La familia Mallard está un poco estancada. Mientras que Mack, el miedoso patriarca, se conforma con mantener a su familia a salvo nadando alrededor de su estanque situado en Nueva Inglaterra para siempre, la madre, Pam, está ansiosa por cambiar las cosas y enseñarles a sus hijos —el adolescente Dax y la patita Gwen— el mundo entero. Después de que una familia de patos migratorios desciende en su estanque y cuenta emocionantes historias de lugares lejanos, Pam convence a Mack para embarcarse en un viaje familiar, pasando por Nueva York, hacia la tropical Jamaica.
El caso de éxito de Illumination
Hasta hace algunos años, el sendero de la animación en cines estaba trazado por Disney y Pixar. Tras su fusión, otras compañías comenzaron a ganar terreno, como fue el caso de Dreamworks y la que hoy nos atañe: Illumination.
Illumination, empresa fundada por Chris Meledandri en 2007, logró entrar con paso firme a 2023 con The Super Mario Bros. Movie, la primera de ese año en recaudar más de mil millones de dólares en la taquilla a nivel mundial; en su cantera hay producciones como Mi Villano Favorito (Despicable Me, 2010), la franquicia animada más exitosa de la historia del cine, Minions (2015), películas basadas en los cuentos del Dr. Seuss cómo El Lórax: En Busca de la Trúfula Perdida (The Lorax, 2012) y El Grinch (The Grinch, 2018), La Vida Secreta de tus Mascotas (The Secret Life of Pets, 2016) y Sing: ¡Ven y canta! (Sing, 2016).
Ahora el estudio se embarca en una nueva aventura con ¡Patos! (Migration!), una película divertida, emotiva y visualmente brillante que explora temas universales como la familia, la curiosidad y las recompensas de salir de tu zona de confort. “En Illumination tenemos la suerte de estar al frente de varias franquicias, pero también creemos que tenemos la misión de traer nuevas historias y nuevos personajes al mundo”, palabras de Meledandri que van un poco en contra del mercado actual.
La mejor manera de contar una historia
En la esencia de ¡Patos!, hay una narrativa que explota los elementos cómicos, inteligentes, irritantes y afectuosos de la dinámica familiar universal, moldeada por un guion escrito por Mike White, el creador de la serie de HBO The White Lotus y guionista de Escuela de Rock (School of Rock, 2003). White creó la historia de ¡Patos! junto con el director francés Benjamin Renner, responsable de la película de 2014 nominada al Óscar Ernest & Celestine.
¡Patos! es la primera película que Renner realiza para un gran estudio estadounidense, y llevarla a la pantalla grande expandió su propia aventura profesional, mientras se adaptaba a las diferencias de trabajar en animación 3D en lugar de los estilos 2D a los que había estado acostumbrado. “Tuve que aprender a delegar y a confiar en las capacidades del equipo de animadores. Cuando trabajas con animación 3D, el proceso va de un diseño rígido a la animación y luego al renderizado final, donde el estudio hace su magia. Ha sido asombroso ver la transformación y la atención al detalle. Estoy muy agradecido con el equipo por su excelente trabajo en todos los departamentos. Sigo descubriendo cosas nuevas en la película cada vez que la veo”, comentó su director.
El equipo detrás, formado de profesionales que ya vienen trabajando en el estudio hace tiempo, le dieron la llave para la calidad creativa de Renner y White, que lograron mezclar los sentimientos más humanos y empáticos de la relación con nuestra familia, con los colores y vivencias del mundo animal, sin desequilibrar ninguno de los dos aspectos.
El camino de autodescubrimiento
Como sucedió en Toy Story (1995), el mundo de la animación -cuando está bien trabajado- nos permite conectar con sentimientos humanos aunque no sean personas quienes interpretan la acción. Y si bien todos sabíamos que Buzz y Woody no eran ni humanos ni muñecos, sino una animación 3D, nunca dejamos de sentirlos como “reales”. Esto ocurre porque llegaron a calar hondo en los sentimientos más puramente únicos de la humanidad y a partir de allí nos interpelaron.
El caso de ¡Patos! es similar, aunque sea una historia sobre aves todo se siente muy cercano. La dinámica familiar, las relaciones, los miedos, las discusiones, los sueños… se tejen lazos humanos en este mundo de bandadas de patos y otras aves que muchas veces nos hacen olvidar que estamos viendo a animales parlanchines en la pantalla.
Esto también responde a un buen trabajo vocal con las actuaciones de Kumail Nanjiani (como Mack), Elizabeth Banks (como Pam), Caspar Jennings (como Dax) y Tresi Gazal (como Gwen) como el núcleo familiar principal. Entre ellos hay verdad y corazón, y el guion ayuda al no permitirse caer en lugares comunes: nadie es todo el tiempo tirano, sumiso, gracioso o valiente. Esto se agranda con la suma de figuras como Danny DeVito (como el Tío Dan), Awkwafina (como Pichón) y Keegan-Michael Key (como Delroy).
A la postre todo se reduce a un camino de autodescubrimiento familiar, en conjunto, donde cada miembro de esta familia (y los nuevos que conocen en el camino) aprende del resto, saliendo de la zona de confort, enfrentando sus miedos o simplemente entendiendo lo que necesita la persona de al lado. En el medio: aventuras, situaciones cómicas y un villano en el tercer acto que es lo más fallido del relato. Quizás lo más criticable es la falta de innovación estilística y narrativa, pero no deja de ser un hermoso cuento. ¡Patos! es una excelente manera de disfrutar del cine con los más pequeños, permitiéndonos maravillarnos con los colores y el disfrute visual y, a la vez, quedarnos con un bienvenido calor en el pecho al terminar.