1948, Beaconsfield, Inglaterra. Terence David John Pratchett llegaba al mundo y, años más tarde, sería más conocido como Terry Pratchett, un reconocido escritor que gustaba surcar entre los mundos de la fantasía y la ciencia ficción. Fallecido en 2015 a la edad de 66 años, su legado ha dejado más de 85 millones de copias vendidas de todos sus libros.
El autor, que es aclamado por la saga Discworld, también tuvo otros hitos importantes, como la saga de La Tierra Larga y su colaboración con Neil Gaiman en Good Omens. Sus obras han sido adaptadas a la pantalla grande, a la pantalla chica, en un juego de rol e incluso en formato videojuegos.
Y precisamente sobre esos videojuegos queríamos hablar. La saga Discworld, que cuenta con tres entregas, se considera un clásico dentro del universo de las aventuras gráficas. Si bien dentro del rubro literario esta saga cuenta con 41 libros, los tres títulos que pertenecen a la misma saga abarcaban muy bien, desde la narrativa, toda la propuesta de Pratchett hasta ese momento, que ya llevaba 17 libros publicados. El primer título se llamó Discworld, a secas, desarrollado por Teeny Weeny Games y Perfect 10 Productions y lanzado en 1995. El segundo título, se llamó Discworld II: Missing Presumed...!?, fue desarrollado por Perfect Entertainment y lanzado en 1996. Por último, tenemos Discworld Noir, con un desarrollo a cargo de Perfect Entertainment junto a Teeny Weeny Games, con fecha de lanzamiento en junio de 1999.
Vale precisar en este momento, que no fueron los únicos videojuegos sobre Discworld. En 1986 fue lanzado The Colour of Magic, y en 1991 sale Discworld MUD, una aventura a base de texto, sistema muy común por aquel entonces. Sin embargo, estos dos títulos no pertenecen a la saga que nos importa en este momento. Una saga que al convertirse en un clásico, sus fanáticos pasaron años pidiendo un remaster, un remake, o algo nuevo. Material había de sobra.
Entonces, ¿cuál es el problema?
Gregg Barnett es el autor de los tres juegos, y director de Perfect Entertainment. El hombre estuvo hablando al respecto, pero las cosas no son tan simples como podría ser para otro título, donde los derechos recaen sobre una empresa y esa empresa o bien decide remasterizar (o hacer remake, o secuelas, o lo que fuera) de sus propios juegos, o puede ceder parcial o totalmente los derechos para que otra empresa haga ese trabajo. Por ejemplo, en una nota de ayer, contamos que las versiones remasterizadas de Grim Fandango, Day of the Tentacle y Full Throttle son obra de Double Fine, pero los derechos y el desarrollo original de esos títulos es de LucasArts.
“Los derechos originales son complicados en el Reino Unido, pero resulta que el 50% revirtieron en mí como creador porque la empresa Perfect Entertainment llevaba cerrada más de 10 años”, dice Barnett. “Siempre que algo cierra en el Reino Unido, los derechos de propiedad intelectual revierten un 50% al creador original y otro 50% a la corona, que es el Rey Carlos. Así que son los dos propietarios de los juegos”.
Coordinar algo con la corona es complicado, según afirma Barnett, pero asegura que hubo conversaciones al respecto, que algo se está gestando, y que es posible que en un futuro llegue una remasterización o un remake de la saga. Solo queda esperar y cruzar los dedos.