Las obras creativas y artísticas nos dan la posibilidad de proyectar nuestros pensamientos, inquietudes y anhelos. También brindan la oportunidad de revisitar nuestro pasado y examinar situaciones históricas traumáticas y dolorosas para resignificarlas. Detention (2017) y Devotion (2019), del estudio taiwanés Red Candle Games, se destacan en este aspecto. Ambos son juegos de terror donde el miedo está en la transfiguración de lo familiar. Cuando tus amigos, colegas, y hasta tu familia dejan de ser lugares seguros, y no hay seguridad en las instituciones ni el Estado ¿qué te queda?
Detention está ambientado en 1960 durante el período de dictadura militar conocido como El Terror Blanco en Taiwán. El Terror Blanco se inició aproximadamente en 1948 y duró hasta 1992, y consistió en la persecución por parte del gobierno de China de la población taiwanesa. Incluyó el secuestro, tortura y muerte de miles de ciudadanos taiwaneses, de lo cual no hay cifras definitivas pero Taiwán estima en al menos 20.000 víctimas. Significó un período de silenciamiento de las voces opositoras, paranoia y terror constante.
Cuenta la historia de Ray, una estudiante de la escuela secundaria Greenwood en medio de las montañas. Este colegio, que es parte de su rutina diaria, se vuelve un lugar aterrador al quedar encerrada allí en medio de un tifón. El colegio, que conocía y le era familiar, se transforma en un sitio inquietante y peligroso, donde se dan sucesos sobrenaturales y deberemos dilucidar qué es lo que está sucediendo. Descubriremos los traumas de Ray y los personajes de esta historia como resultado del daño de la persecución del gobierno y sus atrocidades.
Es una forma de representar el miedo que se vivió durante El Terror Blanco, donde no había un lugar que se sintiera seguro y cuando cualquier persona por más impensable que fuera podría traicionarte y llevarte a la muerte. Red Candle Games basó muchas de las historias en este impactante juego de alrededor de 3 horas en las experiencias de sus propios familiares, cuando pensar distinto conducía a la muerte y un profesor o colega que veían todos los días un día podría simplemente desaparecer.
Los videojuegos también son excelentes herramientas de crítica social, ya que gracias al grado de inmersión del medio, brinda la posibilidad de formular cuestionamientos y provocar reflexiones en un ejercicio de empatía con los personajes de la historia. Esta es la dirección que tomaron con su segundo juego, Devotion en 2019, en el que intentaron representar la cultura taiwanesa, algo que no es habitual encontrar en videojuegos.
En Devotion jugamos como el escritor Du Feng-yu, padre de Du Mei-shin, una niña aspirante a cantante, y esposo de Gong Li-fang, una cantante retirada. El juego transcurre en su departamento en Taipei, donde iremos recorriendo la historia de esta familia en diferentes etapas en medio de un contexto inquietante. Cuando la carrera de Feng-yu se estanca y la familia sufre dificultades económicas, Feng-yu recurre a las enseñanzas de un líder sectario, el Mentor Heuh, para encontrar una salida a la situación.
El fanatismo religioso de Feng-yu, que rechaza toda lógica y sentido común, afecta de forma irreparable a su familia, y Devotion representa esta corrupción y transfiguración de un entorno familiar y seguro, en una casa del terror en ruinas de manera exquisita y perturbadora.
El juego también critica la enorme presión a la que se somete a los niños en la cultura oriental para que sean exitosos. Mei-shin desarrolla una enfermedad misteriosa que empeora a lo largo del juego. En medio de la desesperante situación de su hogar, participa de un concurso de canto con la esperanza de salvar a la familia. Cuando a pesar de sus esfuerzos falla por un punto, su enfermedad empeora drásticamente. Un médico le sugiere a la familia llevarla a un psiquiatra, creyendo que el origen de su pesar es mental, pero Feng-yu lo descarta en favor de buscar una solución en las enseñanzas sectarias de las que se vuelve fanático, lo cual termina desembocando en la ruina y devastación.
Es común en las sociedades asiáticas no tomar en serio la salud mental, y en algunos casos, considerar cualquier enfermedad mental un motivo de vergüenza que debe ignorarse y resolverse de forma solitaria. El juego transmite la enorme presión que sufre la pequeña Mei-shin, para la cual no sólo no recibe ayuda ni contención sino que los padres desechan la idea de su padecimiento mental a favor de uno físico.
Devotion se destaca en el género de terror doméstico, que es la idea de que puede haber una maldad perturbadora y peligrosa detrás de las personas en las que más confías. El juego nos permite conocer íntimamente a la familia Du, y familiarizarnos con un pasado familiar normal y feliz, que poco a poco, cuando las cosas empezaron a salir mal, se transformó en una pesadilla retorcida. La familia Du es una familia como podría ser cualquiera, y esa es la parte más inquietante de este juego y del terror doméstico como género.
Es cuando Feng-yu pierde todo que termina entregándose a las directrices del sectario Mentor Heuh con la esperanza de la salvación, en completa y ciega devoción. Es un descenso a la locura, en el que el departamento se va deteriorando y convirtiendo en un altar más que un hogar. El juego sirve de advertencia y de crítica social de las terribles presiones de éxito y financieras, que en el caso de la familia Du, sin una contención social, los dejó vulnerables a la manipulación y falsas promesas de un líder sectario.
En Taiwán, las organizaciones fraudulentas que se presentan como religiosas son abundantes, y se reporta que el gobierno evita tomar una postura firme para regularlas e impedir que los ciudadanos caigan víctimas de sus engaños. En Devotion, Red Candle Games utiliza el medio de los videojuegos para contar el daño y destrucción que pueden ocasionar estas organizaciones sin regulación gubernamental que proteja a sus ciudadanos.
Feng-yu arriesga todo en su desesperación por salvarse él y a su familia, por sus propias inseguridades y creencias, para perder absolutamente todo. Devotion y Detention son dos juegos que se destacan como juegos de terror, pero su mayor logro es llevarnos a los lugares más oscuros y atroces de la humanidad con narrativas sacadas del folclore y hechos históricos de Taiwán con los que es fácil identificarse y eso los vuelve en dos juegos que sí o sí tienes que jugar.