. Rápidamente se incorpora, toma una pastilla de un frasco y decide ir a ver si su esposa e hija están despiertas. La cama matrimonial está revuelta, la habitación repleta de blisters vacíos de un medicamento desconocido y la puerta está cerrada con llave. Encontrarla es el primer puzzle de Reveil y nos hace preguntar, al igual que al protagonista: ¿Por qué me encerraría y escondería mi propia llave? La respuesta la obtendremos durante la última hora de juego, pero antes deberemos recordar qué pasó para que lleguemos a este punto en su vida.
Reveil es una aventura narrativa de terror psicológico que se apoya en un motor gráfico pulido y bien optimizado que le permite jugar con nuestra percepción. Haciendo uso de varios trucos, bien conocidos para los veteranos del género, nos hará dudar en todo momento de lo que estamos viendo y haciendo. Pensaremos dos veces antes de apagar un electrodoméstico que se enciende solo o al abrir una puerta que acaba de chirriar lentamente.
Walter es un hombre de familia que de a poco se va dando cuenta que algo no está bien, su hija juega a las escondidas en el circo donde trabajan y parece no querer hacerle caso. Lo peor es que todo se siente como una terrible pesadilla de la que no puede despertar.
Más allá de un par de textos sueltos, el peso narrativo recae sobre los eventos que vemos y cómo los interpretamos. Además, Walter se encarga de murmurar al respecto sobre todo lo que vemos, hacemos y tocamos. Cuando está bien utilizado, este recurso suma un contexto vital para la interpretación de la historia, sin embargo, en Reveil se utiliza demasiado. La voz interna del protagonista se vuelve invasiva y explica demasiado cada situación, al punto de terminar rompiendo la inmersión en varias ocasiones.
Esto, que podría ser un detalle en casi cualquier otro género, se vuelve un lastre pesado cuando presenciamos escenas más dramáticas. A veces el silencio es más impactante luego de una revelación fuerte, incluso nos puede invitar a ponernos en el lugar del protagonista. Lamentablemente, en el juego de Pixelsplit Games la empatía tiene que luchar contra una voz en off bastante molesta.
El apartado técnico es más que decente y el motor gráfico está muy bien optimizado. Al menos en PC, Reveil funciona fluido aún en configuraciones modestas y, más allá de los tiempos de carga un poco extensos que pueden interponerse entre algunos momentos importantes, es una experiencia vistosa con varios pasajes espectaculares. En cuanto a diseño, tiene una disparidad inusual. Por lo general es muy realista, pero por momentos algunos modelos se ven tan feos que impactan en la inmersión.
Si bien más adelante hay una explicación narrativa, hasta que llega ese punto suele generar distracciones. Otro detalle que se interpone en nuestra concentración es el punto de retícula en el medio de la pantalla, no se puede desactivar y resulta muy molesto en las secciones más oscuras y tenebrosas. Son pequeños descuidos que, al acumularse, perjudican la experiencia de terror.
No todas son pálidas para el juego de Pixelsplit Games. A pesar de recaer demasiado en la fórmula de Layers of Fear, consigue mantener la expectativa narrativa hasta los momentos finales. El avance está plagado de pequeños puzzles sencillos que, salvo dos o tres ocasiones, pueden resolverse con poco esfuerzo. Sin embargo, representan el suficiente desafío como para romper la monotonía propia del género.
Uno de los más disfrutables tiene que ver con un maniquí y hasta me hizo sacar un bloc de notas ¡Un verdadero logro para el diseño moderno! El resto del juego se desarrolla con pocas interferencias y, salvo una pequeña dosis de frustración en dos segmentos, permite que la historia tome el lugar central.
Reveil es una aventura de terror psicológico que, cuando consigue la tan esquiva inmersión, puede cautivar con facilidad. Los escenarios son evocativos, detallados y manejan bien la narrativa ambiental. Su apartado técnico cumple con creces su trabajo y hasta cuenta con un final alternativo.
Es una experiencia recomendable que, si no tropezara con algunos detalles que rompen la inmersión, podría haber sido realmente destacable. De todas formas, tiene varios momentos memorables, sabe generar tensión y por eso ya vale la pena darle una oportunidad.