No se puede negar que 2023 estuvo cargado de maravillosos videojuegos, pero también de varias noticias con un desagradable sabor amargo. En lo que podría considerarse como uno de los mejores años para la industria, numerosos estudios sufrieron despidos masivos o incluso cerraron sus puertas. En ese contexto, uno de los anuncios más tristes fue que, a pocas semanas del lanzamiento Shadow Gambit: The Cursed Crew -uno de los mejores títulos del año-, Mimimi Games reveló que cerraría sus puertas. Sin embargo, antes de decir adiós, el estudio alemán entona el ‘último canto del cisne’ traducido en dos fantásticos DLC para su último trabajo: El Deseo de Yuki y El Ritual de Zagan.
Volteando la mirada hacia atrás, parecía difícil que Mimimi Games pudiera hacer algo para mejorar la experiencia ofrecida en Shadow Gambit: The Cursed Crew. Al fin y al cabo, no es solo uno de los mejores juegos de 2023, sino uno de los mejores exponentes en el género de la táctica y el sigilo. La historia, sus personajes, las mecánicas y el modo en que varias de ellas se integraban a la narrativa, dieron como resultado un título memorable. Uno de esos videojuegos que quizá no tuvo demasiada trascendencia, pero cuyos méritos le granjearon un lugar en el corazón de aquellos que decidieron darle una oportunidad.
La campaña original de Shadow Gambit nos pone en el papel de Afia Manicato, la capitana del Red Marley, un barco fantasma que navega por las misteriosas costas atemporales del Caribe Profundo. Nuestra protagonista tiene el objetivo de dar con el tesoro del Capitán Mordechai, debiendo reclutar a 8 marineros no-muertos para que le ayuden con su cometido. Cada personaje tiene sus propias habilidades únicas, lo que dota al juego de muchísima flexibilidad, permitiéndonos abordar cada misión de forma creativa, aprovechando el estupendo diseño de niveles.
Ahora, con El Deseo de Yuki y El Ritual de Zagan, sus responsables nos dan la excusa perfecta para volver a navegar por el Caribe Profundo, sólo que esta vez, en compañía de dos nuevos tripulantes. Por un lado, tenemos a la simpática Yuki, una de las protagonistas de Shadow Tactics, el primer trabajo de Mimimi Games. Por el otro, a Zagan, un renegado y sombrío personaje de dudosa moralidad. Eso sí, ambos excelentemente trabajados y -a su modo- entrañables. Casi al mismo nivel que el resto de los marineros fantasmas que caminan sobre la vieja cubierta del Red Marley.
Definir a este nuevo contenido como DLC quizá se quede corto y hasta podría dar una impresión equivocada. Lo cierto es que se sienten como dos expansiones propiamente dichas puesto que, entre ambas, añaden un total de 12 misiones que se integran perfectamente a la campaña principal. Pero eso no es todo, ya que también se agregan dos islas nuevas a las 10 existentes, cada una con sus propios desafíos. Sin embargo, no se puede negar que lo más interesante son los dos nuevos personajes que -spoiler- son tremendamente poderosos y divertidos de usar.
El Deseo de Yuki, introduce a Yuki y Kuma, su adorable compañero tanuki. Al igual que en Shadow Tactics, posee la habilidad de colocar trampas y atraer a los enemigos hacia ellas para provocarles una elegante y violenta muerte. También puede valerse del gracioso mamífero que le acompaña para provocar distracciones y apuñalar a los pobres incautos por la espalda. Pero lo mejor de todo es que, cuando asesina a un enemigo, este se convierte en un trozo de madera. Por lo tanto, no debemos preocuparnos de esconder los cadáveres que dejemos a nuestro paso.
