Vamos a soñar un rato. Imaginemos un equipo de trabajo conformado por diferentes profesionales que fueron parte de tanques como Horizon: Zero Dawn, DOOM Eternal, Killzone, The Witcher 3 y Mass Effect, entre otros. Les damos el trabajo de hacer un título completamente nuevo, sin estar atado a ninguna franquicia ya establecida y les decimos que se mantengan fiel a la vieja escuela. Queremos un juego duro, difícil, lleno de acción. De repente, el sueño se hace realidad. La empresa se llama Fun Dog Studios y el videojuego en cuestión se titula The Forever Winter.
La gente de Fun Dog Studios tiene una premisa para crear este título y todos los que vengan después: para ellos, los juegos tienen que ser difíciles para ser divertidos, porque de esa forma, no solo justifican el tiempo invertido, sino también el dinero. The Forever Winter es una apuesta a gran escala, que nos plantea un mundo postapocalíptico que se ve atestado por la consecuencia de un colapso ecológico a gran escala y la interferencia de los avances tecnológicos dentro del desarrollo militar. De esta forma, se han generado dos bandos que luchan constantemente en un mundo devastado. Nuestra tarea, como primer objetivo, será elegir alguno de los dos bandos.
“Esto es personal para nosotros. Hemos trabajado en algunos de los juegos más exitosos de la historia, y echamos de menos los días en los que la industria florecía con nueva experimentación, nuevas historias, nueva jugabilidad y nuevas voces; así que formamos nuestra propia compañía, donde podíamos ser libres para hacer eso. Como independientes, tenemos libertad para forjar nuestro propio camino y crear juegos que todos estamos deseando jugar. No perseguimos la última moda, sino que intentamos recuperar lo que creemos que la industria ha perdido. Piensa en nuevas IP, menos plástico”, afirma Miles Williams, CEO y Director Creativo de Fun Dog Studios, levantando la bandera de la vieja escuela.
El trailer es contundente respecto de la búsqueda de la empresa. Los diseños son bien agresivos, tenemos robots enormes que parecen sacados de Armored Core, mucho armamento pesado, y se ven algunos indicios conceptuales de DOOM Eternal, aunque también se siente un clima muy parecido al de Fallout. Parece ser de esos juegos que, por la temática que tratan, pueden tener reminiscencias de muchos otros exponentes, pero al mismo tiempo no parecerse a nada de forma tácita. Visualmente es asombroso, y lo mejor de todo, es que promete mucha acción.
En ese sentido, la acción no es simplemente “matar a todo lo que encontremos”. La inteligencia artificial de los enemigos les permite tener sus propias tareas, sus propios objetivos y misiones, así como también aprender de otros y sumarse a misiones más importantes, dependiendo de cómo vayamos avanzando nosotros en el juego y de cuán peligrosos nos consideren. Todo esto genera que tengamos que jugar de forma inteligente, pensando bien a quién atacar primero, cómo hacerlo, qué ventajas podemos obtener de los entornos, y qué armas van a ser más eficientes. También, tendremos que barajar la posibilidad de utilizar el sigilo, atacar por diferentes flancos, y, si no queda otra, ahora sí disparar a mansalva a todo lo que se mueva. Fun Dog Studios trae algo grande entre manos, definitivamente.