En una reciente charla con The Guardian, Shigeru Miyamoto, el arquitecto de icónicos personajes como Mario y Link, despeja las dudas sobre su posible retiro. Aunque la idea ronda su mente, Miyamoto se concentra en el futuro y en la transición de su legado. Y confiesa que ya no se siente dueño de estas creaciones, estas pertenecen al mundo
El legendario creador, con 45 años de trayectoria en Nintendo, sigue siendo una pieza fundamental, pero ahora dirige su creatividad hacia nuevas fronteras. Alejándose del desarrollo de videojuegos, Miyamoto lidera la expansión de Nintendo a diferentes medios, desde parques temáticos como el Super Nintendo World hasta ambiciosos proyectos cinematográficos como The Super Mario Bros. Movie y la próxima película live-action de Legend of Zelda.
En sus propias palabras, Miyamoto declara: “No me considero un diseñador de juegos. Mi objetivo es encontrar oportunidades únicas para Nintendo”. Esta visión se materializa en la incursión en la industria del cine, donde busca nuevas formas de llevar las queridas propiedades intelectuales de Nintendo a la pantalla grande de manera única y disruptiva.
A pesar de su renuncia al desarrollo de videojuegos, Miyamoto no pierde el entusiasmo. “Todavía soy muy nuevo en la industria [del cine] y estoy aprendiendo”, confiesa. En el tono humorístico que lo caracteriza, también bromea sobre su legado: “Cuando me retire, espero que los equipos con los que trabajo, al menos, me recuerden como el creador de estas cosas”.
En conclusión, Shigeru Miyamoto, lejos de pensar en el retiro, sigue siendo una figura clave en el universo Nintendo, guiando la compañía hacia nuevas y emocionantes experiencias. Sin embargo, sigue pensando en su futuro personal, ya que confesó: “Debido a los tiempos que corren, hay que pensar en las cosas en un plazo de cinco años, así que sí pienso en a quién puedo traspasar las cosas, en caso de que pase algo”.