Tencent y NetEase perdieron casi 80 mil millones de dólares de su valor de mercado el viernes pasado luego que las regulaciones chinas anunciaran nuevas reglas para limitar el gasto en la esfera de los juegos en línea.
El borrador de la ley publicada por la Administración Nacional de Prensa y Publicaciones de China, fue revisado por el sitio de noticias Reuters que recabó la siguiente información: los online game operators (operadores del juego) no podrán recompensar a los jugadores por iniciar sesión todos los días, o si realizan una micro-transacción por primera vez o con asiduidad. También están obligados a limitar la cantidad de dinero que los jugadores depositan en sus billeteras digitales dentro del juego.
La nueva regulación aún está en discusión y algunos elementos podrían modificarse, pero aunque no entrará en vigor hasta el próximo año, su publicación ha asustado a los accionistas de las dos principales empresas de juegos de China.
Las acciones de Tencent -la empresa de juegos más grande del mundo- cayeron hasta un 16% mientras que las de NetEase hicieron lo propio hasta en un 25%.
“Es probable que la eliminación de estos incentivos reduzca los usuarios activos diarios y los ingresos en la aplicación, y eventualmente podría obligar a los editores a revisar fundamentalmente el diseño de sus juegos y sus estrategias de monetización”, dijo Ivan Su, analista de Morningstar, una empresa proveedora de análisis y evaluaciones de productos financieros en Estados Unidos.
Durante 2021, China impuso límites estrictos de tiempo para juegos en menores de edad y suspendió temporalmente la aprobación de nuevos títulos debido a problemas de adicción.
Con la aprobación de nuevos videojuegos reanudándose el año pasado, más las nuevas regulaciones publicadas este viernes, las grandes empresas del mercado están observando atentamente cómo se desarrolla la situación para tomar decisiones.
Sin embargo, no todas son malas noticias, ya que la nueva ley incluye una propuesta que se espera sea bien recibida por la industria: exige que los reguladores procesen las aprobaciones de nuevos juegos en un plazo máximo de 60 días.