El 12 de diciembre de 2023 fue el lanzamiento de God of War Ragnarök: Valhalla, un DLC gratuito que expande la historia del título a través de una modalidad roguelite. Por otro lado, el 19 de enero es el lanzamiento de The Last of Us Part II Remastered que, entre distintas novedades, trae consigo Sin Retorno, un nuevo modo roguelike para disfrutar del título de una manera distinta. No es casualidad que dos exclusivos de PlayStation traigan novedades diferentes pero similares y hay un punto de encuentro denominado Returnal.
Returnal es un videojuego roguelike desarrollado por Housemarque que salió en 2021 de manera exclusiva en PlayStation 5 y que luego en 2023 tuvo su lanzamiento para PC. Para muchos, donde me incluyo, se trata de uno de los mejores lanzamientos de los últimos años de PlayStation debido a su frenético combate y a la forma en cómo narra su historia.
Tanto las modalidades roguelike como roguelite cuentan con muchas similitudes como combates en escenarios y enemigos aleatorios donde se prioriza la rejugabilidad constante para conseguir mejoras, avances en la historia y hasta el desbloqueo de nuevo contenido. La única diferencia entre estos dos modos es que en los roguelike cada vez que morimos perdemos todo mientras que en los roguelite conservamos alguna ventaja para hacer la próxima incursión un poco más accesible.
A grandes rasgos, Returnal nos cuenta la historia de Selena, una exploradora espacial, que tiene un accidente y cae en el planeta Atropos. Allí descubre que se encuentra en un loop temporal donde cada vez que muere revive en el momento del accidente. Con cada muerte perdemos todo menos nuestros recuerdos y la única forma de sobrevivir es explorar los secretos del planeta para intentar romper el loop.
El título de Housemarque que quizás no tuvo el reconocimiento que se merece destaca por su combate vertiginoso, su tenebrosa ambientación y el suspenso constante de su historia ya que descubrir los secretos de Atropos también nos lleva a conocer más a Selena, su pasado y algunos momentos de su vida. El gran desarrollo narrativo de Returnal y su vinculación con el gameplay son los puntos centrales de un videojuego que influyó en futuros lanzamientos de la industria.
En los últimos años, el género roguelike se popularizó mucho y contó con altísimos exponentes como son el caso de Hades, Dead Cells y Slay the Spire entre muchos otros. Sin embargo, hasta cierto punto, era más común observar este tipo de juegos en producciones independientes o de menor presupuesto ya que la aleatoriedad de algunos de sus elementos facilita un poco el tiempo de desarrollo. Sin embargo, con el paso del tiempo y las producciones estos elementos cada vez se fueron profundizando un poco más.
Para que un título de este género funcione necesita sí o sí una jugabilidad pulida que permita horas y horas de repetición sin generar aburrimiento. De esta forma, un buen roguelike es necesariamente un buen videojuego a nivel mecánicas y hay una gran variedad de estilos. Por ejemplo, Slay the Spire se centra en combate por turnos y cartas, Returnal en acción en tercera persona, Dead Cells utiliza elementos de plataformas mientras que Hades profundiza en un hack and slash isométrico.
Las posibilidades son un montón y cada vez salen más producciones que buscan innovar en algún sentido. Por fuera de lo jugable, el género puede o no tener fuerza narrativa. Returnal y Hades destacan en esto ya que avanzar, llegar más lejos que la última vez o conseguir distintos desafíos y logros produce un avance en la historia, el conocimiento de algo que no sabíamos que motiva a seguir intentando llegar más lejos. De todas formas, esto no es algo obligatorio ya que también hay títulos que sólo centran la modalidad roguelike en la diversión del desafío y lo jugable.
La industria de los videojuegos siempre aprende, se nutre e innova sobre los lanzamientos que van surgiendo y no caben dudas que hay una influencia de Returnal en la industria y en las las últimas decisiones de PlayStation. Esto se debe a que se trata de uno de los primeros videojuegos triple A en incursionar en este tipo género y, además, hacerlo de manera brillante.
God of War Ragnarök: Valhalla adopta muchos de los elementos del juego de Housemarque no sólo desde lo jugable y su aleatoriedad sino también en la historia que busca contar ya que el DLC funciona como un epílogo de Kratos en el cual tendremos que avanzar y superar desafíos para adentrarnos más en su mente, sus reflexiones y distintos sucesos. Sin Retorno hace lo propio sin buscar adentrarse en lo narrativo y habrá que esperar para conocer qué siguientes lanzamientos tomarán elementos del gran exponente Returnal.