Aunque los Oscar tienen una larga historia, la categoría de Mejor Película Animada es relativamente joven, comenzando en el año 2001 con el triunfo de Shrek sobre otras obras notables como Monsters, Inc. y Jimmy Neutrón: el niño genio (Jimmy Neutron: Boy Genius). Sin embargo, la animación ha sido una parte integral del cine desde hace décadas, como se evidencia en el premio especial otorgado a Walt Disney por Blancanieves y los siete enanos (Snow White and the Seven Dwarfs) en 1937.
Este año, las cintas nominadas ofrecían una amplia variedad de opciones para todos los gustos. Desde la innovadora Spider-Man: A través del Spider-Verso (Spider-Man: Across the Spider-Verse) hasta la encantadora El niño y la garza (The Boy and the Heron) de Hayao Miyazaki, pasando por la época medieval con Nimona, la conmovedora Elementos (Elemental) de Pixar y la producción española Robot Dreams. Pero solo una se pudo quedar con la ansiada estatuilla.
Finalmente este domingo 10 de marzo, Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth anunciaron que el Oscar se iba para Studio Ghibli anotando su segundo galardón en esta misma terna. El niño y la garza es la última película del cineasta detrás de clásicos como Mi vecino Totoro (My Neighbor Totoro, 1988) o El viaje de Chihiro (Spirited Away, 2003). En esta ocasión, seguimos a Mahito, un niño que enfrenta el desafío de adaptarse a una nueva ciudad tras la trágica pérdida de su madre. La trama toma un giro interesante cuando una garza parlante revela a Mahito que su madre aún está viva.
Antes del logro de Ghibli, la última ganadora en esta categoría fue Pinocho de Guillermo del Toro, quien destacó la importancia de la animación en su discurso de aceptación, afirmando que “la animación es cine, la animación no es un género y está lista para llegar al siguiente nivel, por favor, manténganla en la conversación”.