En cuanto a la historia de Yuki, gira en torno a la búsqueda de un dragón milenario que puede conceder deseos. El punto de partida para esta campaña será encontrar una brújula que es el único modo de llegar a una pequeña isla conocida como el Sueño del Dragón. La historia se desarrolla a lo largo de seis misiones y, una vez más, plantea temas muy interesantes como la vida y lo que estaríamos dispuestos a dar por volver a disfrutarla. A sentir una caricia, a enamorarse. De cualquier modo, si bien la trama es profunda, no llega a desarrollarse tanto como cabría esperar. También es cierto que concluye de forma anticlimática. Pero, lo importante es que el camino es sumamente disfrutable.
La expansión de El Ritual de Zagan, añade a Zagan como tripulante, un renegado obsesionado con revelar el origen de los poderes de los Prognosticar, los acólitos de más alto rango dentro de la Inquisición. Al igual que Yuki, tiene seis propias mediante la cual se introduce una nueva isla que, técnicamente es un laboratorio donde lleva a cabo sus experimentos. Sus poderes son muy diferentes a los de los otros personajes y algo más lentos en su ejecución, pero no por ello menos mortales. Podría decirse que es una suerte de Darth Vader que puede destruir con un rayo los enemigos dentro de su área de alcance, aunque ello conlleva perder un punto de salud. Sin embargo, puede curarse dejando catatónico a otro enemigo. También puede lanzar un destello con su báculo lo cual lo hace indetectable durante unos pocos segundos.
Lo interesante de todo esto es que Zagan es en sí mismo un Prognosticar, con la diferencia de que él cuestiona la fe en la que se sustenta la Inquisición. Debido a ello es que se lo considera un apóstata, lo cual paralelamente lo convierte en el miembro de la tripulación moralmente más ambiguo. No es tan bromista ni amigable como Afia o cualquiera de los otros marinos y sólo se une al equipo para obtener la ayuda para completar su experimento. Es pomposo, egoísta y sombrío. Su historia es un poco más interesante que la de Yuki puesto que está estrechamente ligada a los antagonistas del juego. Además, presenta un giro de tuerca esperable, pero tan bien ejecutado que añade un punto de comedia a una situación algo macabra.
El nuevo mapa que presenta El Ritual de Zagan es fantástico, no sólo por su diseño, sino por lo atractivo que resulta visualmente. Se trata de una mansión abandonada y siniestra, devenida en un laboratorio. Es un entorno con muchísima verticalidad y múltiples pasadizos secretos que pueden llevarnos de un extremo de la isla al otro en un abrir y cerrar de ojos.
Si bien en términos de contenido los DLC cumplen con creces, ambos cojean del mismo pie. Ciertos detalles de la campaña original están ausentes. A diferencia del resto de la tripulación, los nuevos personajes carecen de las breves historias narrativas que tan buen sabor dieron a Shadow Gambit. Tampoco tienen la posibilidad de mejorar su habilidades y las interacciones con el resto del elenco son escuetas. Tal es así que Afia y la propia Red Marley son las que monopolizan prácticamente todas las conversaciones con ellos. Eso sí, las actuaciones de voz, que eran magníficas, mantienen la misma calidad en las líneas de diálogo, tanto de Yuki como de Zagan.
Regresar a Shadow Gambit: The Cursed Crew fue fantástico. El Deseo de Yuki y El Ritual de Zagan ofrecen la excusa perfecta para volver a disfrutar de uno de los mejores videojuegos del 2023. Los nuevos personajes están muy bien desarrollados, son extremadamente divertidos de usar gracias a sus habilidades, lo cual abre un nuevo abanico de posibilidades para cada uno de los mapas previamente visitados. Y todo sin mencionar que, antes de apagar la luz y cerrar la puerta, el estudio alemán también lanzó una actualización de contenido gratuita que agrega 14 misiones endgame y un soporte para modificaciones. Aún así, nada de esto es suficiente cuando sabemos que este es el adiós a Mimimi Games, un equipo de talentos que puso al género de la táctica y el sigilo en lo más alto. Simplemente resta decir, gracias.
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