La película de fantasía Laberinto (Labyrinth, 1986) fue una apuesta a lo grande que no solo contó con la producción ejecutiva del padre de Star Wars, George Lucas, sino también con la dirección de su gran amigo Jim Henson, conocido por crear a The Muppets. Curiosamente, a pesar de contar con grandes valores de producción que también incluían los protagónicos de David Bowie y Jennifer Connelly, la cinta generó críticas dispares y una recaudación por debajo de lo esperado en su paso por las salas de cine.
Sin embargo, tiempo más tarde, el largometraje consiguió una segunda oportunidad con su llegada al video y a la televisión, convirtiéndose en un clásico dentro de su género y de su época. Por ello, en 2016 y a treinta años de su lanzamiento, se comenzó a hablar seriamente de la posibilidad de una secuela con Fede Álvarez, responsable de No Respires (Don’t Breathe), como director.
En 2020 se anunció que el cineasta había abandonado el proyecto, siendo sustituido por Scott Derrickson, un profesional con una prolífica filmografía dentro del género terror y fantástico. Derrickson no solo había estado vinculado a Marvel Studios con la primera película de Doctor Strange, sino que también tenía en su carta de presentación películas escalofriantes como Siniestro (Sinister) con Ethan Hawke.
Aunque todo parecía encajar esta vez, las novedades con Laberinto continuaron siendo escasas y en 2023, el cineasta sugirió que, aunque estaba muy conforme con el trabajo realizado, el filme podría no suceder. Ahora, Brian Henson (hijo de Jim Henson y presidente de Jim Henson Company), se refirió a la secuela en una conversación con ComicBook.
En ella, admitió que la continuación de Laberinto sigue siendo un proyecto con el que la empresa está muy ilusionada. “Es un proyecto que nos hace mucha ilusión, pero no podemos hablar de él”, reconoció Henson, mientras aseguraba que su hermana es la que más información tiene al respecto.
A finales del año pasado, Scott Derrickson brindó información adicional que revelaría por qué Laberinto 2 se encuentra en el infierno del desarrollo. “Es un proyecto muy, muy difícil de convertir en algo comercialmente viable, porque es tan ingenioso y surrealista que no hay forma de hacerlo barato”, reconoció el cineasta. “Creo que es un hueso duro de roer, pero todo lo que puedo decirte es que estoy muy orgulloso del trabajo que hicimos en ella”, completó.
Aunque el futuro de la secuela todavía permanece en suspenso, las declaraciones de Henson llegan en un momento apropiado dado que tanto Laberinto como El cristal encantado (The Dark Crystal, 1982) se acaban de editar por primera vez en formato 4K, lo que podría significar un nuevo impulso para el título.