Stray Souls se venía esperando como una de las promesas indies dentro del género survival horror. En un año donde Resident Evil, Dead Space y Alan Wake volvieron al ruedo, el título de Jukai Studio se mantenía con la frente en alto mientras todos los sitios especializados, y el público objetivo, depositaban la confianza en él. Lamentablemente, Stray Souls vio la luz para llenarse de malas críticas, el cataclismo de la prensa especializada e, incluso, mucho odio por las distintas redes sociales, algo completamente inentendible que ya venía de antes.
Jukai Studio es una desarrolladora con sede en Polonia, quien recientemente anunció su cierre, pocos días antes de Navidad, atribuyéndolo a varios factores, entre ellos las escasas ventas de Stray Souls y los frecuentes ataques de ciberacoso. En un post publicado el 22 de diciembre, Jukai reveló que sus dos miembros principales habían decidido tomar caminos separados, y el cierre de su socio, Versus Evil, contribuyó aún más a la decisión de Jukai en colgar los guantes. El desarrollador señaló los retos a los que se enfrentaba, haciendo hincapié en el impacto perjudicial de las decepcionantes ventas de su primera juego para el sustento de la empresa y sus empleados.
Jukai también reveló que Stray Souls se creó con solo dos miembros de la plantilla oficial y, por otro lado, con empleados contratados que tercerizaban sus servicios. Durante su producción, el desarrollador se enfrentó al acoso de una persona que afectó tanto al proyecto como a su colaboración con los socios de desarrollo. Aunque no entró en detalles (y mucho no se sabe sobre el tema de forma oficial), mencionó que el asunto estaba en manos de sus abogados, haciendo hincapié en su compromiso de abordar la cuestión a pesar del cierre del estudio.
Stray Souls sigue a la venta, al menos a la hora de escribir estas líneas. Jukai Studio finalmente expresó un sentimiento esperanzador en su declaración final, anticipando cambios positivos para la industria de los videojuegos en 2024. El anuncio arroja luz sobre los retos a los que se enfrentan los desarrolladores de juegos más pequeños, desde las dificultades financieras derivadas de las escasas ventas, la falta de marketing y publicidad, hasta los efectos perjudiciales del ciberacoso en sus operaciones y colaboraciones. Así como 2023 fue uno de los mejores años respecto a grandes lanzamientos, no debemos olvidar que fue un año marcado por cierres de empresas, despidos incontables y cancelaciones de títulos importantes.