REVIEW | Like a Dragon: Infinite Wealth - Una secuela casi perfecta

SEGA regresa con una nueva entrega principal de su franquicia estrella, antes conocida como Yakuza

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Llega una nueva entrega de Like a Dragon, la serie antes conocida como Yakuza. Santiago Peñalver y Lucas Rivarola te cuentan todo lo que tenés que saber sobre este nuevo juego.

El nuevo Like a Dragon: Infinite Wealth es una secuela en su totalidad. La trama principal de esta secuela continúa donde terminó la anterior: Ichiban Kasuga está tratando de darle trabajo y una vida a los yakuza que quedaron varados en el mundo luego de la gran disolución del clan Tojo y de la alianza Omi. No vale la pena entrar en mucho detalle sobre la historia principal, porque estas narrativas son una parte muy importante de la serie y es mejor que cada jugador la viva por sí mismo. Sin embargo, e irónicamente, considero que este es el aspecto más débil de este nuevo juego.

Eso no significa que sea una mala historia. Por el contrario, es entretenida y tiene sus momentos tensos como casi todas las tramas de esta franquicia. Los personajes, tanto los nuevos como los que ya existían, tienen sus momentos importantes, pero lo que no termina de convencerme es que todo lo que impulsa a la narrativa principal parece forzado.

Generalmente, en estos juegos la historia es algo que impacta a nuestro protagonista desde lo personal, además de afectar al mundo general de la yakuza y en ciertos casos Japón en general; siempre, en definitiva, hay un motivo por el que nuestro protagonista y, por lo tanto nosotros, estamos apegados a la trama. Sin ir más lejos, en la entrega anterior Yakuza: Like a Dragon, la relación de Ichiban con la familia Arakawa era lo que funcionaba como catalizador de la narrativa entera, de principio a fin. Esto además nos deja con uno de los mejores momentos, en mi opinión, de todo el gaming: el monólogo final de Ichiban.

Like a Dragon: Infinite Wealth,
Like a Dragon: Infinite Wealth, de SEGA.

En Like a Dragon: Infinite Wealth, la narrativa se siente como si fuera en paralelo a nuestros protagonistas, y que ellos están ahí por ser los héroes de turno. Los villanos, por su parte, parecieran estar en contra de los protagonistas solamente porque están intentando poner un freno a sus planes.

Dicho eso, este pequeño tropiezo narrativo es el único punto en contra a mencionar de Like a Dragon: Infinite Wealth. De hecho, ni siquiera un negativo en su totalidad ya que, de nuevo, la historia es entretenida en líneas generales. Ichiban y Kiryu, ambos protagonistas de esta entrega, siguen siendo dos personajes increíbles tanto como protagonistas jugables como personajes de la narrativa. Kiryu, particularmente, se adueña de la historia una vez que comienza a tener un rol más protagónico cerca de la mitad del juego. Este es el momento en que la estructura del juego se divide en un capítulo protagonizado por cada uno, al igual que sucedía en Yakuza 0 con Majima y Kiryu.

Todo lo demás, Like a Dragon: Infinite Wealth lo hace casi perfecto. La jugabilidad es casi idéntica a la de Yakuza: Like a Dragon, pero con mejoras en todo sentido. Los nuevos trabajos, que funcionan como un sistema de clases típico de RPG, le dan al juego una versatilidad mucho más grande. Diferentes clases se enfocan en distintas cosas: un vaquero que se encarga de infligir estados como veneno o parálisis; un samurái que se enfoca en hacer daño y ampliarlo al atacar enemigos con sangrado; un surfista que ocupa un rol híbrido entre daño y soporte. Las nuevas clases, junto con las que ya vienen del título anterior, nos permiten jugar como a nosotros nos guste jugar.

Like a Dragon: Infinite Wealth,
Like a Dragon: Infinite Wealth, de SEGA.

Más allá de eso, la cantidad de mejoras de calidad de vida son impresionantes. El combate es más limpio visualmente, tenemos indicadores que muestra a dónde van a ser empujados los enemigos luego de recibir un golpe, vemos exactamente qué zona afectan los ataques en área, qué tan cerca estamos de los enemigos y si vamos a atacar por la espalda o no. Todo está mejor explicado y nos permite ampliar nuestras estrategias a la hora de luchar.

Además, las estadísticas secundarias de Kasuga y Kiryu, como el coraje, la valentía, la bondad y más, afectan a sus habilidades principales de combate, lo que integra ambos aspectos de la jugabilidad que previamente se sentían desconectados.

Kiryu es un tema de conversación que es necesario tocar, ya que él tiene un papel muy importante en este juego, a tal punto que incluso siento que opaca a Ichiban ligeramente. Su lado de la narrativa es mucho más fuerte, tanto en lo principal como en algunos elementos secundarios, pero además, su combate con su clase especial “Dragón de Dojima” es muy divertido.

Like a Dragon: Infinite Wealth,
Like a Dragon: Infinite Wealth, de SEGA.

En líneas generales, Kiryu puede cambiar entre sus tres modos de combate de juegos anteriores para tener distintos beneficios: atacar dos veces por turno y tener más velocidad; ataques más fuertes que rompen guardia pero poseen menor rango y son más lentos; y un estilo más balanceado, similar a los personajes regulares. Como si eso fuera poco, su habilidad definitiva nos permite pelear en tiempo real por unos segundos como en los juegos anteriores de la franquicia. Es un aspecto de la jugabilidad que realmente se siente muy divertido y va de la mano con el personaje.

Así y todo, lo mejor que tiene para ofrecer Like a Dragon: Infinite Wealth es el contenido secundario. La historia, aunque tiene sus problemas, funciona bien, el combate es fantástico, y visualmente el juego es impecable, ya que es mucho más claro en detalles y mejor visualmente que las entregas anteriores. Incluso con todo eso a favor, el contenido secundario es sencillamente soberbio.

Para aquellos nuevos en la serie, esta franquicia es conocida por la cantidad de contenido secundario que tiene, y a diferencia de muchos otros juegos de mundo abierto, no se basa en coleccionar objetos. La serie cuenta con muchísimos minijuegos e historias secundarias que casi siempre mantienen un nivel muy elevado para no ser contenido principal. Ya sean arcades en los que podemos jugar títulos de SEGA, shogi, karaoke, o una infinidad de actividades secundarias, el único propósito es divertirnos, hacer algo distinto y además, tener beneficios en nuestras estadísticas o conseguir objetos para la historia principal.

Like a Dragon: Infinite Wealth,
Like a Dragon: Infinite Wealth, de SEGA.

Like a Dragon: Infinite Wealth no sólo cuenta con lo que uno espera de la serie, sino que además posee varios minijuegos de mayor importancia, como uno en el tomamos el rol de repartidor de comida u otro en el que podemos usar una aplicación estilo Tinder para conseguir citas con Ichiban. Además, la calidad de minijuegos más pequeños aumentó considerablemente.

Así como existen los minijuegos de menor talla, la serie siempre cuenta con un minijuego estrella, de mayor peso que generalmente funciona como una pequeña historia independiente y además suele ser la forma en la que nuestro protagonista consigue la mayor cantidad de su dinero.

En el caso de Like a Dragon: Infinite Wealth, no hay un solo minijuego de este estilo, sino que son dos: un juego de estilo Pokémon llamado peleas Sujimon, y uno de manejo de recursos de un resort que básicamente copia a Animal Crossing. Esto significa lo que probablemente estés pensando: Like a Dragon: Infinite Wealth es técnicamente tres juegos en uno.

Like a Dragon: Infinite Wealth,
Like a Dragon: Infinite Wealth, de SEGA.

Los minijuegos de Sujimon y del manejo del resort no solo son fantásticos por sí solos, sino que además funcionan en conjunto, ya que los Sujimon que tengamos podrán trabajar para mejorar nuestro resort. La cantidad de tiempo que podemos invertir en cada uno de estos modos que, en definitiva, son contenido secundario, es realmente de no creer. Ambos, además, cuentan con opciones multijugador: podemos librar peleas Sujimon contra otros jugadores, y también visitar los resorts de otros jugadores.

Like a Dragon: Infinite Wealth probablemente vaya a ser uno de los mejores juegos de 2024, aunque como el año recién comienza no lo sé con seguridad. Sin embargo, algo que sí sé es que después de jugar esta nueva entrega de la franquicia que antes conocíamos como Yakuza, los juegos de mundo abierto con contenido secundario tienen una nueva barrera que superar. Este es un juego soberbio en cuanto a lo que hace con su contenido secundario. Y como eso no fuese suficiente, mejora todos los aspectos de la jugabilidad de su antecesor, Yakuza: Like a Dragon, y nos presenta con dos protagonistas y un mapa totalmente nuevo en Hawái.

9
Una secuela casi perfectaLike a Dragon: Infinite Wealth es a lo que otros juegos con contenido secundario deberían aspirar. Contenido de calidad, en el que invertir muchísimas horas, es algo que pasa naturalmente. El contenido principal está a la altura y todo junto hace un fantástico juego de este inicio de 2024.
Revisado en PlayStation 5
Plataformas:
PlayStation 5PlayStation 4Xbox OneXbox Series SXbox Series XPC
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